Frente com¨²n contra el maltrato

Un hospital de referencia como es La Fe en Valencia est¨¢ poblado de neurocirujanos de prestigio, habilidosos cirujanos cardiacos y onc¨®logos experimentados. Pero entre sus profesionales necesita tambi¨¦n a gente como Carmen. A esta trabajadora social que prefiere encubrir su nombre corresponde una tarea tan delicada o m¨¢s que las anteriores. Ella fue quien se entrevist¨® con los padres del peque?o de dos meses que lleg¨® hace dos semanas con fracturas en piernas y costillas y cuyo padre est¨¢ en la c¨¢rcel acusado de un delito de maltrato familiar. Y es la responsable de decir a los padres que existe sospecha de maltrato y que se les retira la tutela hasta determinar las causas de las lesiones que presentan los ni?os.

Ante el menor indicio de maltrato se est¨¢ obligado legalmente a comunicar la sospecha

La agresi¨®n f¨ªsica est¨¢ detr¨¢s del 18% de las tutelas que asume Bienestar Social

?ste caso y el de la peque?a de Torrevieja de menos de un a?o a la que se detectaron en el hospital hasta siete fracturas soldadas previas a las lesiones que present¨® han hecho saltar las alarmas sobre el maltrato a menores y, especialmente, hacia lactantes, los m¨¢s indefensos. La consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, destac¨® recientemente el ligero repunte de estas agresiones, e indic¨® que quiz¨¢s se deba a la mayor sensibilidad que existe para detectarlos.

Sea o no por este motivo, lo cierto es que la estrecha colaboraci¨®n entre las consejer¨ªas de Sanidad y Bienestar Social hace cada vez m¨¢s dif¨ªcil que pasen inadvertidas las agresiones que se producen sobre los m¨¢s peque?os.

Un protocolo regula con precisi¨®n c¨®mo se ha de comunicar las sospechas y el camino que han de seguir las notificaciones desde los hospitales hasta los t¨¦cnicos de Bienestar Social y los juzgados. Ante el menor indicio de maltrato, los profesionales sanitarios tienen la obligaci¨®n legal de poner en conocimiento la sospecha de maltrato.

En ello tienen especial importancia los especialistas en radiolog¨ªa infantil, encargados de discernir entre lesiones accidentales o provocadas. "Fracturas previas no comunicadas o lesiones t¨ªpicas imposibles de haber sido causadas de forma fortuita ayudan a fijar la probabilidad de que la fractura sea intencionada", apunta un especialista en este campo. "Tambi¨¦n se debe descartar la existencia de osteog¨¦nesis imperfecta [la enfemedad de los huesos de cristal], que se puede hacer al 99% con estudios radiol¨®gicos", apunta.

En el momento que se activa la sospecha, la puesta en marcha de las medidas a tomar tiene un recorrido bidireccional. Por un lado, mandando el parte de lesiones a la consejer¨ªa de Bienestar Social para que adopte las decisiones de protecci¨®n al menor que correspondan si, por ejemplo, no va a quedar ingresado y hay riesgo para su salud. "Cuando entra el fax a la direcci¨®n territorial desde el hospital o el centro de salud, lo primero que se hace es abrir un expediente de protecci¨®n al menor", comenta la directora general de Familia, Rosario Calatayud. Entonces, en funci¨®n de la gravedad de la situaci¨®n, se declara inmediatamente el desamparo o se espera unos d¨ªas hasta que se estudia la situaci¨®n. En Torrevieja, por ejemplo, tan s¨®lo dos horas despu¨¦s de que desde el hospital se notificara la sospecha a trav¨¦s de fax, el responsable de la unidad de menores de la direcci¨®n territorial se person¨® en el hospital para tomar medidas de protecci¨®n del menor.

De forma paralela se pone en marcha la vertiente judicial, que suele incluir una investigaci¨®n policial para determinar las circunstancias de la agresi¨®n y, como los dos casos anteriores, medidas de c¨¢rcel. La asunci¨®n de la tutela por parte de la Administraci¨®n puede partir de la propia consejer¨ªa, sin embargo, el juez es el que ha de ratificar esta decisi¨®n como lo hizo el viernes al notificar al departamento de Servicios Sociales que se hagan cargo del menor hasta decidir el acogimiento del ni?o, probablemente con los t¨ªos paternos.

A lo largo e un a?o Bienestar Social suele asumir entre 400 y 500 tutelas. En 2005 fueron 481, de las que el maltrato f¨ªsico estuvo presente en el 18% de los casos. Por detr¨¢s se situ¨® el maltrato ps¨ªquico (12%), el abandono del menor (2%) o el abuso sexual (3%). El motivo m¨¢s frecuente (54%) es la negligencia en la atenci¨®n a los hijos derivada de la incapacidad de atenderlos adecuadamente en lo que respecta a una alimentaci¨®n adecuada, la asistencia al colegio u otras actividades dom¨¦sticas. Estos motivos no son excluyentes, por lo que en la mayor¨ªa de los casos, suelen cruzarse varios tipos de maltrato en cada situaci¨®n, como apunta la directora general.