?Reality?
Con la incorporaci¨®n de Cuatro (Superhuman, La casa de cristal) y La Sexta (El show de C¨¢ndido) al universo del reality, con todas las generalistas rumiando el formato holand¨¦s (Gran Hermano), ya podemos hacer comparaciones.
?Por qu¨¦ llamamos reality a tanta irrealidad? ?Hay algo m¨¢s irreal que una docena de extra?os est¨¦n encerrados durante meses, excepto en las c¨¢rceles? ?Es mucha novedad que est¨¦n rodeados de c¨¢maras si nuestra puta realidad discurre as¨ª cuando huimos de casa y frecuentamos las aceras, el trabajo, los centros comerciales, las carreteras o cualquier espacio p¨²blico con televigilancia?
Segundo. El mundo de la pornograf¨ªa empez¨® siendo soft (S) y s¨®lo mucho despu¨¦s deriv¨® al hard (XX). El reality holand¨¦s empez¨® siendo X y apenas tard¨® una temporada en alcanzar la talla XXL. Estas telerrealidades de Cuatro y La Sexta, al contrario de las cadenas hispano-italianas, son voyeurismos blandos y blancos (talla S), aunque se trate de lo mismo: mirar por la telecerradura.
?Son los realities un subproducto de la globalizaci¨®n? Depende. Son globales porque el virus holand¨¦s contagi¨® todos los continentes. Pero cada versi¨®n local del GH y derivados exterioriza lo peor de cada casa. En ese sentido, son locales. Aunque dice Rem Koolhaas: el formato GH, junto al MacDonald, las bases norteamericanas, las pelis de Hollywood y el cat¨¢logo Ikea, es uno de los principales agentes de la globalizaci¨®n.
Cuarto. ?Cu¨¢l es el negocio? Que responda Telecinco. Con las ruinas de los primeros GH siguen rellenando sus parrillas rosa-amarillentas de ma?ana, tarde y noche. Es el ¨²nico concurso donde no famosean los nuevos ganadores sino los viejos expulsados.
Por ¨²ltimo. ?Estamos preparados para tanto reality? Es geom¨¦tricamente imposible. Ya no caben m¨¢s. La regla n¨²mero uno es que sus audiencias exigen arrasar para inducir empat¨ªa social muy alta. Con un share inferior al 8%, los realities son experimentos de laboratorio con ratones inofensivos, nada morbosos y de ninguna manera frikis.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.