Dise?o con barreras

Un velo y un vestido blanco. A primera vista podr¨ªa parecer un traje de novia. Pero no lo es. Los velos y los vestidos blancos, los hay rojos tambi¨¦n, llevan un n¨²mero 3, 4, 5, 6, ... Es la nueva equipaci¨®n deportiva pensada y dise?ada por Nike y Acnur (Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados) para las mujeres musulmanas.

Y es que ser musulmana y practicar deporte en p¨²blico no es f¨¢cil. Es m¨¢s, es imposible. Prueba de ello es la historia de Lima Azini, atleta afgana que en los Mundiales de atletismo de 2003, en Par¨ªs, tuvo que pedir un ch¨¢ndal para correr con las piernas tapadas. Sin ¨¦l, no hubiera podido aguantar las miradas del p¨²blico.

La ley isl¨¢mica obliga a las chicas a tapar su cuerpo cuando cumplen los siete a?os de edad. El deporte, que para la mayor¨ªa de las ni?as es algo l¨²dico, se convierte, para ellas, en una odisea. M¨¢s a¨²n si viven en un campo de refugiados y sus necesidades van mucho m¨¢s all¨¢ de la actividad f¨ªsica.

Pero ahora, gracias a un proyecto piloto de Nike y Acnur, las mujeres musulmanas tienen la oportunidad de practicar deporte y, m¨¢s importante, de hacerlo sin sentirse culpables. Nike y Acnur, que empezaron a trabajar juntos en 2004, han conseguido acercar a las mujeres musulmanas al deporte dise?ando ropa deportiva para ellas. La equipaci¨®n, en principio, estaba pensada para las jugadoras de voleibol, pero se utiliz¨® tambi¨¦n en el atletismo.

"Hemos intentado crear un tipo de ropa que fuera coherente con la cultura y la religi¨®n musulmana", afirma Massimo Giunco, director europeo de comunicaci¨®n de Nike. "Concretamente hemos dise?ado ropa que respetara su religi¨®n pero que tambi¨¦n las dejara libres de moverse y de respirar", a?ade. Y es que el proyecto piloto se llev¨® a cabo en Dadaab, un campo de refugiados en Kenia, donde las temperaturas alcanzan los 40 grados. El campo fue construido por Acnur entre 1991 y 1992 para acoger a las miles de personas que hu¨ªan de las violencias que se estaban perpetrando en Somalia.

Si el simple hecho de caminar por la calle -con esas temperaturas- supone un esfuerzo, practicar un deporte con el Hijab (el pa?uelo que utilizan las mujeres musulmanas para taparse la cabeza) resulta insoportable. "Hemos tenido que utilizar prendas c¨®modas y, sobre todo, que no hicieran sudar demasiado", afirma Giunco.

"Al principio nuestro trabajo formaba parte de un proyecto m¨¢s amplio dentro de Acnur; quer¨ªamos que el deporte se convirtiera en un elemento m¨¢s de reconstrucci¨®n social para los refugiados", a?ade. "Pero nos dimos cuenta de que el proyecto dejaba fuera a las mujeres: no pod¨ªan practicar deporte porque su religi¨®n les impide llevar ropa ajustada" admite. As¨ª es como naci¨® el proyecto piloto Together for Girls.

Cinco dise?adoras de Nike se desplazaron a Kenia para ponerlo en marcha. Estuvieron cortando y cosiendo durante varios d¨ªas bajo la mirada de las refugiadas. "Hab¨ªa un doble objetivo: por un lado dise?ar las prendas y, por el otro, conseguir que las chicas aprendieran a hacerlas por s¨ª solas", dice Giunco.

Tras varios d¨ªas de trabajo el equipo de voleibol del campo ten¨ªa su propia equipaci¨®n. "Cuando se entrenaron por primera vez ten¨ªan miedo... todas las miradas de los imanes y de los l¨ªderes de los clanes del campo iban dirigidas hacia ellas... pero las acogieron con un fuerte aplauso", afirma con entusiasmo Giunco. ?ste asegura que el proyecto piloto, que terminar¨¢ en 2007, no forma parte de una estrategia comercial. Sin embargo, no descarta que, si alg¨²n equipo musulm¨¢n disputara una competici¨®n internacional de voleibol, pueda llevar la misma equipaci¨®n que se estren¨® en Dadaab.

Con respecto al tema de las equipaciones, la Federaci¨®n Internacional de Voleibol ha cambiado su normativa dos veces en los ¨²ltimos siete a?os. En 1998 oblig¨® a las selecciones masculinas y femeninas a utilizar uniformes ajustados, pero a ra¨ªz de las protestas de algunas jugadoras aprob¨® una nueva normativa en 2003, m¨¢s acorde a la religi¨®n isl¨¢mica. Las selecciones musulmanas pueden taparse las piernas y los brazos.