"Hac¨ªan despedidas de soltero, y el ruido era insoportable"

A las cinco de la tarde de ayer, la actividad en el restaurante-cafeter¨ªa El Portet era escasa. Unos pocos trabajadores entraban en este local sin licencia a tomar un caf¨¦. Desde la barra, mientras limpiaba unos vasos, el encargado del bar -que no quiso dar su nombre- aseguraba que el acusado, Dionisio Mestre, no se pasar¨ªa por all¨ª en toda la tarde. El encargado tampoco quiso hacer ning¨²n comentario sobre la sentencia que condena a Mestre a cuatro a?os de prisi¨®n.

Los vecinos de los bloques contiguos, afectados por los fuertes ruidos y los olores desagradables que sal¨ªan del local, s¨ª quisieron expresar su opini¨®n. Algunos se mostraron sorprendidos por la severidad de la resoluci¨®n, pero la mayor¨ªa insisti¨® en las molestias que causaba el restaurante. Una de ellas era Dolors Sala, vecina del 2? 2? de la calle de Sant Antoni Maria Claret. "Cada d¨ªa hab¨ªa ruido hasta la una de la madrugada: movimiento de sillas, gente hablando, ruido de m¨¢quinas", explic¨® Sala. "Lo hemos pasado mal mucho tiempo; el local no estaba bien acondicionado y tanto el ruido como el olor eran muy fuertes", asegur¨® otra vecina de la calle Sicilia, que prefiri¨® no revelar su nombre.

El Portet es un establecimiento amplio y tiene dos plantas. A diferencia de otros locales, en el exterior no exhibe la correspondiente licencia municipal. S¨ª hay, por el contrario, un cartel grande en el que se ofrece el "gran comedor" de la planta superior para celebrar "comuniones", "bautizos" y "celebraciones en general".

Y es que el ruido, seg¨²n explic¨® otra vecina, M¨®nica, no proven¨ªa de la actividad cotidiana del restaurante. "?ltimamente no montan tanto esc¨¢ndalo. Pero en verano organizaban despedidas de soltero, y el ruido era insoportable", dijo.

La propietaria de una cafeter¨ªa cercana a El Portet a?adi¨® que la contaminaci¨®n ac¨²stica no era el ¨²nico problema que originaba el bar. "Los empleados s¨®lo aguantaban un mes trabajando en el restaurante, porque como no les pagaban, se iban enseguida", asegur¨®.

Tanto ella como otros vecinos se?alaron al Ayuntamiento de Barcelona como responsable ¨²ltimo de la situaci¨®n generada, por no haber sido capaz de cerrar el establecimiento, a pesar de haberlo intentado en reiteradas ocasiones. "Vinieron a cerrar el local, pero el encargado les amenaz¨® con pegarles y se marcharon", afirm¨® un vecino.