?ltima batalla contra las autov¨ªas
El Gobierno balear derriba las casas que simbolizaban la protesta vecinal
"?Marbella! ?Mafia!", gritaron en Ibiza con rabia, ayer por la ma?ana, unos cuarenta manifestantes de la plataforma antiautov¨ªa, cuando las excavadoras, amparadas por decenas de antidisturbios, entraron en los terrenos expropiados de la finca Can Malalt.
Desde hace unos cien d¨ªas, colectivos ecologistas y de vecinos afectados por los pol¨¦micos trazados de las autov¨ªas han protagonizado una singular operaci¨®n de resistencia a los proyectos del Gobierno de Baleares, del PP, que construye 40 kil¨®metros de v¨ªas, la m¨¢xima distancia entre los extremos de la mitificada isla.
En esta batalla desigual, el poder derrib¨® en dos horas los bastiones simb¨®licos del frente opositor. Antes del alba, por sorpresa, las m¨¢quinas asolaron las cuatro casas de Can Na Palleva, una de ellas de 200 a?os. Con la invasi¨®n de Can Malalt, cayeron los baluartes de la lucha para rechazar unas obras p¨²blicas que se amortizar¨¢n por el sistema de pago diferido por uso durante 25 a?os, con un coste de 220 millones.
Los mensajes de m¨®vil y los foros en Internet han actuado como el tam-tam de los antiautov¨ªas
Las casas desaparecidas, heredadas por Margalida Tur y por Toni Malalt -una mujer de derechas de 75 a?os y un militante comunista del campo a punto de jubilarse-, fueron los n¨²cleos que congregaron un movimiento social que ha tenido gran eco por su persistencia y singularidad.
"La gente ha detectado que el problema que afecta a la isla no es viario, sino de aspecto mafioso", explic¨® Neus Prats, portavoz del grupo ecologista GEN. Los canales de Internet, en im¨¢genes de c¨¢maras de tel¨¦fono y v¨ªdeos de situaci¨®n, alertaron del episodio. Los SMS y los chats han sido el tam-tam de los antiautov¨ªas, una malla social alternativa.
Decenas de guardias llegados en 27 jeeps protegieron la acci¨®n de las m¨¢quinas. Una treintena de manifestantes han sido detenidos en los 100 d¨ªas de conflicto y algunos han sido condenados por faltas. Medio millar de propiedades quedan expropiadas y dos decenas de casas ser¨¢n demolidas.
Durante semanas, decenas de vecinos se plantaron a pie de obra, ante las excavadoras, desafiando a los antidisturbios, para evitar, seg¨²n Prats, "que se incumpliera la legalidad, se ocuparan casas y terrenos sin orden judicial, ni los tr¨¢mites correctos".
Toni Malalt denunci¨® ayer ante la Guardia Civil "una entrada en un domicilio sin orden judicial". En un juzgado de Ibiza se instruye una causa por supuesta violaci¨®n de domicilio en la ocupaci¨®n y expropiaci¨®n de una de las fincas, por la que est¨¢n imputadas varias personas ligadas al Gobierno. "Hab¨ªa que premiarles", replic¨® la consejera de Obras P¨²blicas, Mabel Cabrer, del PP, al ser emplazada a tomar medidas por la l¨ªder socialista Pilar Costa. Cabrer asegura que se ha esmerado en los procedimientos y que los tribunales le dan la raz¨®n.
"No construimos autopistas, son desdoblamientos. Los proyectos estaban en nuestro programa electoral", resalta Joan Mar¨ª, del PP, portavoz del Consell de Ibiza, que descalifica por "radicales y violentos" a los resistentes. "Detr¨¢s de esta campa?a de agitaci¨®n y propaganda est¨¢ el PSOE", indic¨® en el Parlamento Joan Font, del PP.
Los top¨®nimos de Can Na Palleva y Can Malalt identificaban humildes hogares de payeses, nacidos de propiedades fragmentadas en cada generaci¨®n. Tras la batalla, el asfalto y el hormig¨®n enterrar¨¢n los enclaves en los que se hab¨ªa bloqueado el paso de las autov¨ªas, mediante la defensa civil y a trav¨¦s de recursos judiciales. "Cayeron unos s¨ªmbolos, pero levantaremos otros", augur¨® Toni Malalt.
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