'Ciudad Berlusconi' contiene el aliento

Silvio Berlusconi habla con frecuencia de una Italia rica y feliz, a la que s¨®lo preocupa la posible llegada de "los comunistas" al Gobierno. Esa Italia existe y Berlusconi la conoce bien, porque la construy¨® ¨¦l mismo: se llama Basiglio, tiene una renta per c¨¢pita de 25.700 euros anuales y dista unos pocos kil¨®metros de Mil¨¢n. Era un pueblecito hasta que en su t¨¦rmino municipal surgi¨® Milano 3, la ciudad-jard¨ªn que hizo la fortuna del Berlusconi constructor. En esta campa?a, Il Cavaliere asegura una y otra vez que si vence la izquierda los impuestos subir¨¢n hasta l¨ªmites intolerables. En Basiglio, y en muchas otras zonas similares, ese mensaje puede calar.

El candidato de La Uni¨®n, Romano Prodi, y el resto de los dirigentes de la centroizquierda no han sido demasiado claros en materia fiscal. Han subrayado que el impuesto sobre la renta se mantendr¨¢ en los actuales niveles, pero han hablado de endurecer la fiscalidad sobre los bot, los t¨ªtulos de deuda en los que invierten sus ahorros millones de italianos. Prodi asegura que las rentas de los bot seguir¨¢n gravadas con el 12,5%. El secretario general de los Dem¨®cratas de Izquierda, Piero Fassino, dice sin embargo que se mantendr¨¢ para las emisiones ya en circulaci¨®n, pero no para las futuras.

Prodi promete que sanear¨¢ las cuentas p¨²blicas persiguiendo a los evasores de impuestos. "Nos basta con hacer aflorar el 25% de la evasi¨®n para equilibrar el presupuesto", dice. Esa idea parece razonable, pero no es necesariamente positiva desde un punto de vista electoral. Son muchos los italianos que enga?an, en mayor o menor medida, a Hacienda y asienten cada vez que Berlusconi califica de "moralmente justificable" la evasi¨®n de impuestos, cuando ¨¦stos superan el 33%. En conjunto, la presi¨®n fiscal es del 47%, m¨¢s o menos la misma que cuando Il Cavaliere gan¨® las elecciones de 2001.

La gesti¨®n berlusconiana se ha distinguido por su benevolencia frente al fraude fiscal. Los condonos y sanatorias, por los que construcciones ilegales y fraudes a Hacienda quedan perdonados a cambio de una multa peque?a, han servido para que aflorara una porci¨®n del dinero oculto y para cuadrar sucesivos presupuestos. Tambi¨¦n para difundir la idea de que el fraude es buen negocio.

En los ¨²ltimos d¨ªas, Berlusconi asegura que "grandes cantidades de dinero est¨¢n cruzando la frontera", por miedo a la "voracidad impositiva" de un hipot¨¦tico Gobierno de centroizquierda. No existen pruebas, pero espera que el mensaje tenga efectos, sobre todo en el norte, su gran reserva de votos.

Basiglio es un caso extremo. De la antigua localidad quedan s¨®lo 900 habitantes. Los dem¨¢s residen en alguna de las 10.000 viviendas de Milano 3, una urbanizaci¨®n de edificios de seis plantas en torno a un gran lago artificial y a un campo de golf. Nacida en los ochenta, cuando el constructor Berlusconi empezaba a invertir en televisiones locales, cuenta con 40 guardias privados y otros tantos jardineros. No hay crimen ni suciedad. Tampoco hay nada especialmente ostentoso, salvo la ropa y algunos coches. Con una renta de 25.700 euros anuales, es la localidad m¨¢s rica de Italia. En las regionales de 2005, el 70% de los votos de Basiglio fueron para la centroderecha.