El PSE obliga a Ibarretxe a explicar qu¨¦ har¨¢ con el Observatorio de Derechos

El lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, tendr¨¢ que explicar en el Parlamento en un pr¨®ximo pleno, a instancias del Grupo Socialista, cu¨¢les son sus planes sobre la puesta en marcha del Observatorio de Derechos Humanos y Libertades, que mantuvo como compromiso en su investidura el a?o pasado. "Han pasado ocho meses largos desde aquel anuncio", se?ala el PSE, " y seguimos sin saber nada de ese proyecto", que ya derivaba del anterior mandato.

El lehendakari realiz¨® en su discurso de investidura un nuevo planteamiento sobre la creaci¨®n y desarrollo de un Observatorio de Derechos Humanos, que esta vez dibuj¨® como "embri¨®n de un organismo que sea aprobado posteriormente por ley del Parlamento". Nadie sabe a d¨ªa de hoy cu¨¢l es el significado exacto de aquellas palabras, porque nada se ha vuelto a explicar sobre el proyecto. El PSE quiere ahora saber qu¨¦ tipo de planes concretos alberga Ibarretxe sobre el mismo.

La creaci¨®n del Observatorio de Derechos fue una de las promesas estrella de la investidura del lehendakari tras las elecciones de 2001, cuyos primeros pasos dio Ibarretxe en diciembre de ese mismo a?o, con el encargo de su dise?o al ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza.

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, desvel¨® en febrero pasado, en respuesta a una pregunta del PP, que en ese mandato el Gobierno invirti¨® en el proyecto 91.000 euros. Dicha cantidad se destin¨® ¨ªntegramente al dise?o del organismo, que se encarg¨® a la Fundaci¨®n Cultura de Paz, presidida por Mayor Zaragoza, y qued¨® tambi¨¦n ¨ªntegramente desembolsada en noviembre de 2002, a la entrega del encargo.

En enero de 2003, Ibarretxe envi¨® al Parlamento un proyecto de ley basado en ¨¦l, que nunca avanz¨® un solo paso m¨¢s en la C¨¢mara que el de su registro, hasta que decay¨® con la disoluci¨®n del Parlamento el a?o pasado. La causa fue la imposibilidad del Ejecutivo para sacarlo adelante por su situaci¨®n minoritaria.

Ibarretxe considera hoy que el Observatorio sigue siendo un instrumento v¨¢lido y que su fracaso entonces se debi¨® s¨®lo al clima de enfrentamiento entre los partidos en la pasada legislatura.

Adem¨¢s de esa falta de respaldo, el proyecto fue acogido negativamente por el Ararteko, a cuyo frente se encontraba la hoy parlamentaria socialista Mertxe Ag¨²ndez. "Peca de una gran indeterminaci¨®n en su objeto y de una enorme inconcreci¨®n en sus perfiles", se?al¨® en un largo informe, que tambi¨¦n advert¨ªa de los riesgos de colisi¨®n con otras instituciones, entre ellas el propio Ararteko.

Ag¨²ndez critic¨® tambi¨¦n que el proyecto presentado se apartaba "de la finalidad para la que fue propuesto por el lehendakari", porque obviaba, seg¨²n se?al¨®, "la menci¨®n expl¨ªcita al gran problema de este pa¨ªs, que es la violencia terrorista y sus consecuencias".

El compromiso no ha sido recuperado ahora como proyecto de ley, aunque el Ejecutivo no renuncia a ¨¦l y el lehendakari lo incluy¨® entre sus promesas a corto plazo para este mandato.

Sin embargo, ni el nuevo formato del proyecto ni la metodolog¨ªa a seguir para constituirlo parecen estar maduros. "No hay ninguna decisi¨®n tomada, aunque se sigue considerando una idea v¨¢lida", afirman medios gubernamentales. Esos mismos medios consideran m¨¢s probable, sin embargo, que s¨®lo se env¨ªe de nuevo a la C¨¢mara de Vitoria "si los grupos lo consideran oportuno", lo que supone que previamente haya concitado un respaldo suficiente.

El proyecto no ha experimentado ning¨²n movimiento ni novedad en estos tres a?os, afirman, y la posici¨®n del Gobierno sobre ¨¦l se mantiene: "En su momento se crey¨® que era una cosa necesaria y ahora se sigue pensando que puede ser un instrumento positivo para velar por los derechos humanos de todos y expandir una cultura sobre ellos".