365 d¨ªas del libro

El D¨ªa del Libro tuvo un pregonero de excepci¨®n el jueves en el Rey, que calific¨® a los responsables de la cultura de la palabra de "creadores de un mundo m¨¢s mestizo, m¨¢s tolerante". La entrega del Cervantes ayer a Sergio Pitol fue otra ocasi¨®n para escuchar mensajes parecidos a los que, durante todo 2005, se dedicaron a la significaci¨®n de la principal obra de Cervantes, el Quijote, cuyo cuarto centenario ha sido una de las fiestas m¨¢s impresionantes de nuestra cultura y de la lengua que la une. Y estos d¨ªas las librer¨ªas han desafiado a la noche, las calles se han llenado de libros y se espera que el d¨ªa del libro y de la rosa, el Sant Jordi de Barcelona, constituya la fiesta principal de los libros en Espa?a. Por otra parte, el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid conmemora una d¨¦cada de lectura p¨²blica de la obra m¨¢s famosa de Cervantes. Contamos, adem¨¢s, con la alegr¨ªa civil de conmemorar este a?o el centenario de uno de los grandes intelectuales de la Rep¨²blica, Francisco Ayala, uno de cuyos libros principales, Recuerdos y olvidos, vuelve a editarse, actualizado. Pero todas estas fiestas no ser¨ªan otra cosa que fuegos de artificio si no recordamos que este pa¨ªs, que sigue siendo uno de los de mayor producci¨®n de libros, tiene aun otro r¨¦cord: el de ser el de un m¨¢s bajo ¨ªndice de lecturas de nuestro entorno. La clave est¨¢ en la educaci¨®n, que sigue sin contemplar como prioritaria la lectura en los planes de estudio. Urge una reflexi¨®n que ponga en su sitio destacado el delirio libresco de abril pero que se plantee, en las escuelas, que todos los d¨ªas deber¨ªan ser d¨ªas del libro.