"En Marbella fracas¨® la no pol¨ªtica"
Como presidente de la Diputaci¨®n de M¨¢laga, a Salvador Pend¨®n (1954) le cay¨® el encargo de nombrar la comisi¨®n gestora que dirigir¨¢ Marbella hasta las pr¨®ximas elecciones, una tarea por la que recibido felicitaciones de todos los partidos pero de la que destaca que ha servido para reafirmar el papel de estas cuestionadas instituciones.
Pregunta. ?La gesti¨®n que la Diputaci¨®n ha hecho al nombrar la gestora de Marbella ha servido para reivindicar la instituci¨®n?
Respuesta. Se ha puesto en valor lo que es una obligaci¨®n legal para las diputaciones, cooperar y asistir a los ayuntamientos. Desafortunadamente en este caso por una situaci¨®n de casi tragedia para Marbella y sus ciudadanos. Diputaci¨®n, consciente de la importancia del encargo que recibi¨® del Consejo de Ministros, se aplic¨® desde el primer momento a dar una respuesta r¨¢pida y eficaz. Era imprescindible propiciar el consenso de los partidos, y afortunadamente ha habido colaboraci¨®n de ¨¦stos. Diputaci¨®n ha demostrado que es una instituci¨®n que puede cohesionar la provincia, prestar servicios y ser un referente pol¨ªtico, que es una instituci¨®n necesaria en el sistema democr¨¢tico.
"No es en absoluto pernicioso que el urbanismo financie a los ayuntamientos"
"No nos debemos instalar en exigir pureza de sangre a todos los marbell¨ªes"
P. ?Fueron duras las negociaciones?
R. Faltar¨ªa a la verdad si dijera que no hubo cierto grado de dificultad, pero es que se trataba de un problema muy complicado. Hab¨ªa que conjugar los intereses de cuatro partidos y resolver en el menor tiempo posible, y eso caus¨® un estado casi de ansiedad en alg¨²n momento. Es l¨®gico que cada formaci¨®n intentase hacer prevalecer sus planteamientos, pero siempre con un sentido muy estricto de lo racional y cuando ve¨ªan que hab¨ªa alguna cuesti¨®n inasumible por los dem¨¢s, reconduc¨ªan su actitud para llegar al acuerdo.
P. Casos como el de Marbella generan desconfianza de los ciudadanos hacia la pol¨ªtica.
R. No deber¨ªa ser as¨ª, porque cuando Gil accedi¨® al gobierno de Marbella lo que intent¨® siempre fue un descr¨¦dito de la pol¨ªtica y traslad¨® la idea de que su equipo de gobierno no funcionaba conforme a los esquemas de la clase pol¨ªtica, que aplicaba unos criterios de gesti¨®n empresarial para los intereses de una instituci¨®n p¨²blica, y eso es lo que ha fracasado. En Marbella no ha fracasado la pol¨ªtica, ha fracasado la no pol¨ªtica, y eso lo deber¨ªan tener presente los ciudadanos. Y tambi¨¦n que los comportamientos delictivos no se dan en todas partes. En Espa?a hay m¨¢s de 8.000 municipios, y eso significa m¨¢s de 100.000 cargos p¨²blicos que le quitan tiempo a su familia, muchos sin remuneraci¨®n econ¨®mica, que soportan en ocasiones la falta de entendimiento de sus conciudadanos y que realizan una actividad honesta, digna, que no merece que se les identifique con actitudes corruptas.
P. Pero s¨ª reconocer¨¢ que al amparo del urbanismo se cometen muchas irregularidades.
R. Quien tiene af¨¢n de corromper y la debilidad de corromperse no tiene delimitaci¨®n competencial ni territorial, en todos los ¨¢mbitos de la vida hay gente con esos comportamientos. Es verdad que el urbanismo mueve cantidades de dinero muy importantes y es una actividad susceptible de que se produzcan esas pr¨¢cticas, pero no tiene porque ser as¨ª. El urbanismo cumple una funci¨®n social y la mayor¨ªa de los ayuntamientos no la pierden nunca de vista. Hay ayuntamientos que financian parte de su actividad con el urbanismo, y eso se ha querido ver como algo pernicioso cuando no lo es en absoluto. Una parte de esa funci¨®n social es que los beneficios que logran algunas empresas, alcancen tambi¨¦n a la colectividad.
P. ?Proyecta alguna iniciativa la Diputaci¨®n para restituir la imagen de Marbella?
R. Algo tenemos que hacer de manera muy coordinada todas las administraciones para desterrar cualquier sombra de duda sobre Marbella. La inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n son ciudadanos respetables, honestos, que persiguen vivir con dignidad y no se puede identificar a la ciudad como un territorio ca¨®tico en el que todo el mundo est¨¢ presto a corromper a alguien o dejarse corromper.
P. La gestora conducir¨¢ Marbella hasta las elecciones municipales. ?Teme que los intereses de los partidos acabe siendo un obst¨¢culo para su trabajo?
R. Creo que en los cuatro partidos son conscientes de que la gestora es un gobierno local de transici¨®n constituido por unas peculiaridades y que son necesarias determinadas medidas para despejar el espacio y que el pr¨®ximo gobierno que salga de las urnas tenga posibilidades de iniciar un trabajo de recuperaci¨®n seria y efectiva del Ayuntamiento.
P. ?Qu¨¦ le parece que dos miembros de la gestora hayan sido interventores del GIL?
R. No nos debemos instalar en una situaci¨®n de exigir pureza de sangre en Marbella, en el sentido de invalidar a todo el que en 15 a?os de gobierno GIL haya sentido de una manera o de otra simpat¨ªa por esa formaci¨®n. Pero si se demuestra que la implicaci¨®n de alguna persona con el GIL ha supuesto complicidad con las pr¨¢cticas de gobierno del mismo, queda invalidado para cualquier actuaci¨®n en el futuro, es una p¨¢gina que debemos ayudar a pasar entre todos.
P. ?En Marbella ha habido complicidad de la sociedad con las pr¨¢cticas corruptas?
R. No podemos pensar que esto naci¨® por generaci¨®n espont¨¢nea. El GIL ha estado 15 a?os gobernando porque en cuatro ocasiones los ciudadanos le dieron mayor¨ªa absoluta, y qu¨¦ mayor complicidad que la que se expresa con voto libre y secreto. Pero afortunadamente el estado democr¨¢tico tiene mecanismos para invalidar la acci¨®n de quienes intentan pervertir el sistema, y eso llega a la situaci¨®n l¨ªmite que hemos llegado en Marbella, donde el Estado democr¨¢tico ha tenido que decir a los ciudadanos que se equivocaron. Los ciudadanos de Marbella fueron enga?ados por el espejismo del GIL, confiaron en que muchos de sus problemas podr¨ªan solucionarse con una propuesta al margen de los canales democr¨¢ticos habituales, le dieron su confianza y ahora tienen que reconocer que se equivocaron.
P. Dice el PP que al quedar disuelto el gobierno local ya no hay motivos para que la Junta retire las competencias urban¨ªsticas.
R. Si se entiende la retirada de competencias como abrir un periodo para reordenar y racionalizar la actividad urban¨ªstica, poner el contador a cero y entregarlo as¨ª a los responsables locales despu¨¦s de las elecciones, creo que la Junta tiene que seguir con esa actuaci¨®n. La Junta tiene m¨¢s medios y una perspectiva que supera los l¨ªmites locales y puede jugar un buen papel en ordenar la actividad urban¨ªstica y corregir las irregularidades.
P. Usted es miembro de la ejecutiva regional del PSOE ?Cree que se debe nombrar ya al candidato a la alcald¨ªa de Marbella?
R. La ejecutiva est¨¢ convencida de la necesidad de apostar por Marbella porque hace falta poner toda la carne en el asador para remediar la situaci¨®n de descr¨¦dito pol¨ªtico que vive la ciudad, que los ciudadanos vuelvan a confiar en las instituciones. Y eso requiere apostar fuertemente por personas con representatividad para la candidatura. Y en raz¨®n de las circunstancias que se dan en la ciudad, la ejecutiva tiene claro que no se puede sujetar al calendario electoral del partido a nivel federal y se est¨¢ intentando adelantar en lo posible la designaci¨®n del candidato. Ser¨ªa bueno que al menos se tuviese claro quien va a ser.
P. Se da por hecho que ser¨¢ Paulino Plata.
R. S¨®lo puedo dar por hecho la voluntad de la ejecutiva regional de poner a su mejor capital humano en Marbella y hacerlo con tiempo suficiente para que el candidato se implique en la sociedad y pueda proponer un programa atractivo.
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