Contar la guerra

Helen Graham era conocida ya entre nosotros por su excelente trabajo sobre el socialismo espa?ol en la Guerra Civil. Ahora nos presenta el fruto de un dif¨ªcil empe?o: conseguir una explicaci¨®n de la guerra del 36 que en menos de doscientas p¨¢ginas a¨²ne las aportaciones de su propia labor investigadora, el estado de la cuesti¨®n en el tratamiento de los temas m¨¢s pol¨¦micos y una forma expositiva que haga todo ello accesible al p¨²blico. Graham asume la exigencia de analizar las causas de la guerra desde una perspectiva propia, con una doble voluntad de revisi¨®n cr¨ªtica y de planteamientos originales.

El resultado de todo ello es un peque?o gran libro. Claro, preciso y con apuntes interpretativos que vienen a anular t¨®picos consolidados o a confirmar la visi¨®n democr¨¢tica de la crisis, ¨²ltimamente tan erosionada. Es lo que ocurre con la explicaci¨®n de un protagonismo militar cuyo corporativismo hace arrancar acertadamente del final del imperio y que es por fin activado desde los sectores contrarios al nuevo r¨¦gimen: "Lo que acabar¨ªa armando el golpe militar de julio de 1936 fue el surgimiento y desarrollo de la oposici¨®n pol¨ªtica a las reformas republicanas en los sectores civiles de la sociedad espa?ola". Una notable introducci¨®n al conocimiento de la guerra, que destaca en el marco de una serie de intentos de reescribir con rigor e imaginaci¨®n tanto esta guerra, la nuestra, como la que vino luego.

M¨¢s centrado en los proleg¨®menos que en la propia contienda, Rafael Cruz acaba de publicar en Siglo XXI En el nombre del pueblo, cuyo contenido aparece de forma m¨¢s clara en el subt¨ªtulo: Rep¨²blica, rebeli¨®n y guerra en la Espa?a de 1936. Como en el caso de Helen Graham, Cruz inici¨® sus trabajos sobre los a?os treinta con una valiosa investigaci¨®n monogr¨¢fica sobre un partido obrero, en este caso el comunista a lo largo de la II Rep¨²blica. El principal atractivo del libro reside en el enfoque innovador, en el cual convergen el an¨¢lisis del proceso pol¨ªtico en torno al concepto de ciudadan¨ªa, el de las formas de violencia, la aportaci¨®n sociol¨®gico-pol¨ªtica sobre las reacciones de los grupos sociales y de la opini¨®n p¨²blica y, en fin, la perspectiva comparativa con procesos similares de nuestro entorno. Tiene asimismo el aliciente de ofrecer un relato fluido que, sin embargo, contribuye a poner de manifiesto el punto d¨¦bil del trabajo: la voluntad de narrar sobrevuela m¨¢s de una vez las exigencias de an¨¢lisis m¨¢s detallados, dando lugar a insuficiencias y vac¨ªos, como sucede en el tratamiento del anarcosindicalismo, del catolicismo pol¨ªtico, del fascismo convertido de verdad en "el ausente" (con confusiones en el ¨ªndice onom¨¢stico entre Primo padre e hijo) y de la propia gestaci¨®n del golpe militar.

No falta en el repertorio de novedades la guerra de esp¨ªas, representada por El enigma del almirante Canaris (Cr¨ªtica), una biograf¨ªa pol¨ªtica del jefe del espionaje alem¨¢n bajo Hitler, obra del periodista brit¨¢nico Richard Bassett. El libro trata con frecuencia de Espa?a y ofrece una imagen sugestiva del peque?o marino que, a juicio de Bassett, y de acuerdo con versiones anteriores, incluida la cinematogr¨¢fica de los a?os cincuenta, habr¨ªa sabido desarrollar al mismo tiempo una eficaz labor en calidad de jefe de esp¨ªas de Hitler, y un trabajo sordo de buscar contactos, singularmente con los servicios brit¨¢nicos, para frenar la agresividad del F¨¹hrer, y llegado el caso proceder a su eliminaci¨®n. Canaris era un anticomunista visceral, pero tambi¨¦n un alem¨¢n preocupado porque el expansionismo de su pa¨ªs no llevara a otra cat¨¢strofe peor que la ocurrida en 1918. De lo primero da fe, si creemos al bi¨®grafo, su convencimiento de que la Espa?a de 1936 estaba a punto de convertirse en un pa¨ªs comunista por designio de Stalin.

Canaris recomend¨® a Hitler un apoyo inmediato a Franco, si bien luego, otra vez seg¨²n Bassett, sus informaciones filtradas a Franco fueron decisivas para la actitud elusiva del dictador espa?ol en Hendaya. Insistimos en el cauteloso "seg¨²n", porque la rese?a de una cordial entrevista de Franco y Canaris en Salamanca, en octubre de 1936, contiene m¨¢s de un desprop¨®sito: mal pod¨ªan estar llegando "cincuenta mil voluntarios dispuestos a ingresar en las formidables Brigadas Internacionales" un mes antes de atacar Madrid, habiendo alterado ya el equilibrio militar. El desliz es de tama?o tal que arroja una sombra de desconfianza sobre el resto de la biograf¨ªa.

De manera que, a pesar de su

voluntad de divulgaci¨®n, resulta mucho m¨¢s fiable y atractivo el estudio de Laurence Rees, Guerra de exterminio, publicado asimismo por Cr¨ªtica. Convertido en excelente serie documental que acaba de llegar a nuestra peque?a pantalla, el libro a?ade al gui¨®n reflexiones muy pertinentes sobre las personalidades pol¨ªticas de Hitler y de Stalin, arrojando luz sobre las respectivas formas de dirigir la guerra en el enfrentamiento de 1941-1945, as¨ª como sobre las caracter¨ªsticas de una contienda singularmente inhumana. No vendr¨ªa mal que algo parecido llegara a hacerse sobre la guerra de Espa?a.