El Ararteko apremia a las instituciones a mejorar la atenci¨®n a las maltratadas
Lamarca aprecia descoordinaci¨®n en el servicio policial, la asistencia legal y el acceso a pisos
El Ararteko ha constatado la existencia de ciertas deficiencias en la atenci¨®n que las instituciones prestan a las mujeres maltratadas, carencias que se aprecian, sobre todo, en el servicio policial, en la asistencia jur¨ªdica y en el acceso a las viviendas protegidas. El Defensor del Pueblo Vasco detalla en su ¨²ltimo informe de actividad, correspondiente al a?o 2005, algunos de estos problemas y apremia a las administraciones a que los resuelvan para ofrecer una respuesta "coordinada y planificada" a la lacra social que supone la violencia dom¨¦stica.
Dentro de su informe de 2005, el ararteko, I?igo Lamarca, dedica un amplio cap¨ªtulo al seguimiento de la problem¨¢tica de las mujeres maltratadas y a comprobar si se han ido solventado los problemas que ya puso de relieve en un estudio extraordinario sobre esta cuesti¨®n publicado a finales de 2003. En esta oportunidad, los t¨¦cnicos de la oficina del Ararteko han recabado directamente el testimonio de las mujeres que utilizan los servicios que ofrecen las administraciones, desde pisos de acogida a asistencia jur¨ªdica. Para ello, han visitado pisos de media estancia en ?lava y Guip¨²zcoa, centros de acogida en Bilbao y San Sebasti¨¢n y un centro de media estancia en la provincia de Vizcaya.
En cuanto a los servicios de alojamiento, el Ararteko vuelve a poner de relieve la "improcedencia" del requisito exigido para aceptar a mujeres en algunos pisos de acogida de titularidad municipal en Bilbao de que hayan presentado una denuncia judicial por el maltrato sufrido. "Resulta l¨®gico", dice el Ararteko, "que la Administraci¨®n busque maneras de cerciorarse de la existencia de una necesidad real de acogimiento por parte de la mujer, pero debe, as¨ª mismo, admitir que la denuncia es un mero instrumento para la protecci¨®n frente a la violencia de g¨¦nero, y no el ¨²nico ni el m¨¢s eficaz". En definitiva, insiste el Ararteko, acudir a la v¨ªa penal constituye una opci¨®n de la mujer agredida, aunque de ning¨²n modo puede convertirse en una obligaci¨®n para ella.
Falta de informaci¨®n
En cuanto al servicio policial, Lamarca reconoce que se ha producido una mejora en la asistencia, derivada de una mayor sensibilizaci¨®n, pero advierte de que siguen produci¨¦ndose casos de "atenci¨®n incorrecta" y, sobre todo, de "descoordinaci¨®n" entre distintos cuerpos policiales. El problema m¨¢s reiterado en las entrevistas a mujeres maltratadas es que los agentes no comentan la posibilidad de tener asistencia jur¨ªdica a cargo del turno de oficio de los colegios de abogados. Lo habitual es avisar al abogado s¨®lo si la afectada va a solicitar una orden de protecci¨®n; decir a la v¨ªctima que le asistir¨¢ el letrado en el juzgado o facilitarle un contacto telef¨®nico en lugar de presencial. Esta deficiencia afecta a diversas polic¨ªas locales y a varias comisar¨ªas de la Ertzaintza.
El Ararteko lamenta que las polic¨ªas locales no hayan avanzado suficiente en la uniformizaci¨®n de datos sobre la violencia dom¨¦stica y que el Departamento de Interior tampoco haya realizado "la necesaria labor de impulso" en ese sentido. Por otra parte, los "escasos" cursos de formaci¨®n que se ofrecen no se dirigen a toda la plantilla y son voluntarios.
El informe recoge una deficiencia en los turnos de oficio que prestan los abogados. "Existe una falta de informaci¨®n a las mujeres sobre el contenido espec¨ªfico de la primera asistencia gratuita. Parece que algunas campa?as institucionales han creado falsas expectativas". Por otro lado, algunas usuarias relatan que se sintieron maltratadas por los abogados del turno de oficio, a quienes atribuyen un "total desconocimiento" de las situaciones provocadas por la violencia sexista. Otra protesta muy generalizada es la que se refiere a la amplitud y complejidad de la documentaci¨®n exigida para obtener la asistencia jur¨ªdica gratuita. En un momento de crisis personal profunda, encontr¨¢ndose con frecuencia fuera del domicilio habitual, a muchas v¨ªctimas les resulta imposible reunir toda la documentaci¨®n.
El Ararteko tambi¨¦n aprecia "desinformaci¨®n" entre los t¨¦cnicos de los servicios sociales de base a la hora de asesorar a las mujeres sobre el plan de vivienda protegida puesto en marcha por el Gobierno para ellas.
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