"Tengo confianza en mis inseguridades"
Pregunta. ?Comemos mal, hacemos mala vida, y usted nos escribe un manual para ser sanos y felices?
Respuesta. Es un libro basado en la educaci¨®n y en demostrar que no debemos estar diciendo constantemente que no al tabaco, o a comer esto o lo otro, sino que tenemos que tomar conciencia de la importancia de la salud y la calidad de vida.
P. ?Una vida sana no es aburrida?
R. No. La felicidad es un cap¨ªtulo en este libro, y se basa simplemente en un sentido de lleno total, f¨ªsico y mental.
P. ?La felicidad puede adquirirse comiendo una manzanita o abandonando las grasas?
R. Pero hablamos de muchos factores: hacer ejercicio, por ejemplo, da fuerza al cerebro, cognitivamente hablando, y una buena sensaci¨®n f¨ªsica.
P. ?Y usted hace vida sana o en casa del herrero...?
R. Yo la hago.
P. No ser¨¢ con los faroles que se marca de que sube en bici los puertos del Tour de Francia.
R. He hecho todos, menos uno que har¨¦ este a?o: el Puy de D?me.
P. ? Y cuando acaba dice: "Tampoco era para tanto lo de Indurain"?
R. Esto no lo pienso, porque Indurain sub¨ªa los puertos luchando con otros. Yo los subo solo.
P. ?Gastro-n¨®micamente qu¨¦ es lo que pierde?
R. A m¨ª me gusta mucho la comida. Pero soy de los que, cuando voy a un restaurante, tomo dos aperitivos, nunca un plato principal. Escojo lo que m¨¢s me gusta, pero platos peque?os.
P. ?Usted es todo coraz¨®n?
R. No. Hay mucho cerebro.
P. ?En el cole ya apuntaba maneras de megacardi¨®logo?
R. No. Yo no era un buen estudiante. Jugaba muchas horas al tenis, y un d¨ªa me dije: vas a hacer algo en serio. Entr¨¦ en medicina. Y soy muy obsesivo: cuando me responsabilizo de algo, me entrego.
P. ?Cu¨¢l es su sue?o m¨¢s recurrente: arterias y ventr¨ªculos o Sharon Stone en su consulta?
R. Ni lo uno ni lo otro. Es la gente joven con la que trabajo.
P. ?Es usted una eminencia?
R. Mire usted, yo soy una persona muy normal.
P. ?Cuando nos enamoramos se entera el coraz¨®n?
R. El coraz¨®n puede palpitar. Pero no tiene nada m¨¢s que ver.
P. ?La prensa o los programas del coraz¨®n tienen grasa, caspa o colesterol?
R. Yo no los miro. Creo que es absurdo.
P. D¨¦me una receta antiestr¨¦s.
R. Tres puntos fundamentales: el ejercicio f¨ªsico, la relajaci¨®n como el yoga y la reflexi¨®n de, al menos, veinte minutos al d¨ªa, en los que usted piensa y se organiza.
P. ?Qui¨¦n le produce m¨¢s estr¨¦s: Bush o Maragall?
R. Yo no quiero entrar en ning¨²n tema de ¨¦stos, pero s¨ª le puedo decir que Bush me produce estr¨¦s.
P. ?Usted se divierte?
R. Leo mucho, hago mucho deporte, hablo con mucha gente y tengo una vida muy variada.
P. Sin olvidar que debe de ser una fiera con la bici.
R. Llevo diez a?os con el ciclismo. Y en realidad me entreno sin bicicleta.
P. Pues eso s¨ª que tiene m¨¦rito.
R. Me entreno con el rodillo, utilizando la musculatura que luego usar¨¦ con la bicicleta. Creo que si subo todos esos puertos, el cincuenta por ciento es mental, confianza en m¨ª mismo. Esto es b¨¢sico para todo.
P. Y a usted le sobra esa confianza.
R. La he ganado. Yo tengo confianza en mis inseguridades. Hago lo que mi responsabilidad me dicta. Y esto me da tranquilidad. Vivimos en un mundo completamente loco al que tengo miedo.
P. Habla de retrasar la jubilaci¨®n: habr¨¢ quien quiera matarle.
R. La jubilaci¨®n en un trabajo concreto no es absurdo. Pero lsi estamos prolongando la vida y hay una buena calidad de vida, tenemos que estar obligados a servir a la sociedad de otra manera. Si no hacemos esto, va a haber un cataclismo econ¨®mico.
P. Algunos le matar¨¢n, pero el ministro de Trabajo le puede poner un piso.
R. Yo estoy muy estimulado, porque tengo muchos proyectos. Con el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares me hace mucha ilusi¨®n poder contribuir a la investigaci¨®n en este pa¨ªs, que es su futuro econ¨®mico. Y me ilusiona descubrir gente joven a la que apoyar, y poder hacer algo por la sociedad.
PERFIL
Con 63 a?os y dos hijos, este cient¨ªfico barcelon¨¦s, que lleva 35 a?os en Nueva York, da la impresi¨®n de haber llegado a colocar satisfactoriamente en su sitio cada uno de sus componentes humanos. Si encuentra un hueco entre sus trabajos en Europa y Am¨¦rica, espera que Ferran Adri¨¤ le ense?e a cocinar. Tiene unos ojos espl¨¦ndidos.
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