"No ser¨ªa justo para los hombres"

Maria Sharapova, las hermanas Venus y Serena Williams... A la hora de ilustrar con im¨¢genes el torneo de tenis de Wimbledon, los editores gr¨¢ficos de televisiones, peri¨®dicos y revistas no dudan: las mujeres ganan por goleada. Tambi¨¦n en la reventa, las entradas para la final femenina se cotizan m¨¢s que las de la masculina.

Estos argumentos, incontestables para quienes los expresan, no tiene, sin embargo peso ante Tom Philips, presidente del muy minoritario -375 socios- All England Lawn Tennis & Croquet Club, organizador desde la semana anterior al primer lunes del mes de agosto de 1877 del muy global torneo de Wimbledon, la cumbre sobre hierba del tenis mundial.

"No ser¨ªa justo para los hombres", argument¨® el martes Philips para justificar un a?o m¨¢s su negativa a igualar el montante de premios destinados al ganador y a la ganadora del torneo. "Hemos aumentado un 4% la bolsa y somos el torneo mejor dotado", a?adi¨® Philips al anunciar que el ganador del torneo masculino se embolsar¨ªa 655.000 libras esterlinas (unos 946.000 euros), mientras que la ganadora del femenino se quedar¨ªa en 625.000 libras (903.000 euros). La diferencia entre una bolsa y otra no es excesiva, lo que subraya a¨²n m¨¢s que la decisi¨®n contra la paridad se ha tomado m¨¢s a t¨ªtulo simb¨®lico, para preservar la superioridad masculina, que por cuestiones econ¨®micas.

El torneo londinense es el ¨²nico del 'grand slam' que mantiene la disparidad entre hombres y mujeres

Los dirigentes de la WTA, el circuito femenino, respondieron de inmediato. "Son reminiscencias de la era victoriana", dijo Larry Scott, director de la WTA. "A veces olvidan que las mujeres inglesas tienen derecho a voto desde 1918". Venus Williams, la ¨²ltima ganadora, ya reivindic¨® en su discurso al recoger el trofeo la igualdad sexual, mientras que Maria Sharapova, ganadora en 2004 solicit¨® ayer el apoyo de patrocinadores y televisiones para doblar la mano a Wimbledon.

El s¨ªmbolo de Wimbledon queda reforzado en su singularidad, insularidad of course, despu¨¦s de que Roland Garros, el ¨²ltimo torneo del grand slam que manten¨ªa la disparidad de premios, haya anunciado que a partir de esta edici¨®n de 2006, tanto el campe¨®n del cuadro masculino como la ganadora del femenino recibir¨ªan el mismo premio econ¨®mico, 940.000 euros cada uno. Tanto el Open de Australia, el pionero en la pol¨ªtica paritaria y que premi¨® con 726.000 euros a sus dos ganadores individuales, como Flushing Meadows, el torneo neoyorquino que el a?o pasado tuvo una bolsa de 885.000 euros para sus dos campeones, llevaban a?os siendo pol¨ªticamente correctos y premiando por igual a ambos sexos.

"No deseamos en absoluto decir nada negativo contra las mujeres, son unas tenistas fant¨¢sticas que contribuyen enormemente al ¨¦xito de Wimbledon", a?adi¨® Philips. "Y de hecho podr¨ªamos responder a las presiones y hacer algo que ser¨ªa profundamente injusto contra los hombres, pero no hemos querido".

El argumento ideol¨®gico lo apoya Philips en el diario conservador The Times en unos cuantos n¨²meros. Por ejemplo, recuerda, los torneos del circuito femenino de la WTA pagan un equivalente al 63% de lo que pagan los del circuito masculino de la ATP, mientras que el diferencial en Wimbledon es de s¨®lo el 87%. Otros n¨²meros que a?ade son fundamentalmente argumentos de director de una cadena productiva: los hombres ganan m¨¢s porque sus partidos (al mejor de cinco sets) son m¨¢s largos que los de las mujeres (al mejor de tres sets). As¨ª, Federer debi¨® jugar 223 juegos para alcanzar la victoria final, por la que obtuvo 907.200 euros, con lo que cada juego le supuso 4.068 euros. Venus Williams, por su parte, percibi¨® 5.684 euros por cada uno de los 152 juegos que disput¨®.