La resurrecci¨®n del N¨¢poles
En el caser¨®n donde vivo ocurri¨®, el 16 de marzo de 1583, una resurrecci¨®n de ida y vuelta. Estaba Felipe Neri celebrando misa cuando le avisaron de que Paolo, uno de los chicos de la familia Massimo, agonizaba. El futuro santo corri¨® hacia la cama del enfermo. Le encontr¨®, sin embargo, ya muerto. En tales circunstancias, no pod¨ªa hacer otra cosa que resucitar a Paolo: le puso la mano en la frente durante unos minutos, rez¨®, reg¨® el cad¨¢ver con agua bendita y el chico volvi¨® a la vida. Pero no volvi¨® muy conforme, seg¨²n parece, porque le dijo a san Felipe que muchas gracias, pero que prefer¨ªa la muerte. Y muri¨® otra vez.
El extra?o milagro del palacio Massimo tiene algo que ver, quiz¨¢, con la fiesta de N¨¢poles. El equipo de la ciudad abandon¨® el s¨¢bado la Serie C, equivalente a la Tercera espa?ola, despu¨¦s de dos a?os negros, y logr¨® el ascenso a la B con una victoria sobre el Perugia ante su p¨²blico y en su propio estadio, el San Paolo, justo en el fin de semana de la Pascua de Resurrecci¨®n. Todo encaj¨® al fin. Empez¨® a terminarse la pesadilla iniciada en 2004 con la quiebra, el descenso a la C y la refundaci¨®n como Napoli Soccer.
Al grito de "?Maradona, Maradona!", el equipo abandon¨® el s¨¢bado la Serie C tras dos a?os...
... Y Aurelio de Laurentiis, su due?o, insiste en que se le suba directamente a la A por 'm¨¢rketing'
Como en los d¨ªas de gloria, la grada del San Paolo invoc¨® a su santo particular, el m¨¢s reverenciado en el golfo y la costa amalfitana despu¨¦s de san Genaro, el de la sangre licuada: son¨® el triple silbido del ¨¢rbitro y la gente, desenfundando las bengalas, se desga?it¨® a gritos de "?Maradona, Maradona, Maradona!".
El actual propietario del N¨¢poles es Aurelio de Laurentiis, un productor cinematogr¨¢fico con una filmograf¨ªa larga y perfectamente prescindible. De Laurentiis acudi¨® a la cabecera del N¨¢poles cuando la sociedad estaba muerta; no le puso la mano en la frente, sino 40 millones de euros en el bolsillo, y resucit¨® al cad¨¢ver en poco tiempo. Hasta ah¨ª, todo un se?or.
Para realzar el ascenso a la B, De Laurentiis concedi¨® una entrevista telef¨®nica desde Hollywood a La Gazzetta Sportiva. Y envi¨® un mensaje a Franco Carraro, el presidente de la Federcalcio: "Le pido que haga, como el caballero que es, un gran gesto y devuelva a los napolitanos aquello que merecen, la Serie A". La cosa no quedaba aqu¨ª: "Por parte de Carraro ser¨ªa un gesto distensivo que cancelar¨ªa estos a?os de tensi¨®n. Porque alg¨²n error lo ha cometido: meter al N¨¢poles en la Serie C fue un gran error de m¨¢rketing por todo lo que representa esta ciudad".
?M¨¢rketing? ?Los ascensos y descensos son cuesti¨®n de m¨¢rketing? ?Los equipos de las grandes ciudades no pueden quebrar ni bajar de categor¨ªa? Carraro es un personaje inefable al que ni los abogados de Silvio Berlusconi se atrever¨ªan a defender, pero pedirle un doble ascenso por motivos de caballerosidad -De Laurentiis hizo ya esa petici¨®n el a?o pasado- parece demasiado incluso en un mundillo tan pintoresco como el del calcio.
De Laurentiis dijo tambi¨¦n a la Gazzetta que el f¨²tbol est¨¢ "destinado a cambiar completamente" y que hace falta avanzar hacia el futuro con una "cultura medi¨¢tica" como la de Hollywood.
Leyendo esa entrevista, me vino a la memoria el milagro del palacio Massimo. Ojal¨¢ no ocurra, pero no parece imposible que alg¨²n d¨ªa los napolitanos, y muchos otros, a?oren aquellos partidos contra el Manfredonia, el Torres o el Juve Stabia, disputados en campos parroquiales de tierra, pedrusco y solazo de mediod¨ªa. Ojal¨¢ los napolitanos no tengan alg¨²n d¨ªa que decirle al santo De Laurentiis que muchas gracias, pero que estaban mejor muertos.
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