Los contratistas critican al tripartito y piden cambios en la obra p¨²blica

El sector de la construcci¨®n va a toda marcha, en especial en el ¨¢mbito de la licitaci¨®n p¨²blica de obras, que crecer¨¢ el 10% este a?o. Pero los contratistas no est¨¢n satisfechos con el Gobierno catal¨¢n. El presidente de la C¨¢mara de Contratistas, Rafael Romero, anunci¨® ayer el "apoyo cr¨ªtico" del sector al tripartito, para despu¨¦s advertir de que el Ejecutivo aut¨®nomo "desoye las propuestas de la c¨¢mara" desde hace dos a?os.

"M¨¢s de dos a?os despu¨¦s [del cambio de Gobierno en Catalu?a], constatamos que no hemos sido capaces de conseguir un m¨ªnimo eco en algunos departamentos del Ejecutivo catal¨¢n". As¨ª expres¨® Romero el desencanto de las constructoras con la obra p¨²blica, a pesar de que los datos de licitaci¨®n alcanzan m¨¢ximos hist¨®ricos. La construcci¨®n creci¨® el 5% en 2005 y acelerar¨¢ este a?o hasta el 6,5%. La obra p¨²blica creci¨® el 1% en 2005, pero alcanzar¨¢ un incremento del 10% este a?o.

Romero defini¨® como "muy positiva" la cl¨¢usula del Estatuto que asegura una inversi¨®n del Estado en infraestructuras equivalente al peso del PIB catal¨¢n en el conjunto del pa¨ªs (el 18,9%) durante los pr¨®ximos siete a?os. Pero, m¨¢s all¨¢ del crecimiento acumulado, critic¨® el modus operandi del sector, especialmente en lo relativo a la obra p¨²blica.

En 2004, la c¨¢mara -que agrupa a 135 empresas, que a su vez concentran el 50% de las obras en Catalu?a y el 95% de la obra p¨²blica- hizo 10 propuestas al Gobierno aut¨®nomo para conseguir el aumento de la productividad del sector en Catalu?a. "No hemos conseguido ninguna respuesta, a pesar del pacto por la competitividad impulsado por el Ejecutivo catal¨¢n y los agentes sociales", explic¨® Romero.

El problema es el precio

Romero dirigi¨® el grueso de sus cr¨ªticas a las f¨®rmulas de contrataci¨®n de la obra p¨²blica. El precio es "el ¨²nico criterio" que se utiliza para adjudicar las obras. En la pr¨¢ctica, eso genera "un c¨ªrculo vicioso y perverso" que fomenta la competencia desleal entre las empresas, con precios por debajo de coste.

Al final, este m¨¦todo tampoco redunda en beneficio del ahorro de costes para la Administraci¨®n: "Genera una desviaci¨®n en los precios que luego aflora en la liquidaci¨®n de la obra", advirti¨®, para reclamar mayor "transparencia y objetividad en la selecci¨®n de las constructoras por parte de la Administraci¨®n.

El presidente de la c¨¢mara hizo tambi¨¦n autocr¨ªtica y adjudic¨® a las empresas parte de estos males. "El sector tiene mala imagen", reconoci¨®, "pero tambi¨¦n grandes oportunidades de mejora".

Entre las propuestas de la c¨¢mara destacan la necesidad de programar las inversiones p¨²blicas con una anticipaci¨®n de cuatro a?os; detectar las ofertas anormalmente bajas, y desarrollar un arbitraje t¨¦cnico que solucione las diferencias de criterio entre la Administraci¨®n y el jefe de obra. En cuanto a la edificaci¨®n de viviendas, el sector defiende la necesidad de crear un registro de empresas que cumplan determinados requisitos de calidad.

"Es demasiado sencillo crear una empresa constructora y es demasiado f¨¢cil cerrarla, por lo que cualquier cliente no profesional puede encontrarse con dificultades a la hora de juzgar las ofertas que se le presentan", dijo para justificar la constituci¨®n de ese registro.