Tres d¨ªas de abril
"Lo que pas¨® del 12 al 14 de abril de 1931 no pod¨ªa haberlo imaginado nadie que siguiera d¨ªa a d¨ªa la vida pol¨ªtica espa?ola". El historiador Josep Fontana comenz¨® as¨ª una trepidante conferencia centrada en lo que sucedi¨® en estos tres d¨ªas de abril que cambiaron la historia de Espa?a con reflexiones sobre las causas, testimonios de sus protagonistas, an¨¢lisis de los hechos y tambi¨¦n cr¨ªticas a c¨®mo la dictadura franquista manipul¨® los logros y las realidades de una rep¨²blica cuyo principal objetivo era "transformar pac¨ªficamente la sociedad espa?ola".
La conferencia de Fontana, catedr¨¢tico em¨¦rito de la Universidad Pompeu Fabra, se celebr¨® en el Espai 4 del Palau de la Virreina, sede de Instituto de Cultura de Barcelona (Icub), organizador del acto, ante una audiencia atenta y variada que sigui¨® la charla de pie o sentada en el suelo (las 150 sillas del espacio fueron insuficientes). Era la primera del ciclo Converses a Barcelona, que este a?o se dedica al 75? aniversario de la Segunda Rep¨²blica y que hasta el 30 de mayo (siempre los martes a las 19.00 horas, con acceso libre) reunir¨¢ a prestigiosos historiadores como Joan B. Culla, Borja de Riquer, Juli¨¢n Casanova, Santos Juli¨¤, Ricard Vinyes y Enric Ucelay da Cal. Cada uno abordar¨¢ distintos aspectos de este importante periodo hist¨®rico, y a Fontana le toc¨®, en cierta manera, la parte m¨¢s alegre, la de la ilusi¨®n que represent¨® en su momento la transici¨®n de una Monarqu¨ªa que se hab¨ªa conchabado con la dictadura de Primo de Rivera a una rep¨²blica casi improvisada que se lanz¨® a las reformas con m¨¢s ganas que medios.
"?sta no es, evidentemente, la historia de una revoluci¨®n triunfadora, sino la de una Monarqu¨ªa que se hunde en su propia corrupci¨®n y en su propia incompetencia, sin capacidad de resistir", asegur¨® Fontana, que record¨® que los mismos pol¨ªticos republicanos, pese a haber ganado las elecciones municipales del 12 de abril, no confiaban en que se pudiera alcanzar la rep¨²blica hasta pasados unos dos a?os. "Estos hombres se encontraron con una realidad mucho m¨¢s importante que la de los votos: la din¨¢mica de la agitaci¨®n popular, que se manifestaba en Madrid con miles de ciudadanos recorriendo las calles y celebrando la ca¨ªda de la Monarqu¨ªa", a?adi¨® Fontana. La agitaci¨®n se extendi¨® por todo el pa¨ªs -y eso que no hab¨ªa m¨®viles ni Internet-, por lo que se vieron desbordados por unos acontecimientos que nadie hab¨ªa previsto, pero que resultaban ya inevitables.
A ?ibar, que fue la primera en proclamar la rep¨²blica, le siguieron otras ciudades. Barcelona a mediod¨ªa y, finalmente, Madrid ya ca¨ªda la tarde. El rey, que por la ma?ana a¨²n confiaba en poder negociar, entendi¨® el problema cuando en la ma?ana del d¨ªa 14 orden¨® que el oficial de guardia saliera a la plaza y acabara con las protestas. ?ste contest¨® que ¨¦l estaba dispuesto a salir a la plaza del Sol para que "las turbas" lo despedazasen, pero que no pod¨ªa ordenar a los soldados que salieran porque no le obedecer¨ªan. Inmediatamente comenz¨® a organizar su huida -dejaba, por cierto, a su familia en Madrid afrontando un evidente peligro- y todo se precipit¨®. La gente en la calle coreaba "?no se ha marchao, que le hemos echao!", y Alcal¨¢ Zamora reconoc¨ªa que la capitulaci¨®n de la Corona "fue ofrecida por aqu¨¦lla, sin darnos tiempo a exigirla, cual ya hab¨ªamos decidido".
De repente, recuerda Fontana, "el poder pasaba a un gobierno provisional formado por personajes de siete partidos diferentes" que "ten¨ªan que comenzar a gobernar por decreto porque no hab¨ªa ni Parlamento convocado ni reglas de juego pol¨ªtico para guiarse". Pero, recuerda, adem¨¢s de convocar elecciones para elaborar una Constituci¨®n republicana, el nuevo Gobierno inici¨® rapidamente las reformas. "Si la llegada al poder de aquellos hombres puede considerarse un milagro, lo que resulta m¨¢s impresionante es la secuencia de decretos que publicaron en poco menos de dos meses", a?adi¨® Fontana, que destac¨® la importancia del derecho a la libertad sindical y la libertad de creencias, y sobre todo el ¨¦nfasis que pusieron en la educaci¨®n, "el instrumento con el cual los republicanos quer¨ªan convertir los s¨²bditos en ciudadanos".
Ni Fontana ni el coordinador del ciclo, Manel Risques, rehuyeron reconocer que el objetivo no s¨®lo era recuperar la memoria, sino tambi¨¦n reivindicarla. "Recuperar esta historia nos es necesario, no s¨®lo para alcanzar una visi¨®n objetiva y equilibrada de nuestro pasado, sino para rescatar de aquel esfuerzo colectivo muchos elementos que siguen teniendo hoy plena validez", record¨® Fontana, que a la hora de las preguntas pidi¨® clemencia al p¨²blico: "Pido respeto a las personas que queremos ver el f¨²tbol". Risas y media hora de preguntas. La primera, si el Icub piensa publicar los textos de estas conferencias. Desgraciadamente, la respuesta fue que no. Igual se lo replantean. Valdr¨ªa la pena.
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