La batalla por el cemento familiar

La entrada de la irlandesa CRH en el capital de Uniland el pasado diciembre desat¨® una batalla por el control de la compa?¨ªa familiar, pero las trifulcas entre los propietarios de la cementera vienen de antiguo. Controlada por los Rumeu y los Fradera, se trata de la tercera cementera de capital espa?ol con 2,9 millones de toneladas de producci¨®n y plantas en Catalu?a y T¨²nez.

Los accionistas mayoritarios de Uniland, con algo m¨¢s del 73% de las acciones, han llevado a los tribunales la compra del 26,3% del capital por parte de CRH, al tiempo que buscan un comprador para el total de la compa?¨ªa. ?Por qu¨¦ recurren la compra del grupo irland¨¦s, que estar¨ªa dispuesto a hacerse con el 100%, cuando al mismo tiempo quieren salir de la empresa? Para comprenderlo habr¨ªa que remontarse a viejas desavenencias familiares y, c¨®mo no, hablar tambi¨¦n del precio pagado por la compa?¨ªa.

El grupo CRH se ha hecho con el 26,3% del capital en una operaci¨®n considerada hostil por el resto de accionistas de la cementera familiar

Los accionistas, m¨¢s de 50 miembros y descendientes de las familias fundadoras, se pusieron de acuerdo hace unos meses en iniciar la b¨²squeda de un comprador para Uniland, tras varios tanteos individuales por parte de algunos de ellos. As¨ª, encargaron al banco de inversi¨®n Lazard que abriera un proceso internacional y no han faltado pretendientes para la compa?¨ªa catalana, que vive el momento dulce del sector cementero y necesita acelerar su crecimiento mediante alguna alianza.

Torreal, Valderribas y fondos como Permira o JP Morgan han llamado a la puerta de Lazard, seg¨²n fuentes del sector, aunque las mismas fuentes aseguran que son la mayor parte de compa?¨ªas cementeras espa?olas y europeas -Cementos Molins o Cemex son algunas de ellas- las que est¨¢n haciendo sus n¨²meros, dado el auge de esta industria, al calor del mercado inmobiliario. Uniland y Molins ya son socios a trav¨¦s de una joint venture que opera en Argentina y Uruguay.

Sin embargo, a finales de a?o varios miembros de ambas familias bajaron antes del barco y, salt¨¢ndose la disciplina de voto, vendieron el 26,3% del capital a CRH por un montante de 300 millones.

El valor de la empresa

El precio pagado supone valorar Uniland en unos 1.200 millones de euros y el resto de socios est¨¢ convencido de que la cementera "vale mucho m¨¢s". Fuentes cercanas al proceso de venta valoran la compa?¨ªa en 2.000 millones.

Uniland factur¨® 423 millones de euros en 2004, un 13% m¨¢s, y alcanz¨® un beneficio de 93 millones, con un aumento del 42%. El 56% de las ventas procede del cemento y el resto del hormig¨®n, mortero y ¨¢ridos.

Adem¨¢s de sindicar sus acciones, los 50 propietarios del 73% restante del capital ha presentado una demanda contra CRH y los socios vendedores a los que acusan de infringir el derecho de suscripci¨®n preferente que tiene el resto de accionistas.

La compa?¨ªa irlandesa lo niega. Pirueta legal o no, CRH no compr¨® las acciones de forma directa, sino que adquiri¨® las sociedades instrumentales propietarias de ese 26,3%: Wimec, Sagarra y Freixa.

El resto de socios de Uniland, que ahora tambi¨¦n debe ofrecer el derecho de tanteo a CRH, puede vender sus acciones utilizando el mismo mecanismo que su adversario, ya que la mayor parte de ellos controla la compa?¨ªa a trav¨¦s de sociedades tenedoras de acciones. El grupo irland¨¦s es uno de los l¨ªderes mundiales de materiales de contrucci¨®n con una facturaci¨®n de 14.449 millones en 2005 y tiene presencia en Espa?a desde de 1987 a trav¨¦s de su filial Beton Catal¨¢n.

Uniland dej¨® de cotizar en Bolsa en abril de 2003 y aquel proceso ya estuvo te?ido de pol¨¦mica. Un grupo de accionistas denunci¨® anomal¨ªas en la exclusi¨®n y, tres meses despu¨¦s, algunos minoritarios tambi¨¦n se querellaron contra la direcci¨®n por presuntar irregularidades en el alquiler de unos terrenos. Ese mismo a?o se nombr¨® al primer presidente ajeno a la familia, Pedro Ferreras, que el a?o pasado fue relevado por Juan Rosell.

La necesidad de crecer gana enteros en un contexto en el que el mercado inmobiliario ya no sube tan alegremente. Adem¨¢s, el cumplimiento del protocolo de Kioto para reducir la emisi¨®n de los gases contaminantes tambi¨¦n planea sobre el sector cementero, que puede ver disparados sus costes de producci¨®n. Con todo, la industria sigue creciendo. El a?o pasado la producci¨®n de cemento en Espa?a sum¨® 49,2 millones de toneladas, un 5,73% m¨¢s.