Colisi¨®n en Palestina
El dif¨ªcil equilibrio entre la Autoridad Palestina, que preside el jefe de Al Fatah, Mahmud Abbas, y el Gobierno palestino, formado por el movimiento terrorista Ham¨¢s, comienza a desmoronarse porque sus objetivos son irreconciliables. Y el punto de no retorno puede haberse dado el mi¨¦rcoles, cuando el presidente palestino decret¨® la unificaci¨®n de los tres servicios de seguridad de la AP bajo la direcci¨®n del miembro de su partido Rashid Abu Shbak, sustray¨¦ndolos al control de Ham¨¢s, que gan¨® las elecciones del 25 de enero.
El Ejecutivo palestino correspond¨ªa a la medida congelando todos los nombramientos del anterior equipo de Fatah en los ¨²ltimos meses de su mandato, y acusaba a Abbas de querer crear un Gobierno paralelo. La ruptura puede consumarse si Ham¨¢s crea sus propios servicios de seguridad, lo que no ser¨ªa dif¨ªcil porque como movimiento armado ya cuenta con ellos.
Las posiciones respectivas son, en cualquier caso, incompatibles, puesto que la Autoridad Palestina, apoyada por Estados Unidos y la UE, exige a Ham¨¢s que renuncie a la violencia, que reconozca a Israel y que asuma todos los acuerdos suscritos por la entidad aut¨®noma. Y Ham¨¢s, aunque observa una tregua unilateral desde febrero de 2005, no acepta ning¨²n compromiso que no pase por la previa retirada de Israel a las fronteras anteriores a la guerra de 1967.
En esa l¨ªnea de apretar sin ahogar, Israel obligaba el mi¨¦rcoles al Gobierno palestino a celebrar su primer Consejo conectando por videoconferencia su sede de Gaza, donde se hallaba el grueso del Ejecutivo, con Ramala, en Cisjordania, que albergaba al resto de los ministros. Y ayer la polic¨ªa deten¨ªa durante unas horas al ministro para Jerusal¨¦n, Jaled Abu Arfa, cuando trataba de tomar posesi¨®n de su cargo en las afueras de la capital. Lo detuvo, lo interrog¨® y lo solt¨® para mostrar que hace lo que se le antoja en Palestina.
Ante todo ello, parece poco relevante que el l¨ªder de Kadima, Ehud Olmert, recibiera ayer el encargo de formar Gobierno en Israel. Lo que un d¨ªa fue un peleado pero activo proceso de paz, hoy es s¨®lo un campo intransitable de todos contra todos.
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