Diferente
El Cuarteto Zehetmair, nuevo en esta plaza, toca de memoria y de pie. Lo primero impresiona. No se sabe de ning¨²n otro que lo haga, y seguramente a?ade concentraci¨®n a su trabajo. Es una formaci¨®n excelente, liderada por un primer viol¨ªn que es uno de los grandes solistas de hoy, tambi¨¦n director de orquesta, pero en la que el sonido se descompensa un poco, digamos de izquierda a derecha. Thomas Zehetmair y la viola Ruth Kilius tienen una presencia sonora muy superior a la violonchelista Ursula Smith y al primer viol¨ªn, Kuba Kakovicz. Sobre todo, ¨¦ste queda muy en segundo plano, lo que seguramente podr¨ªa evitarse en parte si tocara junto al primer viol¨ªn. Parece un poco absurdo esto de la colocaci¨®n pero tiene su aqu¨¦l.
Liceo de C¨¢mara
Cuarteto Zehetmair. Obras de Mozart y Bart¨®k. Auditorio Nacional. Madrid, 29 de marzo.
El caso es que se trata de una formaci¨®n no para todos los gustos, chocante, desde luego, para quienes tengan, y con raz¨®n, al Emerson o al Tokio entre sus favoritos, pero, en todo caso, diferente, que muestra c¨®mo el mundo de la m¨²sica de c¨¢mara se abre a propuestas que ampl¨ªan el horizonte.
Las maneras del Zehetmair tienen que ver, en su Mozart, con la influencia de las interpretaciones historicistas en cuanto a articulaci¨®n y control del vibrato. Manejan las din¨¢micas con un virtuosismo admirable y una eficacia sorprendente y buscan siempre una seriedad de concepto que qued¨® muy de manifiesto en el juvenil Cuarteto K156, que se dijo con enorme seriedad, cargado de un punto dram¨¢tico que se not¨® sobre todo en el Adagio -lo que no deja de ser pertinente, pues ya sabemos lo que significa en Mozart el modo menor- y que dej¨® algo hier¨¢tico el Tempo di Menuetto.
Concedieron m¨¢s en el Cuarteto 'La caza', con un extraordinario tiempo lento en el que expusieron muy bien toda la carga melanc¨®lica que lleva dentro, contrast¨¢ndolo adecuadamente con la ligereza de los tiempos extremos y el juego r¨ªtmico del Moderato. Hond¨ªsimo el Cuarteto n? 5 de Bart¨®k, dram¨¢tico y sin concesi¨®n alguna a que la reminiscencia de la tierra natal volara m¨ªnimamente, como hacen otras formaciones de menos fuste general pero expertas en ese repertorio, el Keller, sin ir m¨¢s lejos.
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