?Qu¨¦ hay el d¨ªa despu¨¦s de la medalla? V¨¦rtigo
Atletas de ¨¦lite, entrenadores y directivos denuncian el vac¨ªo al final de la competici¨®n profesional
La entrevista concluy¨® as¨ª: "... Es una pena que tenga que ocurrir lo que ha pasado con Jes¨²s [Roll¨¢n] para que la gente se d¨¦ cuenta de que hay un d¨ªa despu¨¦s". Fue la ¨²ltima frase de Ernesto P¨¦rez, subcampe¨®n ol¨ªmpico de yudo en Atlanta y ahora t¨¦cnico el¨¦ctrico en Telemadrid.
Han pasado 10 a?os desde que obtuvo aquella medalla y cuatro desde que se retir¨®. Cumpli¨® los 30 a?os en el avi¨®n de ida a los Juegos Ol¨ªmpicos de Sidney (2000). "En ese momento me di cuenta de que aqu¨¦lla era mi ¨²ltima competici¨®n", dice. Pero tuvo que romperse los dos abductores de las dos piernas en el Campeonato de Europa de 2002 para emprender de verdad la retirada.
Nadie sabe exactamente cu¨¢ndo llega el momento. Nadie lo quiere saber. Todos ellos, con sus vidas enteras dedicadas en cuerpo y alma al deporte, conocen la leyenda de "el d¨ªa despu¨¦s". Un cuento turbio que han o¨ªdo muchas veces y que empieza por "que esto se acaba" y termina con "que luego no hay nada". Se lo saben bien. La teor¨ªa se la conocen y, aun as¨ª, se aferran a un presente que se les escapa entre ¨²ltima y ¨²ltima competici¨®n.
Todos conocen la leyenda de "el d¨ªa despu¨¦s". Un cuento turbio que empieza por "que esto se acaba" y termina con "que luego no hay nada"
"No hay nada. Ni durante ni despu¨¦s. No nos cambian ni los ex¨¢menes de la Universidad. S¨®lo piensan en los resultados", dice un compa?ero de Roll¨¢n
-Mira, por ah¨ª va un campe¨®n de Europa, se?ala Ricardo Leiva, director de Deportes del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE).
El campe¨®n, con mochila al hombro y anchas espaldas, es David Alarza, otro yudoca de 29 a?os en el camino de retirada. Sale del entrenamiento matutino en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid.
"No espero nada"
-Habr¨ªa mucho que hablar, pero yo no espero nada. Lo que me llevo de aqu¨ª es lo que yo he vivido y mis medallas. Yo no necesito mucho, el yudo ha sido mi pasi¨®n y he vivido por y para ello, pero no podemos vivir del aire. Tengo una beca de 17.000 euros al a?o por ser campe¨®n de Europa, pero si no la revalido ahora en mayo en el Campeonato de Europa, me la quitan. Y entonces ?qu¨¦...? Es algo irrisorio, pero en fin... Menos mal que Dios me ha dado buenos brazos y espalda para poder trabajar...
Como la mayor¨ªa de los deportistas de alta competici¨®n, lleva entrenando desde la ni?ez. Los a?os cruciales de su vida han coincidido con los a?os ¨¢lgidos de su competici¨®n y, claro, como en la mayor¨ªa de los casos, los estudios acaban qued¨¢ndose de lado. Se acerca ese d¨ªa del final, pero... "S¨®lo pienso en Europa el mes pr¨®ximo y en prepararme para entrar en la Olimpiada de Pek¨ªn en 2008. Nada m¨¢s. Luego, ya veremos".
Esta manera de afrontar el fin de una carrera deportiva es muy com¨²n. Ven c¨®mo se acerca ese d¨ªa sin tener nada claro. A sus 36 a?os, Nacho Azofra, el base del equipo de baloncesto Adecco
Estudiantes, vive una situaci¨®n similar, aunque quiz¨¢ algo m¨¢s desahogada porque los honorarios de los baloncestistas son superiores, con mucho, a los de los yudocas. "No s¨¦... Bueno, yo empec¨¦ F¨ªsicas y luego lo dej¨¦. Despu¨¦s empec¨¦ ?ptica y tambi¨¦n lo dej¨¦. Me acomod¨¦. ?sa es una espina que tengo clavada. En todos los deportes de alto nivel es muy dif¨ªcil compaginar trabajo y entrenamiento, pero los estudios se pueden sacar, s¨®lo que a otro ritmo", asegura ahora que ya firma contratos con su equipo a?o a a?o. "No s¨¦ lo que voy a hacer. Voy a acabar el a?o. Me gustan muchas cosas y me gustar¨ªa ensayar algo alejado del deporte. Estoy dispuesto a aprender. Ya veremos qu¨¦ pasa", dice a la vez que recuerda a todos los compa?eros que han tenido dificultades tras dejar el baloncesto.
"?Qu¨¦ pasa?, que se encuentran con 29 a?os sin la formaci¨®n que se les requiere para reinsertarse en el mercado laboral y acostumbrados a una vida m¨¢s o menos llevadera y, de pronto, les ofrecen un puesto de reponedor de cajas que desechan y empiezan los problemas...", comenta Leiva.
"A m¨ª se me cae el alma a los pies cada vez que viene un chico a preguntarme qu¨¦ puede hacer con su vida tras dejar la competici¨®n. Y tengo que decirle que, desgraciadamente, no puedo hacer nada o muy poco", apostilla Antonio Esteban, presidente de la Federaci¨®n de Gimnasia.
Entrenadores, directivos deportivos y deportistas, todos coinciden en que es el momento m¨¢s complicado y que se sienten sumamente "solos", "perdidos", "abandonados", "desorientados", "desubicados"... Hablan de pasar de un mundo conocido, en el que se sienten seguros y donde conocen las claves del ¨¦xito, a otro desconocido, en el que se sienten inadecuados. Parad¨®jicamente desentrenados para la competici¨®n de su vida, tras pasar sus mejores a?os en el gimnasio. Se rompe la burbuja de la sala de entrenamiento, de los viajes de competici¨®n, de las concentraciones de deportistas, de los campeonatos nacionales e internacionales que les cubrieron de gloria y les llevaron a las p¨¢ginas de los peri¨®dicos "y, de un d¨ªa para otro, pasas de sentirte una estrella a un in¨²til", en palabras del ciclista Pedro Delgado. "El d¨ªa despu¨¦s, es como se llama en el mundo del deporte. Te sientes perdido, vac¨ªo. Mi caso, que me he reconvertido en comentarista deportivo, es at¨ªpico y una excepci¨®n. Pero estoy harto de ver lo que ocurre. Nadie cuenta con esos deportistas despu¨¦s, aunque son un capital humano valios¨ªsimo", a?ade.
Estas sensaciones y sus respectivas conclusiones no son nuevas. El suicidio de Jes¨²s Roll¨¢n ha vuelto a sacarlas a la palestra. Porque todos saben que pidi¨® ayuda cuando ya hab¨ªa hipotecado todo lo que ten¨ªa, cuando viv¨ªa una situaci¨®n desesperada con su familia, y fuentes cercanas a su entorno aseguran que recibi¨®, como otros, limosnas.
Cinismo. Hay quienes como Jos¨¦ Mar¨ªa Barca, compa?ero de Roll¨¢n durante 12 a?os, no tienen pelos en la lengua para ponerle ese calificativo a la situaci¨®n actual. Barca, de 31 a?os, a diferencia de muchos de sus compa?eros que dejaron los estudios a edades tempranas, dej¨® el equipo nacional de waterpolo despu¨¦s de haber conseguido sacarse dos carreras a base de aprobar todas las asignaturas en los primeros semestres de cada a?o, y con el fin de empezar unas pr¨¢cticas en una empresa. "No hay nada, ni durante ni despu¨¦s. No se cuida nada. No nos cambian ni los ex¨¢menes en la Universidad. Nos concentran durante seis meses entrenando seis u ocho horas diarias. Eso no es compatible con nada. Hay un minucioso seguimiento de nuestros progresos deportivos y de nuestros resultados, pero nulo con respecto a nuestros estudios. Las becas son rid¨ªculas, las m¨¢ximas son de 30.000 euros al a?o para los campeones ol¨ªmpicos por equipos y de 60.000 para los individuales", asegura ahora que sigue compitiendo con su club. Y recuerda el estremecimiento que le produjo el otro d¨ªa una reuni¨®n con los m¨¢s j¨®venes de su equipo que, a los 18 y 19 a?os, sue?an con ser nacionales: "Eran fotocopias de Roll¨¢n".
Pues ah¨ª est¨¢n ¨¦stos y otros muchos m¨¢s, y m¨¢s que vienen detr¨¢s. Jes¨²s Carballo (29 a?os), campe¨®n ol¨ªmpico de gimnasia, retirado hace un a?o y que va a montar un gimnasio; Lerea Elso (32), campeona ol¨ªmpica de gimnasia que trabaja en un gabinete de prensa; Cristian Baz¨¢n (16), en un centro de alto rendimiento desde los 13 y con la vista puesta en las Olimpiadas de Pek¨ªn... Los que traen medallas y los que no, todos los que entrenan seis horas diarias durante a?os y compiten en nombre de su pa¨ªs. La mayor¨ªa no esperan nada ese d¨ªa despu¨¦s. Pero cuando David Alarza se despide del director de Deportes del COE lo hace con un: "Ricardo, no te olvides de m¨ª".
La Oficina del Deportista
LAS DENUNCIAS que se han sucedido a ra¨ªz de la muerte de Jes¨²s Roll¨¢n; la evidencia de que tras una vida de medallas luego los deportistas no encuentran nada salvo un pertinaz vac¨ªo administrativo, han hecho que el presidente del COE, Alejandro Blanco, se preocupe por dar una soluci¨®n: "Los deportistas sufren un choque brutal. Es un tema de formaci¨®n y de futuro, porque la ayuda al deportista debe venir mientras est¨¢ compitiendo". Para ello han puesto en marcha, como recog¨ªa su programa electoral, la Oficina del Deportista. Un nuevo organismo que da sus primeros pasos y que coordina Ricardo Leiva, el director de deportes del COE. "Tiene un ¨¢rea informativa en el ¨¢mbito laboral (ofertas p¨²blicas de empleo) y otra de cursos y becas para un posible futuro profesional; un ¨¢rea formativa: convenios del COE con vistas a su integraci¨®n laboral (acceso a la Universidad para mayores de 25 a?os, cursos de inteligencia emocional para adaptarse a la nueva vida, de gesti¨®n del patrimonio...); unos servicios psicol¨®gicos, fiscales y legales, y una bolsa de trabajo para que empresas del sector demanden a los deportistas". Los beneficiarios: los que fueron a Atenas y los que se preparan para Pek¨ªn, pero est¨¢ abierto a otros, previa solicitud de sus federaciones. Pues eso: ver para creer.
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