Los dem¨®cratas sue?an con el 7 de noviembre
?Sabr¨¢n aprovechar los dem¨®cratas la debilidad de Bush y las querellas de los republicanos? Sus perspectivas para las elecciones del 7 de noviembre son buenas: en casi todos los sondeos encabezan las preferencias de los electores. Seg¨²n un estudio del Pew Center, su ventaja global es del 50% contra el 41%. La novedad es que no s¨®lo est¨¢n mejor valorados en sus tradicionales puntos fuertes -cuidados m¨¦dicos, medio ambiente-, sino que son competitivos en econom¨ªa e incluso en seguridad.
Otro dato relevante: Bush es una r¨¦mora para los congresistas. En las legislativas de 2002, el 31% de los independientes apoyaban al presidente; ahora, el 14%. El 59% de los republicanos dec¨ªan que votaban como se?al de apoyo a Bush; eso ocurre ahora con el 43%.
En las filas conservadoras hay ataques tan fuertes al presidente como el del economista Bruce Bartlett, que trabaj¨® para Reagan y Bush padre y que acaba de escribir un libro cuyo t¨ªtulo lo dice todo: Impostor. C¨®mo George W. Bush llev¨® a Am¨¦rica a la quiebra y traicion¨® el legado de Reagan.
El camino no est¨¢ tan despejado para los dem¨®cratas. Sus discrepancias internas son notables, y no tienen l¨ªderes claros. Adem¨¢s de que siete meses es mucho tiempo y que los sondeos generales no sirven, en las legislativas cuentan factores personales e intereses locales. Y el dise?o de los distritos electorales dificulta el cambio: "La mayor¨ªa de expertos cree que poco m¨¢s de una veintena de esca?os puede cambiar de color", dice Karlyn Bowman, especialista en opini¨®n p¨²blica del AEI.
Avance de los dem¨®cratas
"Si las cosas siguen as¨ª, los dem¨®cratas ganar¨¢n puestos en la C¨¢mara, pero quiz¨¢ no los suficientes para controlarla". De los 435 esca?os de la C¨¢mara, los republicanos ocupan 232, los dem¨®cratas 202 y hay uno independiente. En el Senado -s¨®lo se renueva un tercio- hay 55 republicanos, 44 dem¨®cratas y un independiente.
Pero no es imposible: la imagen de incompetencia que se desprende de la Casa Blanca puede ser determinante en las legislativas -a pesar del acta de independencia que los republicanos firmaron con su revuelta de Dubai- y quiz¨¢ se repita la marea con la que los republicanos tomaron el Capitolio en 1994: Clinton ten¨ªa un 41% de aprobaci¨®n y la carga de la brigada de Newt Gingrich hizo ganar a los conservadores 58 esca?os en la C¨¢mara -recuperaron su control despu¨¦s de 50 a?os- y 8 en el Senado.
No se divisa en las filas dem¨®cratas un Gingrich que galvanice al electorado ni un Contrato con Am¨¦rica que revolucione el Congreso. "Los dem¨®cratas no tienen una agenda atractiva, no tienen nada que entusiasme", se?ala el profesor Emilio Viano, polit¨®logo y soci¨®logo de la American University. Pero, a?ade, "les favorece la idea de cambio. Son un mal menor, y eso, a veces, es suficiente".
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