La soprano que lleg¨® de Albania

Entre dos representaciones de La boh¨¨me en el Real, la soprano Inva Mula, que protagoniza la ¨®pera junto a Aquiles Machado, ha dado un recital en el teatro Cervantes de M¨¢laga con dos partes bien diferenciadas, una decididamente belcantista dedicada a Bellini y Rossini, y otra volcada especialmente en el repertorio rom¨¢ntico franc¨¦s. La soprano albanesa est¨¢ en un momento dulce. Se la rifan en Barcelona, Madrid y Bilbao, pongamos por caso, y el pr¨®ximo mes debuta como Manon en la Scala de Mil¨¢n. Est¨¢ de moda.

Mula tiene un instinto dram¨¢tico excepcional. Es, en primer lugar, una cantante de ¨®pera, aunque va dando pasito a pasito en el mundo de los recitales. Sus momentos de plenitud en M¨¢laga fueron en arias como Adieu notre petite table, de Manon, de Massenet, o Que vois-je l¨¤?, de Fausto, de Gounod. Su color vocal es de gran hermosura: aterciopelado, c¨¢lido. Ella lo utiliza con temperamento, con una pasi¨®n nunca desmelenada, pero s¨ª emotivamente convincente. Envuelve.

Sobriedad y contenci¨®n

En el repertorio belcantista le falta picard¨ªa. Su razonablemente bien cantada Regata veneciana, de Rossini, fue excesivamente acad¨¦mica, con escaso sentido interpretativo del humor. Sin embargo, mostr¨® una gran personalidad en Oh quante volte, de Capuletti e i Montechi, de Bellini. En las propinas deslumbr¨® con su atractiva versi¨®n, impecablemente pronunciada, de Del cabello m¨¢s sutil, de Obradors.

Acompa?¨® con sobriedad y contenci¨®n Edelmiro Arnaltes, un pianista que se las sabe todas. No en vano ha sido compa?ero de fatigas de artistas como Christa Ludwig, Renata Scotto, Alfredo Kraus, Katia Ricciarelli y un largo etc¨¦tera. El ¨¦xito refrend¨® el gran nivel del recital.