Una mujer al filo de la noticia
Tita Mart¨ªnez recuerda sus 30 a?os como periodista
Tita Mart¨ªnez lleg¨® al periodismo cuando rozaba los 50 a?os. "Mi vocaci¨®n de toda la vida era la de m¨¦dico, pero cuando mis cuatro hermanos se alistaron en la Divisi¨®n Azul, renunci¨¦ a irme a estudiar a Valencia para ayudar a mis padres en la tienda que ten¨ªamos en Albacete". Fue su esposo quien la anim¨® a entrar en la Escuela Oficial de Periodismo. "Mis hijas hab¨ªan terminado la universidad y yo pod¨ªa dedicarme de nuevo a estudiar", explica Tita. La llegada tard¨ªa a la profesi¨®n no rest¨® intensidad a la carrera de esta mujer de hierro que, a los 84 a?os, en su casa, rodeada de recuerdos, s¨®lo lamenta no tener ya paciencia para empezar a escribir un ¨²ltimo libro: La vuelta al mundo sin contar los d¨ªas.
"El haber tenido la oportunidad de conocer tantas cosas que al ciudadano normal no le son asequibles y recordar los viajes con los Reyes es lo que m¨¢s feliz me hace". Porque en su labor de reportera, adem¨¢s de escribir todo tipo de art¨ªculos costumbristas y reportajes para La Voz de Albacete, tambi¨¦n fue corresponsal en los viajes de Juan Carlos y do?a Sof¨ªa al extranjero. "Llegu¨¦ al periodismo con el fin de la dictadura, tuve el honor de licenciarme en la ¨²ltima promoci¨®n de la Escuela Oficial y nunca sent¨ª que me discriminaran por ser mujer".
Tita Mart¨ªnez es una mujer menuda, de ojos vivos, melena blanca -"parezco m¨¢s joven sin los tintes"- y mente despierta. Aunque son tantas las cosas, los viajes, los reportajes, que le resulta imposible acordarse de todo. Eso es lo que le sucede con la fotograf¨ªa que apareci¨® en el tomo La transici¨®n, de La Mirada del Tiempo. En la instant¨¢nea, Tina aparece por encima del hombro de Carmen Franco, marquesa de Villaverde, viendo unas medallas de su padre, Francisco Franco, en casa de su madre.
Su nieto Jaime le refresca la memoria de cuando en cuando, pero Tita reitera que lo ¨²nico que recuerda es que fue "una rueda de prensa" que se convoc¨® el d¨ªa siguiente en el domicilio de la esposa de Franco para explicar por qu¨¦ pretend¨ªa trasladar a Suiza 31 medallas y 7 insignias, que finalmente quedaron en la aduana del aeropuerto de Barajas en Madrid.
A los tiempos cambiantes que le toc¨® vivir en sus primeras andanzas en el mundo period¨ªstico, Tita se adapt¨® bien. "Procur¨¦ incorporarme de mente y de coraz¨®n a lo que iba ocurriendo. Trat¨¦ de no opinar, enterarme de todo y transmitir las cosas como mejor supe". Y a¨²n sigue al tanto de todo: "Compro cinco peri¨®dicos cada ma?ana".
Tita conserva el car¨¢cter fuerte que sin duda debi¨® ayudarle en el desempe?o de su profesi¨®n. "No tuve los inconvenientes de horarios que habr¨ªa tenido si mis hijas hubieran sido peque?as, pero creo que he sabido echarle el coraz¨®n y las agallas que hab¨ªa que echarle en cada momento. Ha sido una experiencia global incre¨ªble".
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