Muerte en La Haya
Slobodan Milosevic, ex presidente de Serbia, ex presidente de la menguante Federaci¨®n Yugoslava y a¨²n presunto criminal de guerra, apareci¨® ayer muerto en su celda de la prisi¨®n de La Haya, donde era juzgado por genocidio y cr¨ªmenes contra la humanidad. Su salud, muy deteriorada ya cuando fue detenido y entregado al Tribunal Penal Internacional en junio de 2001, ha impedido finalmente que pudiera ser condenado por algunos de la infinidad de cargos que pesaban contra ¨¦l y en los que, pese a todas las dificultades, se hab¨ªan ido acumulando pruebas y evidencias. Los continuos esfuerzos del ex dictador por postergar el juicio y buscar f¨®rmulas para salir de la c¨¢rcel y pasar la fase final de su vida en libertad -su ¨²ltima solicitud de ser tratado en Mosc¨² data de hace unas semanas- fracasaron. El tribunal y la fiscal¨ªa en La Haya eran muy conscientes del demoledor efecto que habr¨ªa tenido su excarcelaci¨®n por condicionada que fuera, cuando todav¨ªa algunos de sus c¨®mplices, como Mladic y Karadzic, est¨¢n fugados y las fuerzas ultranacionalistas serbias siguen reivindicando la pol¨ªtica de limpieza ¨¦tnica y genocidio que ¨¦l desat¨® en la extinta Yugoslavia y que caus¨® millares de muertos en la mayor tragedia humanitaria de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Con Milosevic muere el principal protagonista de un proceso de depravaci¨®n pol¨ªtica de terror¨ªficas consecuencias, que pill¨® por sorpresa a una comunidad internacional confiada en que el fin de la guerra fr¨ªa, la disoluci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la democratizaci¨®n de Europa iban a abrir un proceso de armonizaci¨®n en el continente que garantizar¨ªa una seguridad com¨²n, una extensi¨®n de la democracia y sin amenazas militares. Por el contrario, bajo el liderazgo de Milosevic, el aparato de la dictadura comunista transform¨® su mensaje ideol¨®gico al nacionalismo y moviliz¨® odios que se cre¨ªan enterrados.
La lecci¨®n positiva y ejemplar es que sus cr¨ªmenes no quedaron impunes y han de servir como factor de disuasi¨®n para cualquier emulador potencial. Y la esperanza que surge de la noticia de su muerte es que, como sucedi¨® en Croacia al fallecer Tudjman, el l¨ªder ultranacionalista croata que tanto compiti¨® con Milosevic en la generaci¨®n de odio como en la liquidaci¨®n del contrario, Serbia se vea liberada de falsas lealtades y servidumbres, rompa con su larga tradici¨®n de victimismo nacionalista tan fomentado por Milosevic y se avenga, de una vez por todas, a combatir y entregar a los criminales de guerra que actuaron en su nombre.
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