SOS Racismo ve xenofobia en las protestas de vecinos del Eixample contra comercios chinos

Las protestas y movilizaciones anunciadas por la Asociaci¨®n por un Eixample Sostenible contra los comercios chinos en ese barrio de Barcelona no tienen ninguna justificaci¨®n: son xen¨®fobas. Con esa rotundidad se expresaba ayer la organizaci¨®n SOS Racismo a prop¨®sito de las protestas y alertaba de que actitudes de ese tipo pueden poner en peligro la convivencia. Responsables del distrito optaron por intentar calmar los ¨¢nimos de todas las partes, pero dejando claro que no limitar¨¢n la actividad comercial de los ciudadanos chinos si sus establecimientos se ajustan a la normativa y tienen todos los permisos, seg¨²n dijo el segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella.

"El problema real existente es un problema comercial, de competitividad de un mercado libre, y por tanto esconder esto detr¨¢s de argumentos de convivencia, de defensa del comercio tradicional y de p¨¦rdida de identidad del barrio es una actitud racista que pone en peligro la convivencia", sostiene el comunicado de la organizaci¨®n. Basan esa opini¨®n en que nunca se han producido manifestaciones de vecinos con esos argumentos por el boom inmobiliario o por la proliferaci¨®n de franquicias internacionales de bares y comercios. "Ninguna asociaci¨®n comercial utiliza esos argumentos para denunciar el precio abusivo de los locales del centro de la ciudad", a?ade, tras lo cual destaca que eso s¨®lo se hace cuando se trata de comerciantes extranjeros extracomunitarios.

Apaciguar el clima

SOS Racismo defiende la actitud del Ayuntamiento de Barcelona de no poner otros l¨ªmites a la actividad comercial de los ciudadanos chinos y de defender la igualdad de derechos en favor de la cohesi¨®n social.

Desde el distrito se intenta apaciguar el clima, aunque se ve con preocupaci¨®n la actitud de algunos grupos pol¨ªticos en torno al problema. "Lo que no se debe hacer es calentar una asamblea", explic¨® un responsable del Eixample a prop¨®sito de las intervenciones de un consejero de CiU en la reuni¨®n que convoc¨® esa plataforma el pasado martes, movimiento del que las asociaciones de vecinos del entorno se est¨¢n desvinculando.

Fuentes del distrito argumentan, por ejemplo, que el porcentaje de problemas o irregularidades en los locales regentados por chinos es del 16%, cuando la media del resto es del 21%.

El segundo teniente de alcalde y presidente del distrito del Eixample, el republicano Jordi Portabella, rechaz¨® ayer la posibilidad de poner en marcha un plan de usos para evitar la proliferaci¨®n de comercios chinos en el barrio tal como pide Converg¨¨ncia i Uni¨®. Portabella argument¨® que los planes de usos sirven para regular el tipo de establecimientos que se instalan en una zona, pero que esta regulaci¨®n no puede hacerse "en funci¨®n del territorio del que proceden los propietarios de los comercios".

"?Es que los chinos s¨®lo tienen tiendas de todo a cien?", se pregunt¨® el edil. Y advirtio de que la comunidad china afincada en los entornos de la calle de Trafalgar, en el lado derecho del Eixample (conocida popularmente como Chinatown), regenta negocios de todo tipo: restaurantes, zapater¨ªas, centros de masajes y tiendas de ropa.

Descartado el plan de usos, Portabella apost¨® por otro m¨¦todo para evitar las suspicacias de los vecinos: hacer inspecciones para comprobar que estos locales "cumplen la normativa". En este sentido, desvincul¨® la pol¨¦mica de la pr¨®xima retirada de unos 60 r¨®tulos en establecimientos de la calle Trafalgar, que incumplen la normativa en esta materia. "No tiene nada que ver con su procedencia", a?adi¨®.

Converg¨¨ncia i Uni¨® replic¨® ayer que, si el plan de usos comercial ha sido "¨²til y efectivo" en la Rambla, tambi¨¦n puede serlo en los entornos de la calle Trafalgar. Joaquim Forn, concejal convergente adscrito al Eixample, consider¨® "vergonzoso" que, despu¨¦s de meses de protestas, el Ayuntamiento "todav¨ªa no se haya reunido" con los vecinos del barrio. El otro partido de la oposici¨®n en el consistorio, el PP, inst¨® "al Ayuntamiento, al Estado y a la Generalitat" a poner fin a los comercios chinos que se encuentren en situaci¨®n irregular.