Radio Liberty
Hace mucho tiempo que Ava Gardner no se pasea por la playa de Tossa. Tampoco a Ursula Andress se la espera en la de Pals, saliendo de las aguas con un espectacular bikini blanco. ?Qu¨¦ iba a hacer all¨ª la chica cuando Radio Liberty, nuestro Doctor No particular, ha sido desmontada ya para siempre?
La guerra fr¨ªa, la caza de brujas, la obsesi¨®n anticomunista. Buenas noches y buena suerte. Tambi¨¦n la goma de mascar, el zippo, tu vou'fa' l'americano, Bienvenido m¨ªster Marshall. Los alegres chicos de Atzavara descubr¨ªan el paraje al tiempo que lo hac¨ªan las blancas valquirias venidas del norte.
"Se o¨ªan buenos programas de jazz por Radio Liberty". Lo recuerda Josep Lloret, alma del festival de m¨²sica de Torroella de Montgr¨ª, ex director del Auditorio de Barcelona, l¨ªder de la campa?a ecologista de las d¨¦cada de 1970 y 1980 para preservar los aiguamolls ampurdaneses. En 1966, con 23 a?os, Lloret, nacido en Palam¨®s, obten¨ªa una plaza fija en la secci¨®n de transmisores de la estaci¨®n. Era un buen empleo: los trabajadores contratados, unos 200 en los inicios, gozaban ya de las 40 horas semanales y de incrementos salariales autom¨¢ticos acordes con el IPC. Una isla de felicidad en medio del p¨¢ramo laboral. "Todo eso era muy bueno, en efecto. Pero cuando yo entr¨¦, de los 200 t¨¦cnicos iniciales ya s¨®lo quedaban unos 125". Tras la ¨²ltima emisi¨®n, el 30 de octubre de 1995, s¨®lo permanecieron 37 personas para el mantenimiento de las instalaciones, que se cerraron definitivamente en 2001. Ahora quedan los seguratas de una empresa contratada que, hace un par de domingos, se afanaban por expulsar del recinto a varios curiosos que hab¨ªan entrado por una parte en que la verja estaba tumbada.
En 1955, una secci¨®n de la CIA bautizada con el recrativo nombre de American Commitee for Liberation (Amcomlib), llev¨® a acabo estudios exhaustivos en Europa y ?frica para determinar los lugares m¨¢s id¨®neos donde instalar repetidores de radio con el fin de emitir programas de propaganda en los pa¨ªses ubicados m¨¢s all¨¢ del tel¨®n de acero. La playa de Pals fue uno de los enclaves escogidos por ofrecer un gran espacio abierto al mar que al parecer act¨²a como pantalla (para m¨¢s detalles v¨¦ase la excelente p¨¢gina www.radioliberty.org). Los americanos compraron la parcela de 333.500 metros cuadrados en 1958, pagaron por ella, seg¨²n escritura p¨²blica, 7.673.073 pesetas y la pusieron a nombre del Estado espa?ol para que pudiera cobrarles un alquiler. ?Albricias, m¨ªster Marshall! El 23 de marzo de 1959, pasadas las tres de la madrugada, se oy¨® por primera vez a muchos kil¨®metros de all¨ª el grito de guerra de la emisora: "Govorit Radio Svoboda", "Habla Radio Libertad".
"Emit¨ªamos para Rusia en 16 lenguas diferentes. Los de transmisiones no entend¨ªamos nada. En la secci¨®n de emisi¨®n s¨ª hab¨ªa gente que hablaba ruso. Recuerdo dos o tres aviadores de la Rep¨²blica que luego hab¨ªan sido machacados por Stalin y trabajaban all¨ª, o ni?os de la guerra que hab¨ªa sido acogidos en Rusia. All¨ª no hab¨ªa centro de producci¨®n de programas. Al principio las latas llegaban por avi¨®n desde M¨²nich, donde estaba la redacci¨®n, a El Prat. All¨ª las recog¨ªa uno de los coches oficiales y las llevaba a Pals".
M¨¢s tarde las emisiones fueron ya por enlace-radio. El 27 de junio de 1968 se lanzaba un programa real para una audiencia estimada de 70 millones de personas. La extraordinaria potencia ven¨ªa dada por la uni¨®n de los cuatro transmisores de onda corta de la sala Continental que consegu¨ªan alcanzar la desorbitada potencia de un megavatio (un mill¨®n de vatios). "Govorit Radio Svoboda", alto y claro.
"Se dec¨ªan muchas cosas de Radio Liberty: que las radiaciones eran peligrosas, que hab¨ªa una base de misiles... Yo mismo el d¨ªa que entr¨¦ a trabajar pregunt¨¦ si era verdad que exist¨ªa una gruta con submarinos nucleares". No lo era. Ursula Andress nunca surgi¨® de las aguas de Pals con su bikini blanco. En cambio, s¨ª lo hizo un ping¨¹ino. "Nunca supimos c¨®mo lleg¨® hasta all¨ª. Supusimos que hab¨ªa saltado de un barco. El caso es que avisamos al zoo de Barcelona para que pasara a buscarlo. Se moviliz¨® al cabo de dos d¨ªas. El pobre ping¨¹ino muri¨®. Tambi¨¦n recuerdo muchos zancudos de los estanques cercanos atrapados en los cables de las antenas". Ah¨ª nac¨ªa una conciencia ecologista.
Hasta 1973 la emisora permaneci¨® bajo control directo de la CIA. A partir de esa fecha pas¨® a recibir fondos del Gobierno y a estar controlada por el Congreso. La Administraci¨®n de Carter dio un nuevo impulso a las emisoras de propaganda, posteriormente conocidas como "el micr¨®fono de Reagan" por los importantes fondos con que las dot¨® este presidente. La puntilla la iba a dar la ca¨ªda del muro, en 1989. Pero Radio Liberty a¨²n tuvo cierta notoriedad en 1991, cuando Mijail Gorbachov explic¨® que la emisora hab¨ªa sido su ¨²nico medio de contacto con el exterior cuando permaneci¨® secuestrado durante el golpe de estado. Por esa ¨¦poca Josep Lloret ya hab¨ªa dejado la emisora para dedicarse de lleno al activismo cultural y social.
Hace un par de domingos las antenas demolidas por explosi¨®n el 22 de marzo pasado yac¨ªan en la playa como brazos descarnados de gigantes vencidos. El hierro que en su d¨ªa suministr¨® don Miguel Mateu, el Mateu dels ferros, insigne industrial franquista, no es otra cosa que chatarra para la evocaci¨®n.
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