Una ins¨®lita estrella de la paz
La dimisi¨®n de Rom¨¢n Sudupe como portavoz del PNV en el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, que se produjo el pasado lunes, ha sido interpretada en el Pa¨ªs Vasco como una muestra m¨¢s de las tensiones por las que atraviesa el Partido Nacionalista Vasco no s¨®lo por las diferencias de criterio entre el presidente del Euskadi Buru Batzar, Josu Jon Imaz, y el responsable de la ejecutiva en Guip¨²zcoa, Joseba Eguibar, origen de esa dimisi¨®n, sino tambi¨¦n por la enquistada posici¨®n del lehendakari.
Juan Jos¨¦ Ibarretxe, seg¨²n algunos de sus ¨²ltimos interlocutores, sigue convencido de las virtudes de su plan soberanista como posible mecanismo de un acuerdo pol¨ªtico, mientras que otros sectores del partido lo dan por completamente caducado, lo consideran un verdadero problema a la hora de establecer nuevas relaciones con el PSOE, e incluso un inconveniente insuperable para explorar otras posibilidades futuras. La cuesti¨®n es que, en teor¨ªa, el lehendakari tiene todav¨ªa por delante un largo mandato de tres a?os.
La dimisi¨®n de Sudupe demuestra las tensiones en el PNV no s¨®lo entre Imaz y Egibar, sino tambi¨¦n con un 'lehendakari' enquistado en su antiguo plan
Nadie espera en el Pa¨ªs Vasco que se produzcan movimientos pol¨ªticos antes de las elecciones municipales del a?o pr¨®ximo, en las que se supone que Batasuna, o su equivalente legalizado, intentar¨¢ dar un buen bocado en el electorado nacionalista. El resultado de las elecciones municipales abrir¨¢ adem¨¢s una etapa interesante de alianzas pol¨ªticas en grandes ciudades y localidades importantes que permitir¨¢ conocer mejor el balance de fuerzas dentro del PNV: entre quienes, como Egibar, pueden defender un Lizarra II -es decir, un frente nacionalista radical- y quienes, como Imaz y la secci¨®n vizca¨ªna del partido, huir¨¢n con todas sus fuerzas de esa salida pol¨ªtica.
A la espera de la confirmaci¨®n del abandono de las armas por parte de ETA y de los movimientos previos necesarios para esas elecciones municipales, buena parte de los responsables socialistas se muestran bastante preocupados con lo que consideran una maniobra de Batasuna para presentarse ante la opini¨®n p¨²blica del Pa¨ªs Vasco como los impulsores y protagonistas del proceso de paz.
Muchos militantes socialistas vascos contemplan con malestar la campa?a de los dirigentes de HB en Euskadi no s¨®lo para legalizarse inmediatamente por v¨ªa de los hechos, sino, sobre todo, para presentarse como "campeones de la paz", los responsables del mayor esfuerzo para acabar con la violencia. Una cosa es comprender que Batasuna, o su equivalente, tenga un papel muy importante en el proceso abierto tras la declaraci¨®n de tregua permanente, como todo el mundo acepta, y otra admitir que ese papel pol¨ªtico se confunda con su presentaci¨®n como los aut¨¦nticos padres de la nueva etapa, comenta, indignado, un diputado del PSOE.
Esos mismos responsables socialistas se alegran de que la legalizaci¨®n por v¨ªa de los hechos haya quedado cortocircuitada por la decisi¨®n de la Audiencia Nacional de considerar ilegales actos como el convocado para hoy domingo en el Kursaal de San Sebasti¨¢n. El dirigente batasuno Joseba Permach reconoci¨® el mismo jueves la imposibilidad de celebrar actos p¨²blicos de esta envergadura en esas condiciones, pero asegur¨® que la presi¨®n para ese reconocimiento de facto continuar¨¢ en la calle, con el mayor n¨²mero posible de movilizaciones. Los pr¨®ximos meses ser¨¢n, pues, bastante m¨¢s movidos de lo que algunos creyeron inicialmente.
Eventuales escenarios
Aunque dentro del PSOE proliferan las llamadas a la prudencia y las invitaciones a dejar de especular sobre el futuro pol¨ªtico de Euskadi, la realidad es que no hay conversaci¨®n que no derive en el an¨¢lisis y comentario de eventuales escenarios vascos. El manifiesto firmado por mujeres de todos los partidos, salvo las del PP, con el compromiso de respetar lo que se decida en Euskadi provoc¨® m¨¢s confusi¨®n que otra cosa. Especialmente cuando la socialista Gema Zabaleta realiz¨® una extra?a distinci¨®n entre "reconocer el derecho a decidir" y "establecer el respeto a lo que se decida".
El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, al que no le gustan nada las especulaciones dentro del PSOE, intent¨® esta semana acotar el debate recordando que cualquier acuerdo tendr¨¢ que ajustarse a la legalidad constitucional vigente. Personas pr¨®ximas al presidente consideran adem¨¢s que no hay ninguna posibilidad de reformar el actual estatuto de autonom¨ªa antes de las pr¨®ximas elecciones generales, en 2008. Colocar el horizonte en 2009, por ejemplo, ayudar¨ªa, sin duda, a enfriar el debate.
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