Caos en Chamart¨ªn

El pr¨®ximo lunes se cumplir¨¢ un mes desde la dimisi¨®n incondicional de Florentino P¨¦rez como presidente del Madrid. A modo de argumentaci¨®n de su medida, el dimisionario aleg¨® que lo hac¨ªa con la esperanza de que constituyera un "revulsivo" para que el equipo reaccionara y ganase la "Copa de Europa". Al abandonar su puesto, Florentino P¨¦rez se?al¨® a Fernando Mart¨ªn como sucesor. Desde entonces, el nuevo mandatario no s¨®lo no ha contemplado los efectos de ning¨²n revulsivo. El Madrid ha sido eliminado de la Liga de Campeones en los octavos de final sin marcar un solo gol -por primera vez en 30 a?os- y ha ca¨ªdo del segundo al tercer puesto de la Liga tras sumar seis puntos de doce posibles.

Al descalabro deportivo le acompa?¨® un creciente desorden institucional. En su discurso de presentaci¨®n, Mart¨ªn anunci¨®, ante todo, que la convocatoria de elecciones no entraba en sus planes. Dijo que quer¨ªa construir un proyecto y que para ello fichar¨ªa un entrenador antes de que pasara un mes. Puntualiz¨® que para consultar esta contrataci¨®n despachar¨ªa con la junta directiva. Sin embargo, hasta ayer, algunos directivos consultados por este peri¨®dico aseguraron que desconocen por completo los planes de Mart¨ªn. El ¨²nico directivo que se ha manifestado p¨²blicamente en favor de convocar elecciones es Ram¨®n Calder¨®n. Ayer, Calder¨®n repiti¨® que cre¨ªa necesario un debate interno sobre la conveniencia de ir a las urnas. El problema, seg¨²n Calder¨®n, es que Mart¨ªn lleva desde el 10 de marzo sin reunir a la junta y, hasta ayer, no hab¨ªa avisado de celebraci¨®n alguna.

Calder¨®n es la figura m¨¢s visible del sector cr¨ªtico de la directiva. Pero no es el ¨²nico dirigente que se manifiesta desconcertado ante la autonom¨ªa conque act¨²a Mart¨ªn, que, al igual que su antecesor, toma decisiones deportivas sin prestar atenci¨®n ni a Butrague?o ni a Benito Floro, m¨¢ximos responsables del ¨¢rea t¨¦cnica. Por su parte, el presidente asegura estar metido de lleno en la contrataci¨®n de un t¨¦cnico. El mi¨¦rcoles, al regresar de Zaragoza, asegur¨® que ten¨ªa un entrenador comprometido pero que no pod¨ªa revelar su nombre por razones de discreci¨®n.

El proceder silencioso del presidente no ha callado rumores. Los propios t¨¦cnicos contactados por Mart¨ªn fueron haciendo p¨²blico el inter¨¦s del club a medida que rechazaban la oferta. Ben¨ªtez primero, Capello despu¨¦s, y Ancelotti por ¨²ltimo. Carlo Ancelotti, entrenador del Milan, consigui¨® adem¨¢s que su presidente Silvio Berlusconi le renovase el contrato dos a?os m¨¢s, hasta 2009. Fuentes cercanas al Milan consultadas ayer por este peri¨®dico se?alaron que Berlusconi no firma contratos "teatrales". La consecuencia, seg¨²n estas fuentes, es que Ancelotti no trabajar¨¢ en el Madrid.

Ayer, uno de los representantes m¨¢s pr¨®ximos al Madrid en los ¨²ltimos a?os hac¨ªa sus maletas para cambiar de objetivo: de Italia a Gran Breta?a. En las Islas hay dos t¨¦cnicos que interesan a Fernando Mart¨ªn: el seleccionador de Inglaterra, Sven-Goran Eriksson y el m¨¢nager del Arsenal, Ars¨¨ne Wenger.

En su discurso de presentaci¨®n Mart¨ªn tambi¨¦n asegur¨® que nombrar¨ªa a una "comisi¨®n independiente" de madridistas para que evaluasen al equipo. Lo m¨¢s parecido a esta comisi¨®n fue la que constituy¨® el mi¨¦rcoles de la semana pasada cuando convoc¨® una cena a la que acudieron Fernando Hierro, Vicente Del Bosque, Jos¨¦ Antonio Camacho y Mariano Garc¨ªa Rem¨®n. Este grupo heterog¨¦neo de personalidades que forman parte de la historia del club tienen una cosa en com¨²n: todos se marcharon del Madrid tras entrar en conflicto con Florentino P¨¦rez. Despu¨¦s de la cena volvieron a coincidir: el discurso de Mart¨ªn no les result¨® ni seductor ni convincente.

La charla con el presidente permiti¨® a estos madridistas notables sacar algunas conclusiones coincidentes. La principal es que el club se encuentra sumido en una profunda crisis institucional, consecuencia del legado de Florentino P¨¦rez y de la escasa capacidad de maniobra que detectan en su sucesor, cautivo de una estructura, unos directivos y unos empleados que no le permiten trabajar libremente.