El misterio de las papeletas
Abundan las denuncias de irregularidades, pero el recuento se centra en 82.850 votos
Una caja de votos encontrada en la basura, un pueblo donde se tragaron mil votos de Forza Italia, 30.000 papeletas perdidas en el viaje de Suiza a Roma... Los errores y las irregularidades abundan, pero el recuento iniciado ayer se centra en 82.850 votos discutidos por alg¨²n interventor electoral y, por tanto, temporalmente invalidados. La victoria del centro-izquierda en la C¨¢mara de los Diputados, por s¨®lo 24.224 votos de ventaja, est¨¢ en manos de un centenar de jueces encargados de establecer el resultado definitivo.
"No siento ning¨²n temor respecto a un posible vuelco del resultado, la nuestra es una victoria absolutamente tranquila". Romano Prodi se mostr¨® ayer seguro de su mayor¨ªa e ironiz¨® sobre la negativa de Silvio Berlusconi a aceptar los resultados provisionales: "Es curioso que Berlusconi plantee esas dudas cuando controla el Ministerio del Interior y tiene en la mano todos los datos; ser¨¢ que no se f¨ªa de s¨ª mismo, ser¨¢ que atraviesa una crisis de identidad", coment¨® Il Professore.
30.000 sufragios se 'perdieron' durante el viaje de Suiza a Roma
Por una vez, sin embargo, Il Cavaliere ten¨ªa su punto de raz¨®n. En las elecciones de 2001, con un Ministerio del Interior en manos del centro-izquierda, la diferencia entre los datos provisionales y los datos definitivos fue de 57.000 votos. El ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, record¨® el martes que el resultado del escrutinio era "provisional" hasta que se verificaran todas las reclamaciones y se analizaran las papeletas discutidas. Los encargados de verificar los votos en litigio eran un centenar de jueces, designados por el Tribunal Central de Apelaci¨®n y distribuidos por todas las provincias. El recuento integral de los casi 40 millones de votos emitidos estaba prohibido por la ley, aunque grupos cercanos a Alianza Nacional abrieran ayer en Internet una p¨¢gina llamada www.ricontiamo.com para exigir precisamente eso, un nuevo escrutinio desde el principio.
El margen de error en el primer recuento, el efectuado desde las 3.00 del lunes hasta la ma?ana del martes, parec¨ªa bastante amplio. Las mesas suelen contar bien y se limitan a dejar de lado, contabilizadas en un rengl¨®n aparte, las papeletas que uno o m¨¢s interventores consideran inadmisibles y otros interventores, en cambio, consideran v¨¢lidas. Los problemas empiezan despu¨¦s, cuando los n¨²meros emprenden un largo y tortuoso viaje telef¨®nico hasta Roma. El presidente de la mesa se encarga de llamar al Ayuntamiento y da verbalmente los datos contenidos en el acta, firmada por los interventores y por ¨¦l mismo. El Ayuntamiento telefonea a su vez a la Prefectura, donde un funcionario toma nota y telefonea a una Junta Electoral, para que otra persona vuelva a anotar y llame finalmente al Ministerio del Interior.
Ese procedimiento propicia errores como el de Regalbuto, un pueblo siciliano en el que Forza Italia consigui¨® 1.096 votos. Un error en la lectura, una interferencia telef¨®nica o la dureza de o¨ªdo de un funcionario hicieron que a Roma llegaran s¨®lo 96 votos. Como el error era redondo y contradec¨ªa las sumas totales establecidas en el acta, fue detectado inmediatamente. Pod¨ªa darse por corregido, por lo que oficiosamente la ventaja del centro-izquierda baj¨® de 24.224 votos a 23.224.
Otros errores fueron m¨¢s espectaculares. Ayer por la ma?ana, en Roma, una se?ora que dejaba la bolsa de la basura en un contenedor vio una caja llena de papeletas. Se fij¨® en ellas y comprob¨® que no eran impresos sobrantes, sino votos reales, 900 en total. La polic¨ªa acudi¨® de inmediato, una patrulla de basureros examin¨® todos los contenedores de la zona y el fiscal Ippolito Adelchi se hizo cargo del caso. Hacia media tarde, el misterio parec¨ªa resuelto: despu¨¦s de firmar el acta y efectuar la llamada telef¨®nica, el presidente de la mesa 958 de Roma meti¨® los votos en cajas de cart¨®n, las cerr¨® y las entreg¨® a un ujier que, escoltado por la Polic¨ªa Municipal, se encarg¨® de llevarlas a las dependencias de la Junta Electoral. Pero hab¨ªa otras cajas de cart¨®n id¨¦nticas, llenas de papeles y desperdicios. El ujier, por descuido, llev¨® a la Junta Electoral una caja de basura y arroj¨® en un contenedor un mont¨®n de votos v¨¢lidos ya contabilizados.
Los votos de los italianos en el extranjero se perfilaban como especialmente dudosos. Ya el 9 por la ma?ana, con las urnas reci¨¦n abiertas, un senador democristiano denunci¨® "un mercado negro de votos" en Buenos Aires y pidi¨® que se anularan las papeletas procedentes de Argentina. Otro parlamentario de Forza Italia, Gino Trematterra, denunci¨® ayer al diario Journal de Geneve que en Suiza hab¨ªan votado 188.000 emigrantes italianos, y a Roma hab¨ªan llegado, sin embargo, s¨®lo 158.000. Por el camino se hab¨ªan perdido 30.000.
Otro senador de Forza Italia, Paolo Guzzanti, padre de la humorista Sabina Guzzanti (autora de la pel¨ªcula Viva Zapatero) y tan exagerado como ella, pero en la direcci¨®n pol¨ªtica contraria, pint¨® un panorama dantesco: "Vengo del lugar donde se revisan las papeletas discutidas en Roma", declar¨®, "y he asistido a un espect¨¢culo obsceno: los votos no contabilizados, pero claramente expresados a favor de los partidos de la Casa de las Libertades, son decenas y decenas en cada mesa". "Los presidentes de las mesas electorales", prosigui¨®, "anularon papeletas porque el elector, evidentemente anciano, no pudo trazar un signo vigoroso, aunque marcara con una l¨ªnea lo bastante clara el s¨ªmbolo de un partido. Nos encontramos ante una apropiaci¨®n indebida de la voluntad popular", concluy¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.