Series y sudokus
Yo me f¨ªo a muerte de las series USA. Son los matem¨¢ticos espejos de nuestra era, el nuevo esp¨ªritu del tiempo, y siempre reflejan las transiciones o mutaciones del globo. Los cazadores espa?oles de tendencias deber¨ªan dejar de perder el tiempo por nuestras aceras, estrenos cinematogr¨¢ficos, conciertos, pasarelas y ciberespacios. Si algo se lleva o se va a llevar, estemos seguros que los guionistas de las series van un par de pasos por delante. Estaba leyendo el ¨²ltimo y estupendo libro del cient¨ªfico Jorge Wagensberg (A m¨¢s c¨®mo, a menos por qu¨¦, Tusquets), cuando levant¨¦ la mirada hacia la pantalla y all¨ª estaba reflejado ese nuevo esp¨ªritu del tiempo del que el autor me estaba hablado: esto empieza a ser mucho m¨¢s de ciencias que de letras.
Era martes por la noche, la imagen estaba aparcada en Antena 3, la serie del FBI que me interrumpi¨® se titulaba Numb3rs, como un cap¨ªtulo del libro, y empec¨¦ a sumar las ficciones TV que tambi¨¦n se hab¨ªan pasado de las letras a las ciencias. Las tres declinaciones metropolitanas de CSI, el doctor House, Urgencias, Anatom¨ªa de Grey y un largo etc¨¦tera de cr¨ªmenes cat¨®dicos, incluidas las muy cutres comisar¨ªas espa?olas, en las que las claves son el ADN, el c¨®digo gen¨¦tico, los imponentes laboratorios bioqu¨ªmicos, la l¨®gica matem¨¢tica, la teor¨ªa del caos, las ecuaciones o ese muy citado principio de incertidumbre tan querido a Wagensberg ("el cerebro, ante la falta de incertidumbre, se ofende").
La serie Numb3rs lo resum¨ªa todo. Se?alaba el cambio de tendencia de unas series dominantes, las de la alegre ciencia-ficci¨®n, a ¨¦stas de la ficci¨®n cient¨ªfica tan respetuosas con las leyes de la naturaleza y que a los de Letras nos cuesta tanto trabajo seguir cuando los h¨¦roes garabatean n¨²meros en la pizarra.
Dej¨¦ el estupendo libro de ciencias, dej¨¦ las emergentes series criminales de ciencias y nuevas tecnolog¨ªas y decid¨ª olvidarme de mi asombroso analfabetismo cient¨ªfico con los "pasatiempos" del peri¨®dico. Tampoco fue posible. Los crucigramas, que antes eran tan de letras y literatos, ahora son sudokus de n¨²me3os.
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