El portazo de 'Felip¨®n'
Scolari, el seleccionador portugu¨¦s, renuncia a entrenar tras el Mundial a Inglaterra, cuya federaci¨®n es incapaz de encontrar un sustituto para Eriksson
La riqueza del f¨²tbol ingl¨¦s parece inversamente proporcional a la destreza de sus dirigentes. A la hist¨®rica humillaci¨®n de ver c¨®mo se incumplen uno detr¨¢s de otro todos los plazos para la inauguraci¨®n del estadio de Wembley -?qu¨¦ pasar¨¢ con los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres, a s¨®lo seis a?os vista?- se ha unido el bofet¨®n p¨²blico que esta semana le ha propinado Luiz Felipe Scolari, el hombre que hizo campe¨®n del mundo a Brasil hace cuatro a?os y subcampe¨®n de Europa a Portugal hace dos. Scolari se ha echado atr¨¢s del principio de acuerdo al que hab¨ªa llegado con la FA, la federaci¨®n inglesa de f¨²tbol, para dirigir a Inglaterra tras el Mundial de Alemania.
Felip¨®n, o Big Phil, como han traducido los ingleses el apodo de Scolari, ha dicho "no" tras verse durante dos d¨ªas acosado por la prensa inglesa: los transcurridos desde la filtraci¨®n del preacuerdo a la marcha atr¨¢s del t¨¦cnico. Su decisi¨®n deja en muy mal lugar a la FA, que lleva meses intentando encontrar un t¨¦cnico para Inglaterra, entre otras razones por las divisiones entre los partidarios de que el sustituto del sueco Sven-Goran Eriksson -que dejar¨¢ la selecci¨®n tras el Mundial- sea un brit¨¢nico y quienes prefieren sacrificar el patriotismo en nombre del glamour o el exotismo.
Conocido el preacuerdo, el t¨¦cnico vio c¨®mo la prensa brit¨¢nica irrump¨ªa en su vida privada
Guus Hiddink, el hombre que llev¨® a Corea cerca del para¨ªso y a Australia al Mundial de Alemania, no ten¨ªa paciencia para esperar a que la FA se aclarara y prefiri¨® firmar por Rusia. Los candidatos nacionales ya no saben qu¨¦ hacer para engordar su curr¨ªculo. Y Scolari, que desde enero estaba siendo contactado por los ingleses sin que se decidieran a hacerle una oferta en firme, se puso al final de acuerdo esta misma semana con la FA. Hasta que se arrepinti¨®.
En su marcha atr¨¢s pueden haber influido varios factores, pero el m¨¢s importante es probablemente el que ¨¦l mismo ha apuntado en p¨²blico: la brutal irrupci¨®n de la prensa brit¨¢nica en su vida privada. A Scolari seguramente no le ha gustado que la prensa brit¨¢nica explicara su admiraci¨®n por Augusto Pinochet o su desprecio hacia los homosexuales, pero lo que parece haberle alarmado de verdad es que, sin haber firmado siquiera un contrato y sin que ¨¦l hubiera admitido p¨²blicamente el acuerdo, los tabloides hubieran empezado a hacer comparaciones entre su esposa y la compa?era sentimental de Eriksson.
Los medios brit¨¢nicos cuestionan que ese sea el verdadero motivo de su renuncia, dadas las presiones medi¨¢ticas que sufri¨® cuando reg¨ªa los destinos del equipo de f¨²tbol m¨¢s apasionado del mundo, Brasil. Pero los periodistas brasile?os en Londres se han cuidado de explicar que una cosa es la presi¨®n por razones meramente futbol¨ªsticas y otra someterse a la tortura cotidiana de que la prensa se entrometa en la vida privada, como le ha pasado a Eriksson y empezaba a pasarle a ¨¦l sin haber firmado.
Otros factores han podido tener un peso complementario. Sobre todo el hecho de que la FA filtrara el preacuerdo, lo que ha situado a Scolari en un compromiso con su actual equipo, Portugal. No s¨®lo porque los hinchas portugueses se pueden tomar su marcha como un desprecio, sino porque Inglaterra y Portugal pueden acabar enfrent¨¢ndose en Alemania.
La prensa inglesa habla de diferencias econ¨®micas pero ese parece un problema muy f¨¢cil de arreglar dada la generosidad que la FA ha mostrado en este cap¨ªtulo con Eriksson, que cobraba 7,5 millones de euros al a?o. Menos cre¨ªble a¨²n es que Scolari se hubiera echado atr¨¢s porque la FA le quer¨ªa imponer la alineaci¨®n de los jugadores m¨¢s carism¨¢ticos, algo contrario a la filosof¨ªa del brasile?o.
Ahora el gran favorito para conseguir el puesto es Steve McLaren, segundo de Eriksson con Inglaterra y entrenador del Middlesbrough, al que ha llevado a la final de la Copa de la UEFA tras remontar tres goles de desventaja al Basilea en cuartos y al Steaua en semifinales. Menos posibilidades parecen tener Sam Allardyce (que ha hecho una buena temporada con el Bolton), el irland¨¦s Martin O'Neill (que dej¨® al Celtic hace un a?o porque su esposa est¨¢ enferma) y Alan Curbishley (que deja el Charlton a final de temporada).
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