Los motivos del lobo

En el desarrollo del conocimiento cient¨ªfico, las grandes individualidades que protagonizan las revoluciones de las que habl¨® Thomas Kuhn suelen ir precedidas por los tanteos y descubrimientos parciales que llevan a cabo una serie continua de investigadores menos relevantes, cuyas aportaciones cobran sentido te¨®rico gracias a los primeros. En cambio, en el terreno de las revelaciones sobre la realidad social y sus conflictos, lo que resulta decisivo es la abrupta determinaci¨®n de unos cuantos dispuestos a no callar lo que sabe la mayor¨ªa y no dice nadie. En una palabra, en la ciencia natural lo que importa es la clarividencia de los descubridores mientras que para conocer la sociedad dependemos de quienes se atreven a expresar lo silenciado por los encubridores.

Uno de estos ¨²ltimos valien

tes a los que debemos mayor gratitud los ciudadanos espa?oles es el periodista y profesor Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja. Gracias a su coraje, a su perspicacia, a su paciencia y a su humor, hoy conocemos gran parte de las indignidades y atropellos que llevan d¨¦cadas cometi¨¦ndose en el Pa¨ªs Vasco tras el "tel¨®n del miedo" que separa a Euskadi del resto de Espa?a. Calleja comenz¨® siendo uno de los grandes innovadores en la incipiente Euskaltelebista: introdujo un estilo desenfadado y cr¨ªtico, un estado inteligente de gracia, que en aquellos tiempos era renovador no s¨®lo en el Pa¨ªs Vasco sino en cualquier otro espacio televisivo estatal. Despu¨¦s present¨® un teleberri como no hemos vuelto a ver por aquellos pagos, en el que los asesinos eran sorprendentemente calificados como "asesinos" y la banda terrorista no era una ONG con plenos derechos pol¨ªticos -como ahora- sino un grupo totalitario y mafioso. Aquello no pod¨ªa durar y no dur¨®: con gente en los informativos audiovisuales como Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja, es dif¨ªcil el permanente adoctrinamiento nacionalista que hay que llevar a cabo en el Pa¨ªs Vasco para que siga comulgando con ruedas de molino la gente sencilla o perezosa. ?l era opuesto al lavado de cerebro populista y sin este frote, claro, poco nacionalismo cre¨ªble puede haber ni en el Pa¨ªs Vasco ni en ninguna parte. De modo que le amenazaron primero y luego le echaron de la ETB... en lugar de echar a quienes le amenazaban. Lo que ha pasado en la universidad vasca, en la empresa vasca, en la pol¨ªtica vasca, etc¨¦tera. Lo de siempre. Por cierto, los que ponen los ojos en blanco ante Buenas noches y buena suerte, el -excelente- biopic del periodista Edward Murrow, v¨ªctima de su empresa por criticar al senador McCarthy, deber¨ªan descubrirse al paso de Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja en vez de buscar h¨¦roes medi¨¢ticos donde no los hay.

Adem¨¢s de numerosos art¨ªculos sobre los intr¨ªngulis de la situaci¨®n vasca, que conoce como nadie, Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja ha escrito tres libros imprescindibles acerca del mismo tema. En 1997 (?verg¨¹enza da la fecha!) public¨® Contra la barbarie, el primer estudio y alegato razonado a favor de las v¨ªctimas de ETA. S¨®lo hab¨ªan hecho falta treinta a?os para que alguien se ocupase de esos protagonistas marginados de la indecente "guerrilla" vasca. Ahora, naturalmente, todo el mundo se llena la boca hablando de ellos y en su nombre... sobre todo los reci¨¦n llegados con af¨¢n de protagonismo. En 2001 obtuvo el Premio Espasa de ensayo por Arriba Euskadi, un estudio sobre la vida cotidiana en el Pa¨ªs Vasco, es decir, el ¨¢mbito diario donde realmente ocurre la opresi¨®n y se cercenan las libertades, incluso sin necesidad de utilizar las pistolas. Hoy exactamente igual que ayer, por supuesto; y lo que tememos es que acabe la violencia criminal y contin¨²e esta otra violencia, no la que mata sino la que no deja vivir. Para conocerla, es preciso leer ese libro.

La tercera de sus obras, que

motiva esta nota, es el esfuerzo de mayor alcance te¨®rico que ha intentado hasta la fecha. En Algo habr¨¢ hecho aspira a exponer no s¨®lo los m¨¦todos y las atrocidades del lobo etarra, sino tambi¨¦n sus motivos: el odio a cuanto llaman "lo espa?ol" y el prop¨®sito de utilizar el miedo como argumento pol¨ªtico, a falta de otros mejores. Pero tambi¨¦n proporciona imprescindible informaci¨®n sobre numerosas cuestiones concretas: el papel de la Iglesia vasca, las amenazas a los medios de comunicaci¨®n "desafectos", las ambig¨¹edades o complicidades majaderas de cierta izquierda impresentable con los radicales, la pasividad de gran parte de la sociedad vasca -que sigue esperando todav¨ªa a ver qui¨¦n gana para decidirse a gritar "?viva mi due?o!"- y, afortunadamente, la reacci¨®n de una parte peque?a pero decidida de la ciudadan¨ªa, gracias a la cual se han llevado a cabo las leyes antiterroristas y el vuelco de la opini¨®n p¨²blica que ha dejado aislada a ETA.

Como siempre, lo dram¨¢tico del tema no le impide al autor narrar los acontecimientos con un sano humor, que es por cierto lo que m¨¢s irrita a los solemnes asnos de la abertzalidad. Existiendo libros como ¨¦ste y los anteriores de Calleja, no tienen excusa quienes todav¨ªa a estas alturas dicen que lo que pasa en el Pa¨ªs Vasco es demasiado "complejo" para entenderlo. Hay material suficiente para comprender el problema, gracias a gente como Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja; ahora se necesita decisi¨®n para enfrentarlo con serenidad y sin timoratas concesiones.