Poniatowska narra la lucha de un h¨¦roe del movimiento obrero
'El tren pasa primero' reconstruye la vida del l¨ªder de los ferroviarios
"En M¨¦xico ya no hay trenes de pasajeros, Estados Unidos impuso sus autobuses y se acabaron", explica Elena Poniatowska (Par¨ªs, 1932). Lo dice con el tono nost¨¢lgico de su ¨²ltima novela, El tren pasa primero (Alfaguara), en la que aborda la vida del sindicalista Demetrio Vallejo, l¨ªder de ferrocarrileros, que en 1959 colaps¨® el pa¨ªs. Paro nacional que ella sigui¨® como periodista y que hoy describe desde la ficci¨®n.
"No sabe c¨®mo me gusta ir en tren a Sevilla o Salamanca. El AVE, ?qu¨¦ privilegio m¨¢s enorme! Sentarse en el terciopelo color vino". Elena Poniatowska lo dice en el sal¨®n de un hotel madrile?o. Menuda, enjoyada y vestida de negro, sus pesta?as se ven muy largas con un toque de r¨ªmel. "Mi madre era bell¨ªsima. No soy ni p¨¢lida sombra", asegura. "Ella era una mexicana francesa que conduc¨ªa ambulancias en la guerra, antes de irnos de Europa. Una mujer incre¨ªble, heroica, extraordinaria...". Poniatowska (de origen eslavo) cree que su madre siempre a?or¨® volver a Francia. "Soy muy mexicana, aunque para las mujeres todo es muy dif¨ªcil en M¨¦xico, no se les reconoce nada nunca. Y a las que hacen algo siempre se las mira como a locas. Mi apellido era el apellido de una loca... La Poniatowska, esa que baila".
Los ruidos de la gente que entra y sale del sal¨®n del hotel le molestan. Y ella justifica que se le tuerza el gesto: "Soy mala actriz de mis emociones, no s¨¦ mentir, creo que es por el colegio de monjas".
Durante a?os, Poniatowska guard¨® las entrevistas y art¨ªculos que escribi¨® en torno al paro de 1959. Demetrio Vallejo, sindicalista y l¨ªder ferrocarrilero, es ahora Trinidad Pineda Chinas. El material period¨ªstico se ha convertido en novela, una historia de lucha y tambi¨¦n de amor, "entre un hombre y una locomotora". El grueso de El tren pasa primero lo escribi¨® entre 2003 y 2004. Luego vino el trabajo duro: "Limpiar". "Suelo escribir hasta 1.000 p¨¢ginas que luego dejo en unas 400. Puedo escribir mucho pero eso no significa nada, todo depende del d¨ªa. En literatura hay por igual d¨ªas buenos y malos".
"Siempre me ha marcado la idea de documentar a mi pa¨ªs, de contar su historia, pero sin respuestas, porque yo no tengo la respuesta de nada", explica al hablar de c¨®mo su obra se ha inclinado por la cr¨®nica de las desigualdades e injusticias de su pa¨ªs. "M¨¦xico tiene la necesidad de los grandes viejos, los j¨®venes necesitan creer", explica. "El subcomandante Marcos, por ejemplo, encontr¨® un lenguaje, una manera de comunicarse. Les habl¨® con sus palabras. He ido un par de veces a Chiapas; mi hija Paula se qued¨® all¨ª un mes. Mont¨® la biblioteca que despu¨¦s quemaron los soldados".
La novelista impartir¨¢ una conferencia en Granada sobre los asesinatos y desapariciones de mujeres en Ciudad Ju¨¢rez. "Cr¨ªmenes de odio y racismo. No soy gran especialista en el tema, pero me invitaron aprovechando mi viaje a Espa?a y, por ¨²ltimo, la intenci¨®n es llevar los cr¨ªmenes a la Corte Internacional de la Haya".
Babelia
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