Lo p¨²blico y las vocaciones
La direcci¨®n del PSOE de Huelva, con motivo de la moci¨®n de censura de la hasta el s¨¢bado alcaldesa de Beas, ha declarado que en esta moci¨®n se ha actuado por intereses urban¨ªsticos y a?ade que "Beas es una perita en dulce para los especuladores". Pues, bien, no est¨¢n los tiempos para echar en saco roto las manifestaciones del secretario de organizaci¨®n del PSOE onubense. El conocimiento que est¨¢ llegando sobre la corrupci¨®n en materia urban¨ªstica de qui¨¦nes ven¨ªan gobernando en Marbella; los indicios de los delitos de malversaci¨®n, falsedad y tr¨¢fico de influencias que ha detectado el fiscal en casos relacionados con la gesti¨®n urban¨ªstica y contable del Ayuntamiento de Orihuela; la denuncia del Colegio de Arquitectos de Murcia contra el Plan Municipal de Ordenaci¨®n de 2001; los cambios que se han dado en el Ayuntamiento de Almu?¨¦car, d¨¢ndose de baja algunos concejales en los grupos pol¨ªticos con cuyas siglas accedieron al poder, lo que tambi¨¦n ha sucedido en el Ayuntamiento de Camas, y as¨ª un suma y sigue, ponen de manifiesto que las manifestaciones de este secretario provincial no pueden tomarse a la ligera.
Es mucho lo que hay en juego. Est¨¢ por delante el desarrollo urban¨ªstico de las ciudades y la decencia de sus instituciones. Y cuando est¨¢n en juego lo p¨²blico, no caben cegueras por el hecho de que algunos sinverg¨¹enzas pertenezcan o hayan pertenecido a un grupo pol¨ªtico. Su pertenencia, lo que deber¨ªa hacer es acentuar la intervenci¨®n y la responsabilidad del partido. No ya porque los actos de corrupci¨®n que pudieran cometerse les alcanzaran, sino porque son los primeros a los que puede llegarles la noticia de los intereses que hay en juego y su naturaleza. La dejadez y la inexigencia de responsabilidad o priorizar el hecho de gobernar sobre la decencia p¨²blica no pueden seguir avanzando.
Los grupos pol¨ªticos deber¨ªan tomar nota de lo ocurrido en Marbella y ponerse de acuerdo en algo tan sencillo como en hacer saber con hechos que no quieren ni toleran tramas mafiosas ni enriquecimientos de la noche a la ma?ana. Hay que salir de este c¨ªrculo especulativo. Sin duda es dif¨ªcil. La situaci¨®n est¨¢ extendida y la ciudadan¨ªa tiene la sensaci¨®n que, ante determinados delitos y por determinadas personas, la impunidad es el denominador com¨²n, lo que favorece su extensi¨®n. La Justicia no llega o si llega, es tarde. Se va a la pol¨ªtica de los hechos consumados y a acentuar la lentitud judicial mediante la utilizaci¨®n de los recursos judiciales para que el da?o ocasionado sea de tal magnitud que la reparaci¨®n devenga imposible. Se exige el esfuerzo de todos si se quiere que la actuaci¨®n que se est¨¢ siguiendo en Marbella sea el punto de arranque, que ayude a entender que lo p¨²blico est¨¢ al servicio de la colectividad, y que los tiempos de impunidad han pasado a mejor vida.
Un entendimiento que, de haberse tenido por las instituciones, es seguro que no habr¨ªa alcanzado los niveles de corrupci¨®n de Marbella y su modelo no se habr¨ªa extendido con la facilidad que lo ha hecho. Hay que terminar en origen con los casos que empiezan a denunciarse. Los grupos pol¨ªticos tienen que empezar a tomar conciencia que no todo exige una actuaci¨®n policial o judicial. Que antes de que los asuntos lleguen a los tribunales se empiezan a saber. Que, de raz¨®n, se conoce que hay indicios que permiten detectar que en muchas ocasiones al transfuguismo no le gu¨ªa los intereses pol¨ªticos, sino personales y econ¨®micos. Pueden ser indicios, como tambi¨¦n lo pueden ser el gran n¨²mero de pol¨ªticos, de unas u otras siglas, que acabada su etapa representativa descubren que su vocaci¨®n, de toda la vida, es la de asesores inmobiliarios, presumiendo de unos conocimientos y de una experiencia que, como no les haya llegado por inspiraci¨®n divina como a los ap¨®stoles, no tienen. Y son cientos. Todo un lujo que no deber¨ªa aceptarse con naturalidad. En cualquier caso, esperemos y confiemos que el secretario de organizaci¨®n del PSOE en Huelva se haya equivocado y que, al nuevo equipo municipal de Beas, le gu¨ªe lo p¨²blico. Y si no es as¨ª, que todos los grupos pol¨ªticos, sin excepci¨®n, act¨²en para evitar estos ¨®rdagos urban¨ªsticos.
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