Repsol polariza divisiones en la coalici¨®n boliviana
El liderazgo del MAS y el modelo de regulaci¨®n de los hidrocarburos salpica con denuncias y amenazas al grupo espa?ol
Repsol YPF no est¨¢ dispuesta a tirar la toalla en Bolivia, pero tampoco va a invertir o a negociar nada bajo presi¨®n de rehenes (dos de sus m¨¢ximos ejecutivos est¨¢n retenidos en el pa¨ªs por un presunto delito de contrabando). Se siente injustamente perseguida, cuando ha sido la primera petrolera en aceptar renegociar el marco contractual y en reafirmar su compromiso inversor en Bolivia. Fuentes de su sector creen que las distintas facciones de la coalici¨®n gubernamental est¨¢n polarizando en la espa?ola sus disputas por el liderazgo de la misma.
Evo Morales advierte a las petroleras de que "deben cumplir la ley boliviana" y que va a castigar a quien no lo haga y a quien no pague impuestos
Las multinacionales exigen seguridad jur¨ªdica y un horizonte de rentabilidad razonable para reanudar sus inversiones en el pa¨ªs
Repsol YPF est¨¢ convencida de que m¨¢s pronto que tarde habr¨¢ concordia y acuerdo con las autoridades bolivianas, porque es lo que m¨¢s beneficia a ambas partes. Bolivia necesita inversiones para poder producir y exportar hidrocarburos con los que financiar su desarrollo y las petroleras internacionales que operan en ese pa¨ªs, 25 en total, necesitan a su vez un marco jur¨ªdico estable y un horizonte de rentabilidad razonable para las inversiones que ya han hecho (1.000 millones de euros en el caso del grupo hispano argentino, de los que s¨®lo se han repatriado 30 millones de euros) y para las que a¨²n tienen en cartera. Salvo eso, se?alan fuentes empresariales, todo es negociable. Y la prueba, agregan, en el caso concreto de Repsol YPF, es el pragmatismo que ya demostr¨® hace unos meses en Venezuela d¨®nde ha sido la primera petrolera internacional en aceptar y negociar los cambios contractuales y operativos promovidos por el Gobierno de Hugo Ch¨¢vez.
Hechos y tambi¨¦n gestos como los dos encuentros mantenidos por el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, en Madrid y en La Paz, con el presidente de Bolivia, Evo Morales, en apenas dos meses. O el anuncio de dos proyectos de inversi¨®n en cartera, por un importe total de 150 millones de d¨®lares, en la construcci¨®n de una planta de gas licuado destinada al abastecimiento interno del mercado boliviano y en un gaseoducto de 200 kil¨®metros que unir¨¢ Carrasco a Cochabamba, es decir, la zona del Chapare, base pol¨ªtica del Movimiento al Socialismo (MAS) que aup¨® a Morales en diciembre a la presidencia del pa¨ªs.
Mensajes contradictorios
Frente a ello, el Gobierno de La Paz irradia mensajes contradictorios. Habla de renacionalizar los recursos de hidrocarburos, que fue una reivindicaci¨®n central en el programa electoral del MAS; pero, a rengl¨®n seguido, para tranquilizar a las petroleras y a los mercados de capitales, aclara que "eso no significa confiscar ni expropiar bienes a las empresas multinacionales, ni tampoco expulsarlas del pa¨ªs".
Esta misma semana el presidente Morales, reiter¨® este discurso en un acto p¨²blico en la localidad de Camiri, que resulta muy atractivo para consumo interno en Bolivia, y adelant¨® que antes del 12 de julio "estar¨¢n nacionalizados todos los recursos naturales".
Las declaraciones de distintos ministros y dirigentes del MAS sobre el tema de los hidrocarburos son abundantes y no siempre coincidentes en el fondo (el nuevo marco que se prepara para la actividad gasista y petrolera) y en la forma (hay opiniones muy hostiles hacia Repsol y hacia otras multinacionales y otras m¨¢s conciliadoras que invitan a estas empresas a que se asocien con el Estado boliviano en la explotaci¨®n de los recursos).
La hostilidad, en algunos casos, no se circunscribe a amenazas verbales, que a la postre se explican en parte por pugnas internas entre la amalgama de fuerzas que integran el MAS para imponer sus puntos de vista o para liderar el movimiento. La causa abierta contra los principales ejecutivos de Andina, filial de Repsol YPF en Bolivia, por un presunto delito de contrabando de crudo, que "es totalmente falaz" seg¨²n fuentes del grupo espa?ol, puede que no sea ajena a esta situaci¨®n.
Como tampoco lo fue, seg¨²n fuentes empresariales espa?olas, la denuncia por una presunta atribuci¨®n dolosa en la Bolsa de Nueva York de reservas bolivianas de hidrocarburos por parte de Repsol. De hecho alg¨²n ministro boliviano habl¨® de demandas ante los tribunales, que no se han producido, y de corregir y registrar en el citado mercado estadounidense las mencionadas reservas a nombre de Bolivia, algo imposible porque solo pueden inscribir activos a su nombre en esa Bolsa las sociedades que cotizan en la misma. No hubo atribuci¨®n indebida por parte de Repsol, se?alan fuentes empresariales, y si un cierto desconocimiento y una cierta mala fe por parte de algunas autoridades bolivianas.
No son los ¨²nicos palos en las ruedas bolivianas de Repsol. Tambi¨¦n se le ha acusado p¨²blicamente de haber realizado vertidos contaminantes en el Amazonas, en el campo petrol¨ªfero de Margarita, y de abusos cometidos por su personal con la poblaci¨®n ind¨ªgena de la zona. Extremos que rechaza con rotundidad el grupo que preside Brufau.
Morales sostiene con firmeza que "las empresas tienen la obligaci¨®n de subordinarse y cumplir con las leyes bolivianas. Las que respeten el Estado nacional ser¨¢n bienvenidas, pero las que cometen irregularidades o no tributan tienen que ser castigadas". Y su vicepresidente ?lvaro Garc¨ªa Linera, ha declarado, en la misma l¨ªnea y con la patata caliente del contrabando atribuido a Repsol, "que la justicia cumple su papel y que sin eso va a afectar a alg¨²n tipo de inversi¨®n, lo lamentamos".
Una situaci¨®n encrespada que afortunadamente no afecta de momento al d¨ªa a d¨ªa de Repsol y del resto de las petroleras internacionales en Bolivia. Siguen operando y exportando desde este pa¨ªs al amparo de pr¨®rrogas temporales y normativas previas al ¨²ltimo cambio de Gobierno, dictadas por la Administraci¨®n de para no paralizar esta industria tras la aprobaci¨®n en 2005 de una Ley de Hidrocarburos que define la convertibilidad obligatoria de los contratos actuales de las petroleras (de riesgo compartido) a los nuevos contratos de producci¨®n compartida, operaci¨®n y asociaci¨®n. Falta concretar un nuevo modelo acorde con la nueva ley, que seg¨²n lo previsto deber¨ªa estar listo antes del pr¨®ximo mes de junio.
Retrasos y urgencias
Las tensiones internas dentro del MAS y la falta de expertos hace que todav¨ªa no se haya concretado el citado nuevo modelo. El deseo del Gobierno boliviano de tener lista esta regulaci¨®n, de tener zanjado este tema conflictivo antes de convocar su prevista asamblea constituyente puede acelerar los trabajos antes del verano.
El actual marco, explican en el sector, est¨¢ permitiendo a Repsol y a la brasile?a Petrobras atender hasta ahora la demanda fuertemente creciente de gas y de petr¨®leo de Brasil y Argentina, pero si no se realizan nuevas inversiones y se ponen en explotaci¨®n nuevas reservas no se va a poder abastecer la demanda de estos pa¨ªses desde Bolivia. Y las petroleras internacionales no est¨¢n dispuestas a reanudar sus inversioens previstas en este pa¨ªs hasta que est¨¦ definido un marco que dote de seguridad jur¨ªdica a su actividad y les asegure una rentabilidad esperada razonable para su dinero.
P¨²blicas frente a privadas
"Hemos expresado al presidente nuestra disposici¨®n firme de sentarnos a la mesa para renegociar en la l¨ªnea que quiera el Gobierno" nuestra actividad en este pa¨ªs, declar¨® Antonio Brufau, hace apenas 20 d¨ªas, tras entrevistarse en La Paz con Evo Morales.
Repsol, que atribuy¨® a cambios normativos en Bolivia una parte de su revisi¨®n a la baja del 25% en sus reservas de hidrocarburos a final de enero, produce m¨¢s del 50% del gas y el crudo de Bolivia y es tambi¨¦n su mayor inversor.
Aunque tal vez hoy no repetir¨ªa todas las inversiones que ha comprometido en Bolivia en los ¨²ltimos a?os, a la vista de los cambios normativos que se han producido y de la seria reducci¨®n de la rentabilidad inicialmente prevista, la hispano argentina no est¨¢ dispuesta a vender sus activos en el pa¨ªs andino.
Una retirada que facilitar¨ªa los planes de alguna facci¨®n del MAS que propugna la sustituci¨®n de las multinacionales que operan hoy en Bolivia (Repsol, Total, British Gas, British Petroleum...) por una asociaci¨®n de grupos estatales YPFB (Bolivia), Petrobras (Brasil), Pdvsa (Venezuela) y Enarsa (Argentina).
Repsol cree que las aguas volveran a su cauce, que el Gobierno de Bolivia aceptar¨¢ su ofrecimiento de colaboraci¨®n activa con el desarrollo del pa¨ªs, y que en ning¨²n caso habr¨¢ que recurrir a instancias internacionales para resolver las diferencias. Algo que significar¨ªa un fracaso para Repsol y que pondr¨ªa en cuarentena a Bolivia como destino de la inversi¨®n internacional.
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