Una ciudad empobrecida por la Intifada y los bloqueos militares

Jeric¨®, de clima muy benigno, es una ciudad de unos 40.000 habitantes a la que acuden miles de palestinos durante el invierno. A cerca de 400 metros bajo el nivel del mar, junto al mar Muerto, sus restaurantes sol¨ªan estar atestados de visitantes de otras ciudades antes de estallar la segunda Intifada, en septiembre del a?o 2000. Los muy frecuentes sellados de las ciudades de Cisjordania mantienen desiertos los locales.

La ciudad se ha empobrecido. Los obst¨¢culos para el comercio de los productos agr¨ªcolas han provocado una ca¨ªda en picado de los precios. Ayer, adem¨¢s, la huelga decretada por varios partidos y organizaciones palestinos convirti¨® Jeric¨® en una plaza ¨¢rabe sin bullicio, sin bocinazos. S¨®lo ante los escombros de la Mukata, sede de la c¨¢rcel y del Gobierno del distrito, se arremolinaban los curiosos. En su interior, un mar de cascotes, pululaban los soldados y agentes recogiendo alguna televisi¨®n y el escaso material que no hab¨ªa sido agujereado a balazos.

El paro fue secundado en la mayor¨ªa de ciudades de Cisjordania y Gaza. Las escuelas cerraron para permitir que los estudiantes asistieran a las manifestaciones convocadas. No se registraron incidentes despu¨¦s de que la v¨ªspera 11 cooperantes y periodistas extranjeros fueran secuestrados. Los tres ¨²ltimos rehenes, dos franceses y un coreano, fueron liberados ayer.

Y mientras, los israel¨ªes celebraban la festividad del Purim. Para que no se produzcan incidentes ni fructifiquen eventuales venganzas por la captura del diputado Ahmed Saadat, el Gobierno de Ehud Olmert prolong¨® ayer hasta el s¨¢bado el cierre total de los territorios ocupados. No podr¨¢n los palestinos entrar en el Estado jud¨ªo, ni desplazarse entre las ciudades de Cisjordania. Tampoco los periodistas podr¨¢n entrar en la franja de Gaza hasta nuevo aviso.

Olmert tambi¨¦n indic¨® que el secretario general del Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina, y los otros cinco reclusos detenidos, ser¨¢n juzgados por tribunales israel¨ªes. Sin aguardar siquiera al comienzo del proceso, la ministra de Exteriores y Justicia, Tzipi Livni, agreg¨®: "Permanecer¨¢n largo tiempo entre nosotros".