La barriga de Roberto
De ni?a, a Isabella Rossellini le gustaba mucho la enorme barriga de su padre. Era una barriga suave, caliente, redonda y adorable, como ella misma dice en el documental que ha escrito e interpretado con ocasi¨®n del centenario del nacimiento del gran Roberto Rossellini, que se conmemora el pr¨®ximo lunes. Este documental es un retrato ¨ªntimo y breve, que ya ha recorrido numerosos festivales y que el domingo estrenar¨¢ el canal TCM como p¨®rtico a un d¨ªa dedicado al maestro del neorrealismo. Estos d¨ªas proliferar¨¢n los homenajes a su obra... que regresar¨¢ al olvido la semana siguiente. Rossellini no est¨¢ de moda, ni su sentido ¨¦tico del cine, ni su af¨¢n por profundizar en la realidad aparente sin distorsionarla, ni mucho menos su aspiraci¨®n por hacer del lenguaje televisivo un medio de b¨²squeda y de cultura. Preocupaciones old fashion.
El documental de la hija quiere abarcar m¨²ltiples aspectos de la vida y obra del maestro pero carece de tiempo para hacerlo con detalle, mientras que, por su parte, el director de la pieza, Guy Madin, hace filigranas que probablemente Rossellini hubiera detestado: hasta su hija lo comenta mientras acaricia arrobada la barriga gigante de su progenitor. En cualquier caso, Mi padre cumple 100 a?os es un buen primer acercamiento a Roberto Rossellini, de quien, en pasados tiempos, la televisi¨®n p¨²blica hac¨ªa ciclos y homenajes. Ahora, con la est¨²pida carrera por las m¨¢ximas audiencias, estos ciclos han sido abandonados por TVE, que ni siquiera pone en horario estelar pel¨ªculas en blanco y negro. S¨®lo pueden verse en las televisiones privadas de pago. Contradicciones.
"La vida es una tragedia si se filma en primer plano, pero puede ser una comedia si la ves a distancia", le dice Chaplin a Roberto Rossellini en el corto en cuesti¨®n. Rossellini observaba el mundo con lupa mientras que otro director, en sus ant¨ªpodas, jugueteaba con la c¨¢mara para exprimir de ella intenciones personales. ?se era el estilo de Ernst Lubitsch, el genio del buen humor, la elipsis, el sobrentendido y la picard¨ªa, a quien el canal Cineman¨ªa Cl¨¢sico est¨¢ ofreciendo un ciclo amplio, presidido esta vez por un magn¨ªfico documental de Tony Partearroyo (sin acreditar). Al verlo, entran ganas urgentes de sumergirse en la obra completa de aquel p¨ªcaro berlin¨¦s que revolucion¨® el sentido de la comedia en el Hollywood de los a?os treinta y cuarenta. "Lubitsch era capaz de sugerir m¨¢s a trav¨¦s de una puerta cerrada que otros directores con la bragueta abierta", dijo de ¨¦l su mejor alumno, Billy Wilder, de quien, por cierto, TCM ofrecer¨¢ un ciclo el pr¨®ximo mes.
Rossellini y Lubitsch, dos maneras de hacer buenas pel¨ªculas, ahora s¨®lo recuperables en la tele digital. Y en versi¨®n original subtitulada para quien lo prefiera. ?Qu¨¦ tiempos aquellos en que no hab¨ªa que manejar tanto mando y la televisi¨®n en abierto ofrec¨ªa estas y otras geniales pel¨ªculas con toda facilidad! Lo comenta Bogdanovich hablando de Lubitsch: "?C¨®mo hemos podido ir tan lejos en la direcci¨®n contraria?".
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