Rubalcaba, la pieza clave para la pol¨ªtica antiterrorista

El socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba ejercer¨¢ desde el pr¨®ximo martes como ministro del Interior. Afiliado al PSOE en 1974, ha ocupado los ministerios de Educaci¨®n y de Presidencia y fue el ¨²ltimo portavoz de Gobierno que tuvo Felipe Gonz¨¢lez.

Desde que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero accediera a la secretar¨ªa general del PSOE, en julio de 2000, Rubalcaba ha sido una pieza clave de la pol¨ªtica antiterrorista de su partido, primero, y del Gobierno, despu¨¦s.

Durante las negociaciones para acordar el texto del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que firm¨® el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con el PSOE el 8 de diciembre de 2001, los contactos de Rubalcaba con el entonces secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, fueron definitivos para alcanzar el consenso en pol¨ªtica antiterrorista que presidi¨® la ¨²ltima etapa del mandato del Partido Popular y la primera tras la victoria electoral socialista del 14 de marzo de 2004.

En el proceso que ha conducido al anuncio de la banda, ha sido un instrumento principal

En la etapa anterior, siendo secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, tambi¨¦n fue interlocutor, como responsable de comunicaci¨®n socialista, del Gobierno del PP en la tregua anunciada por ETA en 1998.

Desde su gesti¨®n del Pacto Antiterrorista, zanjada con ¨¦xito, Zapatero le ha encomendado siempre papeles complejos en momentos de dificultades pol¨ªticas evidentes.

En los casi dos a?os de Gobierno socialista, Rubalcaba se ha encargado de la negociaci¨®n del Estatuto de Catalu?a, que ha llegado a buen puerto en el Congreso tras una recorte importante de las competencias y de los poderes contenidos en el texto aprobado por el Parlamento catal¨¢n; ha negociado con distintos poderes del sector educativo para sacar adelante una Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n que recogi¨® numerosas protestas en la calle; y ha estado presente en las principales decisiones relacionadas con la pol¨ªtica antiterrorista.

Ha sido el negociador multilateral del Gobierno socialista desde su esca?o de portavoz del Grupo Parlamentario y, ahora, entra a formar parte del Gabinete con una cartera de importancia capital para la nueva etapa que se inicia para acabar definitivamente con el terrorismo en Euskadi y en Espa?a.

En los dos ¨²ltimos a?os, el dirigente socialista ha sido el n¨²mero dos de Zapatero en todo el proceso que ha conducido a la declaraci¨®n de alto el fuego permanente de ETA de hace 15 d¨ªas. Por eso, su nombramiento como ministro del Interior, cargo del que tomar¨¢ posesi¨®n el pr¨®ximo martes, no ha sorprendido a nadie.

El PP, en un hecho sin precedentes en democracia, ha salido en tromba contra este nombramiento, pues consideran a Rubalcaba el cerebro de una supuesta conspiraci¨®n orquestada contra el Gobierno del PP a ra¨ªz de los atentados del 11 de marzo de 2004, que costaron la vida a 191 personas.

El portavoz socialista, en una comparecencia ante la prensa el 13 de marzo, declar¨®: "Espa?a no se merece un Gobierno que mienta". Lo hac¨ªa tras el mensaje difundido por Mariano Rajoy, aquel d¨ªa candidato a la presidencia del Gobierno, para denunciar las manifestaciones ante las sedes del PP por parte de ciudadanos que se sent¨ªan enga?ados por un Ejecutivo que insist¨ªa en atribuir los atentados a ETA.

Los dirigentes populares consideraron que el cerebro de aquella presi¨®n social sobre sus sedes en distintas partes de Espa?a era Rubalcaba, y desde entonces acusan al dirigente socialista de su derrota electoral y de parte de sus males. Rajoy, presidente del PP, abandona el hemiciclo cada vez que toma la palabra el dirigente socialista y ayer encabez¨® desde Vitoria las invectivas contra el reci¨¦n nombrado ministro del Interior.

De momento, es el ¨²nico partido con el que Rubalcaba no se entiende, y eso desde hace relativamente poco tiempo porque antes el portavoz socialista era el interlocutor con el PP en materia de pol¨ªtica antiterrorista. De hecho, los dirigentes populares han puesto como ejemplo de buena relaci¨®n en materia antiterrorista, los contactos que manten¨ªan Zarzalejos y Rubalcaba. Ayer, llegaron a recuperar la historia pasada y relacionar a Rubalcaba con los Gobiernos que ampararon a los GAL, aunque el portavoz socialista no formaba parte del Ejecutivo en aquella etapa (1983-86). Fue ministro de la Presidencia y portavoz del Gobierno entre 1993 y 1996.

Los partidos nacionalistas, vascos y catalanes, recibieron con optimismo la noticia sobre la llegada de Rubalcaba al Ministerio del Interior para dirigir la nueva etapa. En los dos ¨²ltimos a?os, Rubalcaba se ha prodigado en entrevistas con dirigentes de formaciones nacionalistas para pactar distintos proyectos de ley y hablar de pol¨ªtica antiterrorista.

En las ¨²ltimas semanas, pese a que conoc¨ªa muchas de las claves relacionadas con el alto el fuego permanente de ETA, Rubalcaba mantuvo la discreci¨®n en todas sus declaraciones. Ayer, casi de madrugada, conoci¨® que Zapatero le encomendaba una de las tareas m¨¢s complejas, delicadas e importantes de la actual etapa democr¨¢tica.

Tras 36 a?os de terrorismo en Espa?a, el dirigente socialista ocupa el despacho principal del Ministerio del Interior con el reto de lograr el final definitivo de ETA y la consolidaci¨®n del alto el fuego permanente declarado por los terroristas.

Su primera reacci¨®n al conocer el comunicado de ETA fue pedir al PP una sonrisa y solicitarles su apoyo para trabajar "codo con codo" en el fin de la violencia en Euskadi. Zapatero se ha comprometido a buscar el acuerdo con el PP en la nueva etapa y Rubalcaba vuelve a ser su instrumento para lograrlo.