Totalitarismos: visiones corales
Conocemos ya con gran precisi¨®n los episodios que llevaron a la Segunda Guerra Mundial, el despliegue descomunal de violencia y barbarie desatados, singularmente en los dos contendientes totalitarios, tres con Jap¨®n, y las trayectorias individuales de muchas v¨ªctimas de aquellos que lograron sobrevivir. Lo que los dos libros comentados nos ofrecen es un nivel m¨¢s profundo de investigaci¨®n: el individuo es sustituido por un coro de participantes de los procesos de destrucci¨®n, y a partir de sus retratos y de sus comportamientos resulta posible adentrarse en los elementos de irracionalidad o de racionalizaci¨®n que subyac¨ªan a las respectivas pol¨ªticas de exterminio del otro.
Hasta aqu¨ª llega el denomi
SIN INVENTAR NADA. El polvo an¨®nimo del Gulag
Lev E. Razg¨®n
Traducci¨®n de V. Gallego
Alba. Barcelona, 2006
477 p¨¢ginas. 26,50 euros
LA UTOP?A NAZI. C¨®mo Hitler compr¨® a los alemanes
G?tz Aly
Traducci¨®n de J. Madariaga
Cr¨ªtica. Barcelona, 2006
453 p¨¢ginas. 23,95 euros
nador com¨²n. El libro de Aly culmina un trabajo de investigaci¨®n sobre un aspecto fundamental, pero hasta ahora menospreciado de la guerra, m¨¢s all¨¢ de los combates y de los recuentos de v¨ªctimas. Se trata de conocer de qu¨¦ modo estuvo organizada la explotaci¨®n de los pa¨ªses ocupados por la Gran Alemania, c¨®mo tuvo lugar la apropiaci¨®n sistem¨¢tica de los bienes de las v¨ªctimas y cu¨¢les fueron los beneficios fundamentalmente econ¨®micos que por cauces oficiales o personales obtuvo el pueblo alem¨¢n de esa depredaci¨®n organizada. Los alemanes pudieron as¨ª disfrutar hasta el final de la aplicaci¨®n del principio nazi de su superioridad sobre otros pueblos. Por la captaci¨®n de materias primas y otros recursos econ¨®micos y por la abundancia de bienes que los soldados ocupantes env¨ªan a sus familias. Los documentos oficiales se unen a las cartas y rese?as de env¨ªos y a las informaciones de supervivientes del periodo para confirmar esta imagen. Para Aly, todo ello respond¨ªa a la l¨®gica de un sistema populista que para cumplir sus promesas de bienestar requer¨ªa la guerra y el expolio de otros pa¨ªses.
Fue una aplicaci¨®n implacable del criterio de elecci¨®n racional a un proyecto irracional. Algo bien diferente del panorama que presenta Razg¨®n en su libro sobre el Gulag, m¨¢s que vivido, examinado por ¨¦l desde su interior. Hitler supon¨ªa fusi¨®n del Walhalla y de Krupp. El Gulag estaliniano respond¨ªa al patr¨®n de Iv¨¢n el Terrible, desarrollado al servicio del proyecto de destrucci¨®n de los enemigos interiores que apuntara Lenin. La propia peripecia del autor, pr¨®ximo a dos dirigentes represores a su vez ejecutados, desde 1938 a 1955, con su sucesi¨®n de encarcelamientos, estancias en campos y liberaciones transitorias, no responde siquiera a un criterio racional de represi¨®n. Como en tiempos del zar Iv¨¢n, basta un par de denuncias provenientes de personas cercanas, realizadas tal vez para salvar la propia piel, y un individuo cae al abismo. Lev E. Razg¨®n lo explica: resulta del todo in¨²til buscarle una l¨®gica al funcionamiento del Gulag; la ¨²nica l¨®gica a encontrar consiste en dar con el camino para prolongar la propia supervivencia. Sin inventar nada es un libro magn¨ªficamente escrito, en cuyas p¨¢ginas vamos asistiendo al desfile de los destruidos que va conociendo, desde el antiguo militar zarista al hijo del socialista austriaco Julius Deutsch, quien entre tanto lucha en Espa?a por defender la Rep¨²blica. Curioso el episodio de los juanes, los ni?os de Mosc¨² espa?oles que al caer juntos en el campo, ya en los a?os cincuenta, ofrecen una excepcional resistencia al sistema, saliendo victoriosos.
Una ¨²ltima referencia a las
traducciones de los t¨ªtulos. El original ruso del primero es Nepridumannoie, "lo no inventado", a mi gusto preferible a "sin inventar nada". Un matiz. Peor es el caso del libro de Aly, que en alem¨¢n se titula Hitlers Volkstaat. Raub, Rassenkrieg und nationale Sozialismus. Cualquier parecido con el t¨ªtulo espa?ol es pura coincidencia.
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