Los seguidores del ex presidente amenazan con una crisis si no se le entierra en Serbia
Socialistas y radicales tratan de convertir las exequias en una manifestaci¨®n ultranacionalista
Como en una comedia negra digna de Emir Kusturica, el cad¨¢ver del ex presidente serbio Slobodan Milosevic esperaba ayer en la morgue de la prisi¨®n de La Haya para ser recogido por su hijo -su viuda no puede ir porque ser¨ªa detenida- y partir despu¨¦s hacia Belgrado o Mosc¨². El Partido Socialista de Serbia (PSS) ha amenazado con hacer caer el Gobierno si el ex dictador no es enterrado con honores en su pa¨ªs. La presidencia ha reiterado que un sepelio oficial no tendr¨¢ lugar bajo ning¨²n concepto, aunque no se opondr¨¢ a que se le entierre en Serbia.
La viuda de Milosevic, Mira Markovic, su novia de juventud a la que conoci¨® en 1958 y de la que s¨®lo se separ¨® cuando fue enviado a La Haya en 2001, vive en Rusia y tiene pendiente una orden de detenci¨®n por abuso de poder, aunque su abogado ha pedido al juzgado que sea retirada para que pueda asistir al entierro si se celebra en Serbia. "Todo depende de la orden de arresto. Si pudiese elegir, quisiera que fuese sepultado en Pozarevac", su ciudad natal, declar¨® Markovic al diario Vercernje Nosvosti.
Su hijo Marko, que vive en Mosc¨², puede regresar a su pa¨ªs, mientras que su hija Mar¨ªa reside en Montenegro. Ambos han manifestado que no quieren volver a residir en Serbia. Anoche, la mayor¨ªa de los medios serbios apostaban por un entierro en Belgrado con la presencia de la familia gracias a alg¨²n tipo de triqui?uela jur¨ªdica, aunque se tratar¨¢ de una ceremonia privada.
"Milosevic ten¨ªa un don para complicarlo todo y parece que su muerte tampoco hace m¨¢s sencillas las cosas", explica en Belgrado, que padece una intensa nevada, el analista pol¨ªtico Ljubomir Ziukov. "?D¨®nde va a ser el entierro, en Belgrado, en su ciudad natal en Montenegro, de donde proceden sus antepasados, o en Mosc¨²? ?Podr¨¢ asistir la familia? ?Qui¨¦n lo va a organizar, la familia, su partido o el Estado? ?Si lo organiza el Gobierno, qu¨¦ autoridades asistir¨¢n? Si es un entierro religioso, ?qui¨¦n lo oficiar¨¢?", agrega Ziukov, que colabora con la emisora independiente B-92.
La complejidad que rodea el momento final del personaje que incendi¨® los Balcanes no es m¨¢s que un reflejo de la enrevesada vida pol¨ªtica serbia, que tiene enormes dificultades para dejar atr¨¢s el lastre de su pasado. El Gobierno nacionalista moderado de Vojislav Kostunica depende del apoyo parlamentario tanto de los socialistas de Milosevic como de los ultranacionalistas del Partido Radical Serbio (SRS), cuyo l¨ªder, Vojislav Seselj, se encuentra en La Haya acusado de cr¨ªmenes contra la humanidad.
Ambos pretenden rentabilizar pol¨ªticamente el entierro, mientras que Kostunica se encuentra atrapado entre dos fuegos. Un portavoz de su partido explic¨® anoche que todo est¨¢ en manos de la justicia, tratando de quitar hierro al asunto. El presidente de Serbia, Bor¨ªs Tadic, un reformista proeuropeo, dej¨® claro que no tolerar¨¢ funerales de Estado para Milosevic. "Es una posici¨®n que no ha cambiado ni cambiar¨¢", explicaban anoche fuentes de la presidencia. No obstante, dej¨® claro, en declaraciones a la BBC, que no se opondr¨¢ a que se le entierre en Serbia.
Desde la sede del PSS, en medio de banderas y retratos de Milosevic con un cresp¨®n negro, el mensaje no puede ser m¨¢s claro: la decisi¨®n depende de la familia, pero si escoge Serbia deber¨¢ recibir todos los honores "que merece una personalidad hist¨®rica", como ha asegurado Zoran Andjelkovic, dirigente socialista, encargado de las negociaciones con los Milosevic. En caso contrario, amenazan con hacer caer el Gobierno. Tomislav Nikolic, l¨ªder de los ultranacionalistas del SRS, que lograron un 28% de los votos en 2003, ha asegurado que utilizar¨¢n "toda su capacidad de presi¨®n" para que el funeral se celebre en Serbia.
Danijel Pantic, secretario general del Movimiento Europeo, un centro de estudios pol¨ªticos independiente, cree, sin embargo, que las amenazas no se har¨¢n realidad ocurra lo que ocurra con las exequias. "A nadie le conviene unas elecciones anticipadas. El Gobierno de Kostunica se enfrenta a unos meses muy complicados y el resto de las fuerzas pol¨ªticas prefieren que sean otros los que tomen las decisiones", explica Pantic.
El 21 de mayo, el Gobierno de Montenegro ha convocado un refer¨¦ndum para separarse de Serbia, que tiene posibilidades de ganar, mientras que Kosovo, la provincia de mayor¨ªa albanesa que los serbios consideran la cuna de su cultura y que est¨¢ administrada por la ONU desde 1999, se encamina hacia la independencia. Adem¨¢s, la UE exige a Serbia que capture al general Ratko Mladic, acusado de genocidio, antes del 5 de abril o congelar¨¢ su acuerdo de asociaci¨®n. "Bruselas deber¨ªa ser consciente de que hay momentos en los que no conviene ejercer demasiada presi¨®n", agrega este analista. Una fuerte subida de los ultranacionalistas ser¨ªa m¨¢s peligrosa que cualquier dictador difunto.
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