"Me llaman minimalista pero yo persigo el clasicismo"
No me siento mal ni presionado cuando me etiquetan como el jefe de filas de la nouvelle chanson francesa. Es m¨¢s embarazoso para otros m¨²sicos. A m¨ª me divierte", confiesa Dominique An¨¦, alias Dominique A, desde su domicilio en Bruselas. Su exilio belga, hace ya tres a?os, obedece fundamentalmente a razones familiares: "Bruselas adem¨¢s es una capital sin la agresividad de Par¨ªs. Hubo una vez que me plante¨¦ vivir en Sevilla. Antes de conocer Espa?a me ve¨ªa como alguien del norte de Europa. Ahora me parece mentira". El cantautor de Provins (1968) alude a su pa¨ªs con su s¨¦ptimo trabajo, L'horizon (Olympic/Green Ufos), a¨²n caliente: "En Francia hay un temor a lo desconocido, de ah¨ª vienen tantas tensiones. Y por eso en la canci¨®n existe ¨²ltimamente la tendencia a hablar sobre lo cotidiano: gente en sus apartamentos, relaciones de pareja, menudencias para olvidar el mundo que nos rodea. Yo prefiero alejarme del costumbrismo. En L'horizon muestro a peque?os personajes en un enorme desierto, obligados a mirarse hacia dentro para poder enfrentarse al paisaje. Ya en mi disco anterior aparec¨ªan bastantes seres en tr¨¢nsito".
Dominique se refiere a Tout sera comme avant (2004), punto y aparte en su carrera, un ¨¢lbum lleno de arreglos orquestales cortes¨ªa de Jean Lamoot e incomprendido por gran parte de sus seguidores. "Fue una sorpresa que no hubiera muchos dispuestos a escuchar ese tipo de m¨²sica. As¨ª que he optado ahora por hacer un disco muy sencillo, un retorno a lo que prefiero, aunque haya cosas que se pueden asociar a cualquiera de mis trabajos anteriores". Dominique quer¨ªa rapidez en el estudio pero no ansiedad, as¨ª que llam¨® a viejos colaboradores como el guitarrista Olivier Mellano y abandon¨® Labels, sello filial de EMI. "Era una forma de volver a casa: trabajar con mis amigos. No quer¨ªa sentirme como en la escuela, aprendiendo algo de gente que no conozco muy bien".
El de Provins, tras 15 a?os de trayectoria no echa de menos sin embargo sus comienzos. Ni tampoco titulares como aquel que a prop¨®sito de su m¨²sica rezaba: "La chanson francesa de la que no tendr¨¢n que avergonzarse". "Entonces estaba siempre demasiado asustado y pendiente de que cada cosa fuera perfecta. Ahora tengo todo m¨¢s claro, incluido c¨®mo afrontar el ser un personaje p¨²blico", asegura Dominique.
Esa confianza le permite reconocer abiertamente sus influencias. En L'horizon, An¨¦ cita tres: el primer disco de Leonard Cohen, el franc¨¦s Daniel Darc ("me he fijado en su forma de cantar y en su capacidad de interpretaci¨®n") e incluso sus amigos de Calexico ("compartimos el gusto por ciertas armon¨ªas hispanas"). La ayuda de la amistad: tanto Calexico como Dominique (con dos composiciones) contribuyeron al ¨²ltimo trabajo de la cantante Fran?oiz Breut, ex pareja de An¨¦. Hace a?os se les presentaba a su pesar como los Serge Gainsbourg y Jane Birkin del indie, pues Dominique escribi¨® los dos primeros discos de ella. "Tard¨¦ en descubrir a Gainsbourg. Me influyeron inconscientemente m¨¢s Jacques Brel o L¨¦o Ferr¨¦ porque es lo que escuchaban mis padres cuando yo ten¨ªa siete u ocho a?os. Esos grandes nombres han acomplejado hasta hace poco a los m¨²sicos franceses".
La propia Jane Birkin acaba
de estrenar un disco con canci¨®n de Dominique A (O¨´ est la ville?) incluida: "Por primera vez me despert¨¦ una noche con la idea y la compuse de un tir¨®n. Necesito conocer a la gente para la que escribo y me cuesta ejercer s¨®lo de letrista o de m¨²sico. La canci¨®n es un arte bastardo y lo que me interesa es la conjunci¨®n entre texto y melod¨ªa". El solicitado compositor ve c¨®mo su influencia supera de largo las ventas de sus discos: "No voy a compararme con genios, pero es una paradoja habitual en la m¨²sica. Se me ha calificado como minimalista, y yo persigo el clasicismo: hacer canciones bien escritas".
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