Getafe y Villarreal empatan y siguen en tierra de nadie

Sin tiempo apenas para llorar la eliminaci¨®n europea, el Villarreal tir¨® de oficio en Getafe y sac¨® un empate que no contenta a nadie. Ni a los madrile?os, que por mucho que diga Bernd Schuster contaban con algunas opciones -desde ayer m¨¢s escasas- de debutar en la UEFA, ni a los castellonenses, que en la tabla tambi¨¦n residen en tierra de nadie. Tantos esfuerzos les exigi¨® su aventura en la Champions que acudieron al coso de Getafe con las filas mermadas.

Aun as¨ª, Pellegrini sac¨® provecho de la ausencia de Riquelme, decidido a explotar la chispa de Guayre y la mordiente de Forl¨¢n. El punta canario, tan veloz como cegato, prob¨® los reflejos de Luis Garc¨ªa en una decena de ocasiones, casi siempre con el benepl¨¢cito de Pern¨ªa. M¨¢s pendiente de Barbosa que de guardar su porter¨ªa, el lateral reci¨¦n nacionalizado espa?ol no tuvo su mejor d¨ªa, quiz¨¢s algo nervioso por la presencia de Luis Aragon¨¦s en el palco. Tampoco anduvo fino Senna, otro de los candidatos a viajar a Alemania. Diego Rivas impuso sus pulmones en el mediocampo.

Quien s¨ª reclam¨® m¨¢s galones fue Gavil¨¢n. Nadie duda que regresar¨¢ a Valencia cuando termine la temporada. A¨²na f¨ªsico con un acierto t¨¦cnico encomiable. Todas sus virtudes comparecieron en el gol que le endos¨® al Villarreal a los 25 segundos. Entre Riki y G¨¹iza le asistieron un mel¨®n que a Gavil¨¢n le bast¨® para despedirse de Arzo, driblar a Quique ?lvarez y chutar a la escuadra. El pu?etazo en la mesa del Getafe hizo pensar que la camada de Pellegrini se hundir¨ªa como un castillo de naipes.

Pues no. Al minuto y medio Arzo sirvi¨® un pase al hueco a Guille Franco. El mexicano, activ¨ªsimo contra el Arsenal, sorte¨® la salida en falso de Luis Garc¨ªa, ignor¨® el agobio de Pulido y marc¨® el empate. M¨¢s desviado que una escopeta de feria, G¨¹iza rumi¨® en el banquillo la doble ocasi¨®n que fall¨®, solito solo, frente a Barbosa. Sobre todo el segundo disparo, que lami¨® por fuera la cepa de palo con un suspense que hubiera firmado Hitchcock. Era la prolongaci¨®n de la primera parte y el partido. antes un correcalles, era un duelo espeso y falto de chicha. La entrada de Paunovic devolvi¨® la alegr¨ªa a la escuadra de Schuster, que se las vio para apagar los fuegos que Forl¨¢n encend¨ªa con sus asistencias. S¨®lo que, con tantos artilleros faltos de p¨®lvora, el encuentro devino en un c¨²mulo de desaciertos. Y as¨ª no hay quien pase de las tablas.