Emancipaci¨®n
Hace ya una semana tuve la tentaci¨®n de seguir en directo la ceremonia de los Oscar. Como la retransmisi¨®n empezaba a las dos de la madrugada, no sucumb¨ª a esta tentaci¨®n, sino al sue?o, pero antes, para entretener la espera, vi fragmentos de dos viejas pel¨ªculas que hab¨ªan gozado de gran predicamento: De aqu¨ª a la eternidad y El puente sobre el r¨ªo Kwai. Reliquias entretenidas, bien interpretadas, carentes de inter¨¦s. Mientras las ve¨ªa, algo abotargado, pensaba que si en su d¨ªa fueron buenas y hoy son piezas de museo es porque ambas pertenecen al g¨¦nero extinto de las pel¨ªculas de soldados. No me refiero a las pel¨ªculas b¨¦licas, sino a las que tienen por tema la vida de unos hombres encuadrados en una colectividad autosuficiente, con una estructura perfecta, una justificaci¨®n inapelable, un c¨®digo rotundo y una moral sin fisuras en la medida en que asume de antemano las renuncias que luego impondr¨¢ a los dem¨¢s: la negaci¨®n de la libertad, del individualismo, del derecho a hacer con la propia vida lo que cada cual decida, incluida la decisi¨®n de conservarla a cualquier precio. El soldado renuncia a su vida f¨ªsica y an¨ªmica, y en esta claudicaci¨®n encuentra su lugar en el mundo, su autoestima y el respeto y el afecto de sus iguales. A la vista de lo que ocurre a diario en el terreno civil, este planteamiento no es peor que el de otras corporaciones que integran el tejido social de la especie humana. El problema es que el ej¨¦rcito como proyecto vital ya no forma parte de la realidad colectiva.
Las pel¨ªculas actuales de ambiente militar tratan precisamente de la afirmaci¨®n del individuo frente al orden castrense, tanto si el individuo es un indomable caloyo como un rudo oficial aparentemente demenciado. Ahora son los protagonistas quienes asumen la responsabilidad de su conducta y no la instituci¨®n que los contiene. Entre otros progresos, y sin que nadie la proclamase, la modernidad nos ha tra¨ªdo la emancipaci¨®n de los soldados. Y las pel¨ªculas seleccionadas para los Oscar este a?o as¨ª me lo confirmaron cuando contempl¨¦ en diferido esta entra?able ceremonia que tiene mucho en com¨²n con los concilios ecum¨¦nicos: ritos exentos y fant¨¢sticos que, sin embargo, definen el credo y la moral de los dem¨¢s mortales.
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