Aburrida e incolora la primera de Fallas
De los cuatro toros de Cebada que se lidiaron, el sexto fue el de mejor presencia. Una ligera decepci¨®n, quiz¨¢s m¨¢s que ligera, en los otros tres. Aqu¨¦l toro que cerr¨® la corrida fue serio por donde se le mirara: de cabeza a rabo. Toro m¨¢s serio que espectacular. Pero un toro con plaza. Impon¨ªa respeto. El resto de "cebadas", otra cosa. Cuesti¨®n extra?a tambi¨¦n, porque no respondieron, ni de lejos, a la fama de bien armados y astifinos astados que da esta ganader¨ªa. Pobres de cara, cumplieron con una presencia muy justa.
Sin ser, pues, la corrida espectacular que se espera de este hierro, s¨ª fue, sin embargo, lote exigente. De manos expertas. Menos el segundo de la tarde, primero de Padilla, noblote hasta parecer soso, los otros no fueron de f¨¢cil condici¨®n. Mirones, inciertos, por lo tanto sin entrega. No fueron, tampoco, toros que descubrieron su peligro con evidencia. Lo escond¨ªan. De esos que no hacen ruido, pero que esconden su maldad. De peligro sordo, en fin.
Cebada, Ybarg¨¹en / Bl¨¢zquez, Padilla, Alberto
Cuatro toros de Cebada Gago y dos, 1? y 5?, de S¨¢nchez Ybarg¨¹en. Desiguales de presencia. Noble el segundo, faltos de fuerza y de escasas posibilidades el resto. V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez; media (silencio); pinchazo, media y dos descabellos (silencio). Juan Jos¨¦ Padilla: pinchazo y entera (saludos); media y descabello (palmas). Juan Alberto: tres pinchazos -primer aviso-, dos descabellos -segundo aviso- y tres descabellos -tercer aviso- (toro al corral); tres pinchazos, media y descabello -aviso- (silencio). Plaza de Valencia, 11 de marzo. Primera de Fallas. M¨¢s de media entrada.
Los dos remiendos de S¨¢nchez Ybargu?n, todo lo contrario. Mucha apariencia. Mucha planta. Muchos pitones. El quinto, incluso, a punto de ser veleto. Pero s¨®lo fachada. Una decepci¨®n.
Juan Jos¨¦ Padilla fue un contraste de oficio con sus dos compa?eros de cartel. Mientras Bl¨¢zquez y Alberto sudaban la gota gorda y pasaban un mal rato, Padilla lidi¨® sus dos toros con profesionalidad indudable. A Padilla, incluso, pareci¨® faltarle toro. Ni se despein¨®. Diferencias abismales, desde luego, entre uno y otros.
No fue enemigo para el jerezano el segundo de la tarde, el toro de Cebada de condici¨®n m¨¢s apta. Cumplidor en varas, blandito, nobl¨®n hasta dejar la impresi¨®n de acabar muy soso. Padilla, animoso y variado con la capa,banderille¨® con suficiencia. No necesit¨® m¨¢s. Algo reiterativa, la faena tuvo unos primeros momentos de buen concepto. Bien embarcado el toro por los dos lados, pero sin romper de verdad la faena. Un desarme, cuando Padilla lo ten¨ªa casi todo hecho, dej¨® sin color un trabajo profesional pero poco m¨¢s.
El quinto, de gran estampa por su espectacular encornadura, s¨®lo brill¨® de salida. Fue saltar al ruedo y se acab¨® el toro. Gran decepci¨®n. Una m¨¢s en lo que iba de tarde anodina. Le salv¨® la campana de volver a los corrales, que debi¨® ser su destino inmediato. Mas la gente, desgastada e inc¨®moda por tan aburrido espect¨¢culo, mont¨® en c¨®lera cuando el matador cogi¨® las banderillas. El torero cumpli¨®, a pesar de la bronca, en un tercio de concepto m¨¢s f¨ªsico que otra cosa. Despu¨¦s, con la muleta, Padilla solvent¨® la situaci¨®n con oficio, pero sin beneficio alguno.
Pareci¨® haber psicosis de terror en V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez y Juan Alberto. Mucho y complicado material para experiencia tan limitada. Bl¨¢zquez a¨²n se pele¨® con el corto y defensivo primero y machete¨® al mir¨®n y peligroso cuarto. Pero en ninguno de los dos vio signos claros de tomar confianzas. Ni tan siquiera en banderillas, su fuerte, se sinti¨® c¨®modo.
Juan Alberto fue preso de sus nervios. Al manso y sin entrega tercero le dio pases a salto de mata por gran parte de la plaza. Y a la hora de matar, precavido y sin confianza, se le vino el mundo encima. El toro regres¨® vivo a los corrales. El serio y bien recibido sexto, acab¨® muy pronto manso y defensivo. Juan Alberto, con la tarde ya perdida sin remedio, no tuvo ni tiempo ni ocasi¨®n de darle la vuelta a la situaci¨®n.
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