El Incasol vendi¨® oficinas en Ciutat Vella por debajo del precio de mercado
Los compradores fueron entidades sin ¨¢nimo de lucro, salvo en el caso de Edicions 62
Edicions 62 compr¨® en 1999 al Incasol (organismo p¨²blico entonces dependiente del Departamento de Pol¨ªtica Territorial ) tres locales contiguos en Ciutat Vella de Barcelona por debajo del precio de mercado. La escritura registra un precio de 721 euros el metro cuadrado. Las estad¨ªsticas municipales se?alan que el precio medio en ese momento era de 1.671 euros el metro cuadrado. El Incasol realiz¨® entre 1999 y 2004 otras 23 operaciones, la mayor parte de ellas en Ciutat Vella, pero en casi todos los casos los compradores fueron entidades sin ¨¢nimo de lucro. Tambi¨¦n compraron locales ICV, el sindicato USOC y el PSC, este ¨²ltimo ya gobernando el tripartito, aunque su contrato incluye una cl¨¢usula de recompra por parte de la empresa p¨²blica que no figura en el resto de contratos.
El 15 de julio de 2004 el Partit del Socialistes de Catalunya (PSC) compr¨® al Incasol un local en la calle dels ?ngels. Ten¨ªa, sigue teniendo, una superficie de 192,87 metros cuadrados y fue adquirido al precio de 751 euros el metro cuadrado, con un importe global de 144.845 euros. Las estad¨ªsticas que publica el Ayuntamiento de Barcelona se?alan que el precio medio del metro cuadrado en el distrito de Ciutat Vella en ese a?o era de 3.699 euros. Un portavoz del Incasol coment¨® que la venta se hizo en condiciones especiales, aunque similares a otras anteriores, debido a que el PSC es una entidad sin ¨¢nimo de lucro. Adem¨¢s, se?al¨® la misma fuente, este contrato incluye una novedad frente a otros anteriores del Incasol: el organismo p¨²blico se reserva indefinidamente el derecho de recompra aplicando como ¨²nico incremento el ¨ªndice de precios al consumo y, como mucho, las mejoras autorizadas. "No puede hablarse en ning¨²n caso de un pelotazo porque el PSC no puede hacer negocio con el local", afirm¨® el portavoz.
Este tipo de cl¨¢usulas no se utilizaban por primera vez. El Gobierno de CiU la introdujo en la ¨²ltima de las ventas de este tipo realizadas por el Incasol. Fue tambi¨¦n a una entidad ben¨¦fica y sin ¨¢nimo de lucro: la Fundaci¨®n Privada la Roda, que se hizo as¨ª con un local en Basses de Sant Pere 1, en Barcelona, al m¨®dico precio de 275 euros el metro cuadrado.
ICV y USO
Previamente, el Incasol hab¨ªa vendido locales a otros organismos. En Barcelona y, espor¨¢dicamente, en alg¨²n otro punto de Catalu?a. Por ejemplo, en el barrio de Torreforta de Tarragona facilit¨® la adquisici¨®n de un local a la entidad ecologista Centro de Iniciativas Ecol¨®gicas del Mediterr¨¢neo.
Pero las operaciones de mayor envergadura, entre las relacionadas con entidades sin ¨¢nimo de lucho son las de USOC, Iniciativa per Catalunya Verds y la cooperativa de UGT Qualitat o Habitatge social. En el caso del sindicato, su portavoz explica las peripecias que llevaron a la adquisici¨®n del local (en realidad tres locales contiguos) de unos 800 metros cuadrados en la calle de Sant Rafael. "Ten¨ªamos un local sindical que el Estado nos hab¨ªa dado en Martorell, pero quer¨ªamos estar en Barcelona y, al final, tuvimos que comprar ¨¦ste que nos ofreci¨® el Incasol". Por el medio hay diversas negociaciones y la oferta de ced¨¦rselo gratis pero haci¨¦ndose cargo de las obras. "El coste era tan alto que preferimos comprar", se?ala el mismo portavoz, que a?ade que el precio lo puso el Incasol y no fue discutido. El precio fue de 529 euros el metro cuadrado y la escritura se firm¨® el 24 de enero de 2002. El precio medio del metro ese a?o en el distrito era de 2.130 euros.
Tampoco Iniciativa discuti¨® el precio que pagar por el local (de nuevo tres locales) en la calle de Armengol. Fue de 751 euros el metro cuadrado para unos 400 metros. En situaci¨®n similar est¨¢n asociaciones de vecinos (en el barrio de Sant Cosme, en el Prat del Llobregat) el Servicio Catal¨¢n de la Salud (en Ciutat Vella, Barcelona), el Consejo Comarcal del Barcelon¨¦s (tambi¨¦n en Ciutat Vella) o el Institut d'Estudis Catalanas, en plena calle del Carme o el Foment de les Arts Decoratives (FAD). Ninguno de estos contratos incluye la cl¨¢usula de retracto a favor del Gobierno catal¨¢n que figura en la venta al PSC.
Pero entre los compradores est¨¢n tambi¨¦n la Asociaci¨®n Catalana de la Prensa Comarcal, entidad que agrupa 139 revistas diversas y tres diarios: Regi¨® 7, Segre y El Punt. Realiza para ellos desde cursos de formaci¨®n hasta asesor¨ªa jur¨ªdica.
Y, finalmente, Ediciones 62 que adquiri¨® tres locales, que suman casi 1.000 metros cuadrados, a 721 euros por metro cuadrado. La direcci¨®n actual explic¨® que no hay nadie de aquella ¨¦poca y que no tienen memoria de la operaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la fecha de adquisic¨®n y coste, aunque "en aquel momento casi nadie quer¨ªa instalarse en Ciutat Vella", lo que explicar¨ªa el bajo precio pagado. La escritura tampoco incluye la reserva del derecho de recompra por la empresa p¨²blica. Un portavoz de la Caixa, accionista mayoritario en Edicions 62, record¨® que en aquel momento (1999) la entidad era minoritaria en el capital social de la firma editora.
Otra venta es la de un local situado en la confluencia de Hospital con Rambla del Raval. El comprador fue la Associaci¨® Catalana de Premsa Comarcal. La venta se produjo el 11 de abril de 2000 a un precio de 663 euros el metro cuadrado, para una superficie total de 279,67 metros, lo que supuso un precio global de 185.306 euros. El presidente actual de la asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro explica que la compra se hizo en subasta. Una primera qued¨® desierta y en la segunda la entidad ofreci¨® el precio en sobre cerrado y gan¨®. "No hubo m¨¢s secreto. Salvo que como no dispone de tienda no interes¨® y por eso qued¨® desierto en la primera subasta".
Un contrato precursor de la ley de la vivienda
La cl¨¢usula del contrato de venta del local adquirido por el PSC prefigura una de las voluntades declaradas por la futura ley del derecho a la vivienda: la posibilidad de consolidar un mercado de segunda mano de vivienda barata, hoy casi inexistente. Lo que hay, en su lugar, es un potente mercado negro de la vivienda protegida fuera de todo control p¨²blico. El Departamento de Medio Ambiente y Vivienda desea que, en el futuro, los locales vendidos reviertan en el erario p¨²blico o, cuando menos, formen parte de un mercado transparente. De ah¨ª que la futura ley incluya la previsi¨®n de que las viviendas protegidas no puedan ser vendidas por su propietario a quien le parezca, sino que haya una lista p¨²blica y transparente de compradores. Detr¨¢s est¨¢ la convicci¨®n de que la vivienda p¨²blica es una ayuda al ciudadano, no un mecanismo que permita la especulaci¨®n.
Lo mismo pasa en el caso de las ventas del Incasol a entidades sin ¨¢nimo de lucro: si luego desean vender, deber¨¢n hacerlo al Incasol, de modo que el Gobierno catal¨¢n, de quien depende esta empresa, podr¨¢ actuar de nuevo beneficiando a otras entidades. Lo que pasa es que las ventas efectuadas por el Incasol en los a?os de CiU olvidaron la cl¨¢usula de recompra, de modo que el comprador pod¨ªa, si el mercado sub¨ªa, como ha ocurrido, apuntarse al pelotazo.
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