Los madrile?os prefieren comer fuera, ir al cine, de copas y a museos

El gremio de restauradores de Madrid puede estar tranquilo. Y contrariamente a lo que podr¨ªa indicar el cierre masivo de salas del centro de la capital, los propietarios de cines, al menos a la vista de los ¨²ltimos datos conocidos, tampoco pueden quejarse.

Seg¨²n la ¨²ltima Encuesta de Consumo de la C¨¢mara de Comercio de Madrid, los habitantes de la Comunidad de Madrid dedican su tiempo libre a comer o cenar fuera de casa (76%), ir al cine (66%), visitar museos y exposiciones (58%), salir de copas (47%), ir al teatro (42%), a conciertos (39%), a bailar (25%) y a eventos deportivos (18%).

La encuesta refleja tambi¨¦n el aumento de madrile?os que dedican su tiempo a este tipo de actividades frente a oleadas precedentes. As¨ª, frente al 88% de madrile?os que actualmente demandan ocio, en 2002 fue el 82,2%, en 1998 el 77,3%, y en 1994, el 75,5%. Paralelamente ha ido descendiendo el n¨²mero de consumidores que no disfruta de ninguna de las propuestas de ocio, pasando del 24,5% que as¨ª lo declaraba en 1994, al 11,6%. El ocio se convierte as¨ª en un ¨¢mbito de la vida irrenunciable para casi todos los madrile?os.

J¨®venes y educados

El ocio sigue atrayendo m¨¢s a la juventud. El perfil de usuarios de estos servicios responde al de los madrile?os m¨¢s j¨®venes y de mayor nivel educativo. De hecho, declaran ir al cine el doble de los menores de 35 a?os (80%) frente a los mayores de 65, que se sit¨²an en un 37%. Sin embargo, la asistencia a restaurantes es bastante similar en todos los grupos de edad: 92% los menores de 35 a?os, m¨¢s del 80% hasta los 55 a?os, el 68% de los madrile?os hasta los 65 y el 45% de los mayores de esta edad.

Sin embargo, ya sea por tener menos tiempo o menos dinero, el tiempo dedicado al consumo de ocio disminuye. La Encuesta de la C¨¢mara de Comercio refleja tambi¨¦n, y respecto al a?o 2002, el descenso en la frecuencia media anual en la que los madrile?os asisten al cine, de 17 asistencias ha bajado a 15; a espect¨¢culos deportivos, de 14 a 12; a museos y exposiciones, descendiendo de 26 a 23 visitas; a los restaurantes, alcanzado las 17 visitas frente a las 23 de 2002; y a los lugares de copas, pasando de 35 a 29 visitas anuales.

Lo que podr¨ªa denominarse cultura de masas retrocede. Sin embargo, actividades minoritarias como la asistencia al teatro o a conciertos registran un ligero incremento, pasando de 4,6 visitas a 5 en el primer caso; y de 5,7 a 6,4 en el segundo. Los motivos alegados por los madrile?os para reducir sus visitas es econ¨®mico, especialmente en el caso de comer o cenar en restaurantes, y por falta de tiempo lo que les lleva a diversificar las actividades que realizan en su tiempo de ocio.