Empresa del delito

A Bernardo Provenzano, apodado El Tractor, un hombre de honor seg¨²n se denominan a s¨ª mismos los miembros de la Mafia siciliana, se le considera responsable de cientos de asesinatos, muchos de ellos por propia mano, en su juventud, antes de convertirse en el jefe m¨¢ximo de la onoratta societ¨¤. Su carrera de delincuente termin¨® hace dos d¨ªas cerca de donde hab¨ªa nacido hace 73 a?os, en el pueblo de Corleone, cuyo nombre resulta familiar a millones de personas por la pel¨ªcula de Francis Ford Coppola.

La Mafia es una organizaci¨®n, pero es sobre todo un m¨¦todo. Su materia prima es la intimidaci¨®n: produce miedo y trafica con la protecci¨®n que ofrece contra ese temor. Eso ocurre en otros muchos lugares donde aparecen organizaciones que disputan al Estado el monopolio de la fuerza, pero en ning¨²n otro lugar ha adquirido una implantaci¨®n comparable a la de la Mafia en Sicilia. Desde hace d¨¦cadas es una poderosa empresa que gestiona el delito (adem¨¢s de la extorsi¨®n, el contrabando y tr¨¢ficos diversos: droga sobre todo, y tambi¨¦n armas) y blanquea los beneficios as¨ª obtenidos mediante su participaci¨®n en m¨²ltiples negocios. Ya no aquellas lavander¨ªas de las pel¨ªculas: inmobiliarias, negocios financieros; y control de actividades como la entrada de mercanc¨ªas en los mercados centrales de las ciudades, las licitaciones de obras p¨²blicas, la gesti¨®n a trav¨¦s de hombres de paja de grandes hospitales. Una empresa delictiva en su base pero en la que participan personas de apariencia respetable y que, seg¨²n algunas fuentes, factura unos 20.000 millones de euros al a?o.

Bernardo Provenzano estaba en el v¨¦rtice de esa pir¨¢mide. Su detenci¨®n s¨®lo podr¨¢ considerarse un ¨¦xito policial si se prescinde del hecho de que llevaba 43 a?os burlando a la polic¨ªa. Algo que s¨®lo se explica si adem¨¢s de con una red de protecci¨®n sobre el terreno contaba con complicidades entre los encargados de capturarle. La teor¨ªa de que la inacci¨®n era la t¨¢ctica m¨¢s adecuada para hacer frente a la Mafia ha contado siempre con defensores te¨®ricos y pr¨¢cticos. Ello engrandece las figuras de quienes se enfrentaron a ella con rigor y riesgo, como los magistrados Falcone y Borsellino, asesinados en 1992. La ofensiva directa contra el Estado oblig¨® a las autoridades a reaccionar con m¨¢s medios y energ¨ªa, y un a?o despu¨¦s era detenido el jefe m¨¢ximo, Tot¨® Riina, a quien sucedi¨® El Tractor ahora capturado.