Paunovic desmonta al Zaragoza
El serbio da los tres puntos al Getafe ante un rival diezmado por la expulsi¨®n de ?lvaro
Si el Getafe derroc¨® al Zaragoza fue porque Paunovic se salt¨® el gui¨®n del partido, ese que abogaba por el conservadurismo, por un f¨²tbol tan simpl¨®n como aburrido. Sin la necesidad de los puntos para soportar el tir¨®n de los equipos europeos y sin la exigencia de aumentar la distancia respecto a los equipos inmersos en la lucha para salvarse del descenso, el Zaragoza y el Getafe apenas se atrevieron a retarse. A lo sumo, se tentaron, cuando el Zaragoza logr¨® dos palos en la recta final. El ¨²nico que se anim¨® fue ?lvaro, que hizo una estupidez supina. Se dej¨® llevar por los impulsos, con la adrenalina al m¨¢ximo, y le propin¨® un codazo al propio Paunovic. Una acci¨®n que dej¨® a su equipo con diez hombres. El jugador serbio complet¨® su excelente actuaci¨®n y, despu¨¦s de haber logrado el tanto del empate, consigui¨® el gol que decant¨® el triunfo para su equipo.
ZARAGOZA 1 - GETAFE 2
Zaragoza: C¨¦sar; Ponzio, ?lvaro, Milito, Cuartero (Savio, m. 78); ?scar (Generelo, m. 65), Celades, Zapater (Toledo, m. 65), Cani; Ewerthon y Diego Milito.
Getafe: Luis Garc¨ªa; Contra, Belenguer, Tena, Pern¨ªa; Cotelo, Vivar Dorado, Alberto, Celestini (Redondo, m. 73), Gavil¨¢n (Paredes, m. 85); y Paunovic (Pach¨®n, m. 82).
Goles: 1-0. M. 33. Diego Milito remata a placer una asistencia de Ewerthon en el ¨¢rea peque?a. 1-1. M. 38. Paunovic cabecea una falta sacada por Gavil¨¢n. 1-2. M. 60. Paunovic empuja un bal¨®n servido por Gavil¨¢n.
?rbitro: Rodr¨ªguez Santiago. Mostr¨® la cartulina amarilla a Tena, Zapater y Milito. Expuls¨® por roja directa a ?lvaro (m. 48).
21.000 espectadores acudieron a La Romareda.
H¨¦roe en la Copa del Rey porque dobleg¨® con sus goles al Barcelona y al Real Madrid, Diego Milito retorn¨® al equipo tras superar sus molestias musculares. Y logr¨® su duod¨¦cimo gol, ¨²nicamente tres menos que David Villa, su antecesor en el delantera del equipo de la Romareda, en las dos ¨²ltimas temporadas. Pero para batir a Luis Garc¨ªa tuvo que sudar de lo lindo. Diegol, harto de no tocar bal¨®n, se empe?¨® en ir a buscar balones fuera de sitio. Tarea que se le suele encomendar a Ewerthon porque su velocidad le permite acompa?ar la jugada de ataque. Pero el delantero brasile?o se empecin¨® en reservar sus explosivas carreras para los pases profundos y verticales. Decisi¨®n que limit¨® el juego blanquillo, que exprimi¨® a Diego Milito. Al tiempo que reinvirtieron las posiciones, cuando el ariete hizo de ariete y Ewerthon se decidi¨® a salir de su parcela, el Zaragoza consigui¨® adelantarse. Cani se la puso al brasile?o que, en una carrera en diagonal y buscando la espalda del defensa, logr¨® pisar ¨¢rea para asistir a Diegol.
Pero fue Paunovic quien se qued¨® con los galones de goleador, quien demostr¨® ser el m¨¢s listo de la clase. Tarea que se le presupon¨ªa dif¨ªcil porque ¨¦l solo supl¨ªa a los ausentes G¨¹iza y Riki, las sensaciones ofensivas del Getafe. A Paunovic, primero le ayud¨® C¨¦sar, que pec¨® de descarado al salir desbocado en una falta lateral lanzada por Gavil¨¢n. El portero ni se acerc¨® al bal¨®n y el delantero del Getafe, de cabeza, lo aloj¨® en el fondo de las mallas.
Luego fue ?lvaro, quien, iracundo tras haberse enzarzado en una gresca innecesaria con Gavil¨¢n, cay¨® en la provocaci¨®n que le ofreci¨® posteriormente Paunovic. En la siguiente jugada, ?lvaro le incrust¨® el brazo en la cara. Pero a¨²n con la nariz roja, Paunovic marc¨® el segundo tanto. El Zaragoza, entonces, estir¨® sus l¨ªneas, se acord¨® de su f¨²tbol y, adem¨¢s de varias ocasiones, alcanz¨® a tirar dos palos, uno de ?scar y uno de Savio. Pero Paunovic ya hab¨ªa impartido la lecci¨®n del d¨ªa.
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