102 minutos de caos y angustia
Las autoridades desvelan las conversaciones de los operadores de emergencias con los atrapados en las Torres Gemelas
"No vaya a ning¨²n lado, qu¨¦dese donde est¨¢. No no soy bombero, lo ¨²nico que estoy haciendo es decirles a ellos d¨®nde tienen que ir. Qu¨¦dese donde est¨¢. Si tiene que romper una ventana, r¨®mpala. Qu¨¦dese ah¨ª, porque est¨¢n yendo todos los bomberos de la ciudad". "Calma. ?Hay mucho humo en el piso 31? Entiendo c¨®mo se siente, pero tiene que tranquilizarse para que pueda respirar bien, ?OK?" "?Me dice que hay 100 personas d¨®nde? Y que no pueden llegar a las escaleras. ?Hay fuego? No lo hay; en ese caso, pueden abrir las ventanas. ?100 o 120? ... OK, pero si hay fuego, no pueden abrirlas, porque alimentar¨ªan las llamas. ?Que no sabe lo que ha pasado? Un avi¨®n ha chocado contra el edificio (...) Escuche, esc¨²cheme. No se deje llevar por el p¨¢nico, as¨ª podr¨¢ respirar mejor. Ya s¨¦ que hace mucho calor all¨ª. Y que la escalera se ha derrumbado".
"Qu¨¦dese donde est¨¢, ya llegan los bomberos", recomendaba el tel¨¦fono de emergencias
En los 102 minutos que pasaron entre el impacto del primer avi¨®n secuestrado por los terroristas de Al Qaeda y el colapso de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, muchos de los que estaban en los edificios llamaron al tel¨¦fono de emergencia 911. Las autoridades de la ciudad han entregado las grabaciones de 130 llamadas, pero s¨®lo la parte que corresponde a los operadores: seg¨²n el fallo de un tribunal, por encima del inter¨¦s p¨²blico est¨¢ la protecci¨®n de la intimidad de las v¨ªctimas. Las familias y autoridades que lo consideraron oportuno ya revelaron muchas conversaciones, como qued¨® reflejado en el informe de la comisi¨®n que investig¨® el 11-S. Ahora hay m¨¢s datos, y el silencio impuesto no estorba: lo que dijeron los atrapados se reconstruye a partir de los testimonios de los operadores, y la ausencia de palabras ofrece la mejor imagen de la confusi¨®n y la angustia.
"?En el piso 105? Caray. ?Alg¨²n herido? Un segundo, ya oigo la sirena. Est¨¢n de camino, est¨¢n llegando. Dios m¨ªo, no se preocupe. Dios est¨¢ all¨ª, Dios est¨¢ all¨ª, no se preocupe". Catorce minutos antes de las 9 de la ma?ana, la Torre Norte recibi¨® el impacto del avi¨®n de American Airlines entre el piso 92 y el 98. A las 9.03, el avi¨®n de United choc¨® contra la Torre Sur, entre la planta 78 y la 84.
Los documentos no descubren nada que no se supiera, pero confirman el caos y ponen de nuevo en primer plano el desconcierto que hubo y el fracaso en las l¨ªneas de comunicaci¨®n que ya denunci¨® la comisi¨®n del 11-S: s¨®lo dos de los 130 operadores recomendaron la evacuaci¨®n de los edificios. Los operadores transmitieron las recomendaciones habituales en caso de fuego en un rascacielos. Para los que estaban en los pisos superiores de la Torre Norte, seg¨²n The New York Times, probablemente hubiera dado lo mismo, porque las tres escaleras de evacuaci¨®n estaban destruidas a la altura del piso 92. Pero los que estaban en pisos inferiores y los ocupantes de la Torre Sur, en la que una escalera hab¨ªa quedado practicable, tambi¨¦n recibieron el consejo de esperar. Otros recomendaban subir al tejado sin saber que la polic¨ªa hab¨ªa descartado el rescate por helic¨®ptero.
Poco antes de las 10 de la ma?ana, una operadora del servicio m¨¦dico de emergencias hablaba de cinco atrapados en el piso 83 de la Torre Sur con un agente de polic¨ªa: "Es horrible hablar con alguien y decirle que va a morir. Espero que est¨¦n bien, porque parec¨ªa como... parec¨ªa como si se hubieran desmayado. Respiraban como si estuvieran inconscientes". Nueve minutos despu¨¦s, la Torre Sur se desplom¨®; lo mismo ocurri¨® en media hora con la Norte.
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