Con la educaci¨®n no se juega

El 15 de diciembre pasado se aprob¨® en el Congreso de los Diputados el proyecto de Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE) con el ¨²nico voto en contra del Partido Popular y la abstenci¨®n de IU, NafarroaBai, Chunta Aragonesista. Ahora el proyecto de ley se encuentra en el Senado siguiendo su tr¨¢mite parlamentario. Dos opciones pol¨ªticas han presentado una propuesta de veto y la consiguiente petici¨®n de devoluci¨®n del proyecto: una, a todas luces esperada, es el Partido Popular; la otra, la de Eusko Alkartasuna es sorprendente, por cuanto que su diputada Bego?a Lasagabaster dio su voto favorable al proyecto en el Congreso. El senador de EA Jos¨¦ Ram¨®n Urrutia coincide con el PP y discrepa de su compa?era.

No me consta que esta decisi¨®n haya sido compartida por los otros dos socios del Gobierno en Euskadi

Mejor har¨ªamos en dejar de jugar con la educaci¨®n para marcar perfil pol¨ªtico y abonar la cancha del enfrentamiento

No es lo mismo presentar enmiendas parciales como ha hecho el Grupo Vasco (27) o la propia EA (42) y el resto de los grupos, que presentar una propuesta de veto al proyecto de ley coincidente en la pr¨¢ctica con el PP. Este hecho no pasar¨ªa de ser una mera an¨¦cdota parlamentaria m¨¢s si quien lo hace no fuese el partido que tiene la responsabilidad directa de la cartera de Educaci¨®n del Gobierno vasco. No nos consta que esto haya sido una decisi¨®n compartida con sus otros dos socios de gobierno en Euskadi; m¨¢s bien se trata de una t¨¢ctica pol¨ªtica que tiene por objeto marcar perfil propio, en coherencia con determinados compromisos adquiridos por este partido o con la voluntad de erigirse en la alternativa de referencia para el corpus soberanista m¨¢s radical del electorado vasco.

No me voy a meter en la argumentaci¨®n apocal¨ªptica que realiza el PP para presentar su veto al proyecto, que califica como una reedici¨®n de la LOGSE "que reduce dr¨¢sticamente las competencias del Estado en materia educativa, lo que puede dar lugar a que las CC AA establezcan sus propios modelos educativos (...) no garantiza la vertebraci¨®n del sistema educativo espa?ol (...)", etc¨¦tera. Para el PP, este proyecto no gusta a casi nadie, en definitiva. No gusta a casi nadie, pero lo aprueba en el Congreso desde el PSOE hasta EA, pasando por PNV, Coalici¨®n Canaria, Convergencia i Uni¨®, o Esquerra Republicana de Catalunya, el partido hermano de EA, cuyo portavoz, Frances Canet, explic¨® su voto afirmativo diciendo que este proyecto respetaba las competencias de las comunidades aut¨®nomas.

El senador de EA argumenta ahora su propuesta de veto en "las numerosas invasiones de competencias propias de la CAPV" que, a su entender, tiene el proyecto de ley. La primera pregunta que uno se hace es porqu¨¦, si eso es as¨ª, su partido no vot¨® en contra de dicho proyecto de ley en el Congreso el 15 de diciembre.

La segunda pregunta es si esto quiere decir que en el futuro asistiremos a un litigio competencial con el Gobierno central si el texto no se modifica en los t¨¦rminos que quiere EA, y si a este contencioso acudir¨¢ el Gobierno vasco en pleno o s¨®lo el partido que tiene la responsabilidad educativa. La gran discrepancia no se reduce a la reclamaci¨®n de la elaboraci¨®n del 100% de curr¨ªculo, tal y como el propio consejero de Educaci¨®n nos hizo saber el mismo d¨ªa de la aprobaci¨®n del proyecto de ley -desautorizando, por cierto, a su propia compa?era de partido en el Congreso-, sino tambi¨¦n a la regulaci¨®n de las ense?anzas no obligatorias (infantil, bachillerato, formaci¨®n profesional, educaci¨®n de personas adultas, ense?anzas art¨ªsticas, idiomas, etc.), e incluso no regladas, as¨ª como a la iniciaci¨®n profesional, funci¨®n p¨²blica docente, autonom¨ªa de los centros, elecci¨®n de directores... En definitiva, se pide el veto por creer que este proyecto de ley invade el marco competencial del Pa¨ªs Vasco.

No ser¨¦ yo quien entre ahora en todos los aspectos que se rese?an, pero s¨ª creo conveniente colegir que el senador de EA no se explica en lo referente al curr¨ªculo de forma suficiente, pues -en mi opini¨®n y en la de cualquiera que siga el debate educativo en el que nos han metido algunos- no se reclama s¨®lo la capacidad de fijar el 100% del curr¨ªculo de la CAPV, que ya es saltarse el principio de realidad legal y el sentido de la realidad, sino tambi¨¦n el de Navarra y de algunas zonas de Francia que comparten con nosotros el euskara como lengua propia. Es decir, se argumenta una invasi¨®n competencial para vetar la ley, mientras se practica con Navarra y centros educativos de Francia una flagrante y delirante invasi¨®n competencial.

Algunos, desde la paralizaci¨®n de la Ley Org¨¢nica de Calidad de la Educaci¨®n (LOCE) del PP, hemos intentado un pacto de Estado por la educaci¨®n que implicara un acuerdo con las comunidades aut¨®nomas y estuviera complementado con un pacto social y pol¨ªtico que colocara la educaci¨®n en primer plano de la agenda pol¨ªtica. Intentar conseguir que esta cuesti¨®n haya estado en el centro del debate social a ra¨ªz de los informes internacionales, nacionales o auton¨®micos que nos alertan con unos resultados educativos preocupantes (OCDE, PISA, UE, B2) no era nada dif¨ªcil, pero hemos visto que, fundamentalmente, por la estrategia del PP se ha limitado el debate a dos cuestiones: la dichosa asignatura de religi¨®n y la libertad de elecci¨®n de centro. Ambas entendidas desde la ¨®ptica de quien ha querido desgastar al Gobierno en funci¨®n de sus intereses de partido, no reparando en mentiras para convocar movilizaciones en la calle.

En nuestro ¨¢mbito vasco de educaci¨®n, tambi¨¦n han estado presentes estas dos cuestiones, pero tapadas con lo que el Departamento de Educaci¨®n nos ha marcado como prioritario en su agenda: el Dise?o Curricular Vasco, la revisi¨®n de modelos ling¨¹¨ªsticos y futura ley del Sistema Educativo Vasco. Algunas tienen que ver con el Pacto de Gobierno, otras, no. No se trata de quitar responsabilidad al Gobierno central, pero creo que mejor har¨ªamos en dejar de jugar con la educaci¨®n para marcar perfil pol¨ªtico y abonar la cancha del enfrentamiento partidista para buscar determinados r¨¦ditos electorales, para ponernos a acordar lo que debemos hacer para mejorar nuestros ratios de ¨¦xito escolar, la revisi¨®n de los modelos ling¨¹¨ªsticos atendiendo a criterios pedag¨®gicos no sectarios, la revisi¨®n de las estrategias formativas adecuadas, el ¨ªndice necesario de inversi¨®n de nuestro PIB en Educaci¨®n, la atenci¨®n a la diversidad de alumnado (inmigrantes y no inmigrantes) especialmente en secundaria, la revalorizaci¨®n de la funci¨®n docente, la necesidad de dotar de nuevas figuras a los centros para atender los retos que nos plantean las nuevas necesidades educativas (trabajadores sociales, intermediaci¨®n social, m¨¢s psic¨®logos, personal especializado en bibliotecas y mediatecas...), el aumento de la oferta infantil, el nuevo perfil profesional del profesorado, etc.

En lugar de eso, unos y otros buscan la bronca. Unos, porque consideran que para desgastar al Gobierno central vale todo; y otros porque, para llevarse el pu?ado de votos de quienes se colocan fuera del Estado -y por tanto fuera del sistema-, est¨¢n dispuestos a jugar con la educaci¨®n. Ni unos ni otros deber¨ªan tener responsabilidades de gobierno, porque con la educaci¨®n de nuestros j¨®venes no se juega. Hacerlo de la manera irresponsable que se est¨¢ haciendo es hipotecar nuestro futuro y a?adir m¨¢s elementos de confrontaci¨®n en nuestra sociedad.

Javier Nogales es secretario general de CC OO Irakaskuntza.